LA SEXUALIDAD INFANTIL Y EL COMPLEJO DE EDIPO
MayguapaEnsayo24 de Enero de 2016
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UNIVER
LICENCIATURA EN PSICOLOGIA
PLANTEL MORELOS
PSICOLOGIA ANORMAL
PROFR. PSIC. JOSE FRANCISCO REYES RODRIGUEZ
ENSAYO DE
EL PSICOANALISIS,
LA SEXUALIDAD INFANTIL Y EL COMPLEJO DE EDIPO
ALUMNO: FRANCISCO URBANO
MORENO DIAZ
GRADO: 4° TURNO: MATUTINO
EL PSICOANALISIS, LA SEXUALIDAD INFANTIL
Y EL COMPLEJO DE EDIPO
“Todos los niños, independientes de sus condiciones familiares y socioculturales,
viven esa fantasía universal que es el complejo de Edipo.
Ya sea hijo de una familia clásica, de una monoparental o de una reorganizada,
ya sea que esta creciendo en el hogar de una pareja homosexual
y hasta si se trata de un niño abandonado, huérfano o adoptado,
ningún niño escapa al Edipo.
¿Por qué?
Porque ningún niño, ninguna niña de cuatro años
puede sustraerse al torrente de pulsiones eróticas que se liberan
en él alrededor de los tres o cuatro años
y porque ninguna persona adulta de su entorno inmediato
puede evitar convertirse en el blanco de sus pulsiones
ni en el cauce para canalizarlas”(1)
Infancia es destino, decía Sigmund Freud, pero afortunadamente el destino lo podemos modificar cuando nos alcanzan nuestros complejos sexuales no resueltos, como el famoso complejo de Edipo. Este complejo señala el apego del niño al progenitor del sexo opuesto y su hostilidad hacia el progenitor del mismo sexo. Ante este sufriente deseo y placer que atemoriza al infante respecto a su palpitante deseo sexual por la madre o el padre según es niña o niño solo tiene una salida, olvidarse de todo, borrarlo todo, sufre de una amnesia infantil, donde ya siendo adultos nada sabemos conscientemente de esta historia de deseo y placer sexual que termina siendo tan amenazante para él mismo; ya que este complejo es vivido con una fuerte carga de angustia y peligro de recibir el castigo de la ley paterna por desear a uno de los padres; esta amnesia contenida de fuerzas represivas en la cual cada sujeto oculta el comienzo de su vida infantil quedando al servicio de la represión y siendo así la culpable de no concederle precisamente al período infantil en cuestiones sexuales la importancia que merece. Con esto aludo a lo que Freud dice en una de las que considero mas grande de sus obras, me refiero a “tres ensayos sobre la teoría sexual” en donde produce una nueva teorización sobre lo sexual infantil, dando a conocer a la sociedad que la sexualidad humana comienza ya desde el nacimiento, ya que hay un constante búsqueda de placer a través de la pulsión que es la fuerza motivadora del ser humano y después esta podrá disfrazarse, sublimarse, ignorarse, reprimirse etc. Así es pues que ningún sujeto escapa al complejo de Edipo, ningún sujeto se escapa del peligro de recibir el castigo de la ley de prohibición del incesto por haber tomado como pareja sexual a uno de los padres y que después será sepultado por la” amnesia infantil”.(2)
LA SEXUALIDAD INFANTIL
En la teoría psicoanalítica se atribuye gran importancia a la sexualidad en todo el desarrollo y la vida psíquica del ser humano, es así que en la teoría sexual de Freud, el uso de la palabra sexualidad no designa únicamente a las actividades del funcionamiento de los genitales, si no que Freud da sentido a toda una serie de excitaciones y de actividades existentes desde la infancia y que estas producen cierto placer que no solo se reduce a una satisfacción fisiológica, si no también, una sexualidad con componentes psíquicos y de vínculos amorosos.
Es desde 1905 a 1924 que puede observarse en los escritos de Freud que realiza sucesivas aportaciones a su teoría sexual, obra que sabemos es fundamental para el desarrollo y surgimiento del psicoanálisis como tal; es así que “ Tres ensayos de un teoría sexual”(2) resulta una gran contribución al conocimiento de lo humano en especifico de la sexualidad infantil. Es en este escrito que Freud nos va haciendo distinciones entre los niños y las niñas. Los niños salen del complejo de Edipo gracias a la angustia de castración y las niñas gracias a la angustia de frustración. Tanto la niñas como los niños ven que hay una diferencia de sexos (masculinidad y feminidad). El que sea patológico o no, dependerá de cómo se supere la etapa edípica. El énfasis de esta aportación en el tema de la sexualidad que freud desarrolla no solo de su propio autoanálisis, si no de los recuerdos de sus pacientes; es que este tipo de relación que los niños van estableciendo durante sus primeros años de vida, demuestra que desde su gestación, el infante se ve envuelto en un sexualidad propia que le es dada por el lenguaje, la familia y una sociedad a la que todos pertenecemos. Es también en este escrito que Freud nos menciona las diferentes etapas por las que todos atravesamos, etapas que se entreveran unas con otras y en las cuales podemos dar cuenta que los niños fantasean lo que observan. Otro aspecto importante a resaltar de la teoría sexual infantil es la “angustia de castración” esta importancia que se le da al pene le genera al niño la fantasía de poderlo perder y en la niña, la fantasía de poderlo tener. De ahí que los niños se ven atravesados por el complejo o padecen unas emociones que le hacen sufrir, los mecanismos que ayuden a superar esas vicisitudes son importantes; asi, ambos, niño y niña podrán en marcha unos mecanismos de defensa. Los niños, utilizan como primer mecanismo la negación de la realidad. Los niños piensan “a las niñas ya les saldrá” y al no responder a lo que ven, se pone en marcha el segundo mecanismo: “ella no tiene y yo sí”. En las niñas, el primer mecanismo es negar la realidad, lo que Freud denomina “envidia de pene”(5). El pensamiento de la niña, es de que tiene pene y lo ha perdido y mantiene la idea de recuperarlo, lo que crea en la niña una “herida narcisista”(5), la niña renuncia al pene, y revierte en el deseo de tener un hijo del padre, que mas adelante revisaremos al exponer el complejo de Edipo.
