CARACTERÍSTICAS DEL NIÑO Y LA NIÑA DE 11 AÑOS

      A los 11 años los niños terminan la Educación Primaria.[pic 1]

      Los psicólogos no se ponen de acuerdo sobre si estos niños han dejado de serlo y ya son preadolescentes o si, por el contrario, es el final de la niñez. Ya no son niños, pero aún no son adolescentes, ni siquiera podríamos considerarlos como preadolescentes, por lo que es una etapa puente entre la niñez y la preadolescencia. En el alumno/a vemos que quedan secuelas de la etapa anterior, pero ya se vislumbran rasgos de la próxima, tanto por las transformaciones intelectuales y físicas como por la inquietud y agitación que aparecen en el niño.[pic 2]

      A los 11 años, su inteligencia parece adoptar un aire más dinámico dentro de su sistema de acumulación de conocimientos y de ordenación de los mismos. Sopesa sus ideas y somete todo aquello que realiza a una crítica más rigurosa.[pic 3]

      Aparecen las «operaciones formales»: ya no sólo es capaz de razonar sobre los objetos, estableciendo relaciones entre ellos, sino sobre las propias relaciones entre sí. