La muerte en el ciclo vital

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Marta carriel.

¿Es la muerte la parte fea del ciclo vital?

Introducción.

En el presente ensayo abordaremos el tema de la muerte, lo que significa tanto para la persona que va a morir y las personas en su alrededor, como viven y las actitudes que adoptan en este proceso. También veremos algunos motivos que pueden llevar al suicidio y como se siente la familia respecto a eso.

La muerte está más presente en el ciclo vital de la vejez, por temas de causas naturales como son las enfermedades, entre las más frecuentes las de índole mental y deterioros físicos, además  las enfermedades del corazón, los tumores malignos y las enfermedades cerebro-vasculares. Perdomo.V.(1996). Pero la muerte también se hace presentes en otras áreas del ciclo vital que se pueden generar por accidentes principalmente, suicidios o enfermedades.

Aunque hoy en día la esperanza de vida haya aumentado, la muerte siempre estará presente en nuestras vidas, es algo que por medio de procesos, tenemos que normalizar y aceptar.

No es que morir sea feo, eso posiblemente pocas personas lo saben y digamos que esas personas no viven para contarlo, simplemente se puede creer que es feo porque la muerte genera sentimientos que son difíciles de llevar para una persona o una familia entera. El proceso de muerte puede ser visto de tantas maneras como personas posibles, pero antes de eso debemos situarnos en la esperanza de vida, la cual hoy en día ha aumentado y se sitúa en torno a los 80 años (unión europea, eurostat,2002). Esto indica que ha cambiado también la visión de cuantos años podremos vivir y debido a esto como una persona puede verse y proyectarse a lo largo de sus años, normalmente cuando la persona se proyecta no incluye en estos planes como desea morir, no se imagina cómo será su muerte, que enfermedades puede atravesar, como será su familia, a quien va a dejar, por quien va a ser dejado, si cumplirá todas sus locuras o metas, hasta que llega el día en que tienen que hacerlo, tienen que pensarlo porque van a morir. Tampoco piensan como van a fallecer sus seres queridos, sus padres, hijos, amigos etc, es algo que tendemos a evitar por lo difícil que es de llevar, en el momento en que estos sucesos pasan se desatan varios procesos intrapsiquicos y emocionales.

Bueno en nuestro entorno social el tema de la muerte es digamos un tema tabú y aceptémoslo, es un poco difícil hablar con nuestros seres queridos acerca de la muerte, principalmente porque  la persona que toca el tema no quiere ser dejado y tampoco quiere dejar a alguien, imaginar tan solo pasar por un momento así conlleva bastantes emociones fuertes. pasar por un proceso de duelo es algo complicado y doloroso incluso hasta de imaginar por lo que con razón evitamos el tema, asimismo  lamentablemente evitamos hasta a las personas moribundas, y en general, todos aquellos que están en riesgo próximo de morir, por lo que estos son llevados a hospitales o a centros de cuidados paliativos, es por esto que una muerte se produzca en una casa o un lugar externo al hospital o hogar es algo que se ha convertido en algo completamente extraño. Malla,R( 2000).

En cuanto una persona sabe que su muerte esta próxima se generan  secuencias de etapas en las cuales atravesaran variados estados emocionales que aparecen y reaparecen y que permiten a los enfermos afrontar su situación y elaborar el duelo por su propia muerte. Ross,K (1975). Las fases pueden oscilar entre shock, negación, ira o rabia, pacto, depresión y aceptación.

En la fase del shock un diagnostico o la certeza de padecer una enfermedad mortal provocan sentimientos de conmoción y de incertidumbre, estos sentimientos pueden generar a su vez ansiedad, hiperactividad, insomnio, agitación, incluso apatía. Estas emociones pueden retrasar el inicio de las actuaciones médicas y la toma de decisiones practicas por parte de la persona enferma. En la negación el enfermo se niega a creer su estado terminal, se convencen a si mismo que las pruebas están erróneas o que se curaran de forma milagrosa, la negación no obstante, nunca es total, suele alternarse con momentos en que la persona tiene clara conciencia de padecer una enfermedad terminal, en estos casos la familia puede adoptar una postura de silencio, evitando cualquier situación en la que deba hablarse la proximidad de la muerte; en estos casos el enfermo terminal no puede hablar con nadie de sus sentimientos de miedos o dudas, no puede tomar disposición para después de su muerte o despedirse de sus seres querido y, como resultado se siente solo y aislado del sufrimiento.

La ira o la rabia, en estas emociones suele surgir la pregunta ¿Por qué yo?. La persona sin importar como se comporte un otro se va a enfadar, independiente si se preocupa o no se preocupa del enfermo terminal. A veces la ira se manifiesta en forma de envidia hacia los demás por el hecho de estar vivos y tener buena salud. Es necesario poder expresar la rabia que se siente para poder para poder librarse de ella, y aunque es una situación difícil para los cuidadores, es preciso no olvidar que no es contra ellos a quien va dirigida la ira, es contra la enfermedad, contra la pérdida de control sobre la propia vida y contra el miedo. En el pacto la persona intenta negociar su muerte, prometiendo a Dios, al destino o la muerte cualquier cosa con tal de tener más tiempo. Esta situación de pacto indica que la persona parece haber aceptado que si tiempo es limitado, que la vida es finita. Es frecuente que los cuidadores no sepan que el paciente atraviesa esta fase, puesto que suelen ser negociaciones privadas y no pueden ser comentadas con nadie. Los enfermos pueden decidir luchar contra la enfermedad o resignarse y deprimirse. En la depresión los enfermos comprenden que sus intentos de rechazar y negar la enfermedad y los de los médicos por curarla han fracasado. La persona carece de fuerzas y de deseos de interesarse por lo exterior; pueden negarse a comer, a recibir visitas, etc. Cuando una persona se sienta así es importante permitirles expresar su dolor y sus pensamientos, aunque pueda resultar en extremo doloroso. La persona moribunda necesita poder llorar acompañado y mostrar su tristeza. La última y más ideal es la aceptación, puede parecer cuando el moribundo este cansado, débil y comprende la inutilidad de seguir luchando por lo inevitable. Malla,R( 2000). También se puede dar cuando la persona se sienta plena y crea que ha logrado todo en su vida, puede ser haber formado una familia plena, lograr las metas laborales, mantener cercanía con sus familiares etc.

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