LAS FASES DE LA SEXUALIDAD INFANTIL
Sabemos ya entonces que la sexualidad según el psicoanálisis esta vinculada a toda la actividad corporal y psíquica. El organismo desde el principio va a la búsqueda del placer y a satisfacer sus necesidades internas y el afecto estará modelado por la educación, me refiero a lo moral, fuerza dominada por el superyó que surge con el Complejo de Edipo. Freud nos habla de “pulsiones parciales”(2), “los órganos del cuerpo brindan excitaciones de dos clases, basadas en diferencias de naturaleza química. A una de estas clases de excitación la designamos como la específicamente sexual, y al órgano afectado, como la zona erógena de la pulsión parcial sexual que arranca de el”(2). Porque al inicio el bebe tiene pulsiones parciales como la oralidad y si se resuelven bien éstas se integran en la sexualidad adulta normal. Aunque el objeto del psicoanálisis es el inconsciente, nunca olvida que el psiquismo implica que haya organismo. Habla también de dos tipos de excitaciones: las externas, de las que el individuo puede huir, y las internas que son continuas y no las podemos evadir entre otras cosas porque uno vive con y a través de su cuerpo. Estas últimas excitaciones que mencione, pongo como ejemplo, el hambre, son las que él denomina “pulsiones”(2) (Trieb). “. Por pulsión, podemos entender el comienzo nada mas que la agencia representante (repräsentanz) psíquica de una fuente de estímulos intrasomatica en continuo fluir; ello a diferencia del estimulo, que es producido por excitaciones singulares provenientes de afuera. Así la pulsión es uno de los conceptos del deslinde de lo anímico respecto de lo corporal”.(2). Es decir, para él es un concepto límite entre lo somático y lo psíquico; en base a esto puedo decir que la pulsión es entonces el representante psíquico de las excitaciones nacidas en el interior del cuerpo y que llegan al psiquismo. El ser humano, a diferencia de otros mamíferos que tienen series más pautadas, tiene un comportamiento moldeable que depende de su historia, de su trayectoria y relación con el objeto de afecto. En su teoria de pulsión y destinos de pulsión escrito en 1915, Freud nos menciona de “la pulsión”(6), y nos dice también, que hay cuatro aspectos: el origen, fuerza o impulso de la pulsión; la fuente que representa el proceso orgánico y lugar dónde se pone en marcha esta excitación; el fin pulsional, satisfacción pulsional con la que se acaba la necesidad y esto crea placer; y el objeto de la pulsión que es lo que da la variabilidad al ser humano. Este objeto es a través del cual la pulsión tiene su fin. El objeto puede ser el otro, un aspecto parcial del otro, uno mismo o incluso un objeto real o imaginario. Por todo ello, Freud ve en el ser humano desde un inicio esta relación entre sexualidad, placer erótico y las funciones orgánicas claves para la supervivencia. De las pulsiones sexuales infantiles podemos distinguirlas en tres fases: “ la fase oral”, en la cual la zona dominante es la boca(7), esta abarca los primeros 18 meses del lactante, por ejemplo el bebe llora porque necesita y el otro da, es una relación “chupadora” por necesidad. La alimentación no es si la satisfacción optima, en ella va el placer de succionar, de chupar, la cual es calificada de sexual; si la persona queda muy fijada en la oralidad habrá un deseo de “extraer algo” (sacar provecho). “la fase anal, donde el que prevalece es el ano”(7), esta se desarrolla durante los dos y tres años, el ano es la zona de placer, fuente de excitación sexual de la mucosa anal provocada por la contracción de retener a fin de evacuar y no solo en si el placer orgánico de defecar como necesidad corporal; en esta etapa se le pide al niño un control de esfínteres, que madure. El niño puede frustrar o complacer al adulto. Lo que importa es el control y el dominio sobre el otro. Por ultimo la fase fálica con la primacía del fantasma del órgano genital masculino (falo)” (7) , esta fase es la que precede al complejo de Edipo y la angustia de castración. Se da entre los tres y cinco años de edad, el infante se interesa por su zona genital, por quien tiene o no tiene pene, por lo tanto, es esta fase el niño reconoce como real solo lo que ve. Se considera como la etapa que corresponde al final del desarrollo sexual, es decir a su organización genital definitiva; además de ser el núcleo de las neurosis por que es a través del desarrollo del complejo de Edipo que ocurren aspectos importantes para la estructura de la personalidad.
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