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Enviado por Diurne • 4 de Junio de 2014 • 1.551 Palabras (7 Páginas) • 416 Visitas
Teoría del aprendizaje
Haciendo una breve reseña sobre la teoría de Dollard y Miller, podemos comentar que constituye una teoría del refuerzo ubicada dentro de la tradición ambientalista por cuanto desarrollaron una teoría conductista del aprendizaje en base a la idea de refuerzo, con la que intentaron explicar, especialmente, el aprendizaje de la imitación, de la personalidad y de la conducta neurótica y su abordaje psicoterapéutico. Para ellos, los cuatro elementos básicos del aprendizaje son el impulso, la indicación, la respuesta y la recompensa (Hill, 1985).
Neal Miller (n.1909) y John Dollard (n.1900) son investigadores anglosajones con amplia experiencia: el primero en psicología experimental, y el segundo en psicología clínica y ciencias sociales. Esta diversidad de enfoques fue muy fructífera a los efectos de construir una teoría del aprendizaje. Miller se abocó sobre todo al análisis teórico, mientras que Dollard fue más bien el responsable de las aplicaciones prácticas a la psicología de la personalidad, la psicología anormal y a la psicología social. El sistema de Miller no difiere mucho del de Skinner, salvo en lo referente al vocabulario, las técnicas experimentales utilizadas, y al hecho de que es más teórico. Al mismo tiempo, constituye una simplificación de la teoría de Clark Hull (Hill, 1985).
Para Miller, los cuatro elementos esenciales del aprendizaje son el impulso, la indicación, la respuesta y la recompensa.
Podemos decir en cuanto al concepto de “impulso”, que es un estado de excitación del organismo, que estimula al individuo a la acción, por lo que Miller lo considera la base de la motivación.
Cualquier estímulo, si es lo suficientemente fuerte, actúa como un impulso. Los estímulos pueden ser externos (un dolor por algún golpe) o internos (el hambre o la sed). Algunos estímulos internos pueden también provenir de los cambios fisiológicos en el cuerpo cuando sentimos enojo o temor, creando así los respectivos impulsos de ira y temor.
Ejemplificamos el término “indicación”, como si tenemos hambre y estamos caminando por la calle, la respuesta que reducirá el hambre será entrar a un bar, mientras que si estamos en nuestra casa, será ir a la cocina y preparar algo. Esto significa que la respuesta que instrumentemos no depende solamente de su propiedad de reducir el impulso (ser recompensada), sino también de ciertas “indicaciones”, que pueden definirse como ciertos estímulos (restaurante, cocina) cuya función es orientar la respuesta.
A la expresión “respuesta”, Miller y Dollard parten del supuesto de que un impulso tiende a descargarse a través de una respuesta, es decir, a reducirse (o aún eliminarse) a través de ella. Si el impulso es el hambre, la respuesta que reduce el impulso es comer.
Ahora bien, la situación difiere según que el organismo se encuentre en una situación no familiar, o en una situación familiar. Las situaciones no familiares son aquellas donde el organismo no sabe qué tipo de respuesta puede dar para reducir el impulso. Tal es el caso de un bebé para el cual el entorno es desconocido, o para un organismo adulto que se topa con un entorno nuevo o muy poco familiar.
En una situación no familiar, como el organismo no sabe qué respuesta ejecutar para reducir el impulso, su actividad tiene poca dirección y realizará una serie de conductas diferentes. Puede ocurrir que una de esas respuestas sirva para reducir la intensidad del impulso. Por ejemplo, la huida sirve para reducir un impulso doloroso como la corriente eléctrica.
En una situación familiar, en cambio, el organismo ya sabe qué respuesta dar frente a tales o cuales estímulos fuertes (impulsos). Por lo tanto, podemos decir que en un entorno no familiar, el organismo procede por ensayo y error hasta dar con la respuesta adecuada, mientras que en una situación familiar ejecutará directamente la respuesta adecuada, precisamente por conocer los diferentes estímulos y sus consecuencias en cuanto a si reducen o no el impulso.
Y para finalizar en cuanto a los cuatro elementos esenciales del aprendizaje, mencionamos la expresión “recompensa”, que no es más que la reducción del impulso. Alimentarse es una recompensa en tanto implica reducir el hambre, y huir es una recompensa en tanto involucra reducir el estímulo doloroso. Para Miller y Dollard, entonces, lo que se aprenden son las respuestas recompensadas, es decir, las que reducen el impulso. La reducción del impulso es, así, la operación básica del aprendizaje.
Un modelo muy conocido en el ámbito de experimentos psicológicos es la caja de trucos de Thorndike, la que consta de una jaula donde existe, entre otros elementos, una soga que, al tirarla, hace ingresar alimento. Si colocamos un animal en la jaula por primera vez, será un ambiente no familiar. El animal tiene hambre y empieza a ejecutar una serie de conductas diferentes hasta que tira de la soga. En ese momento
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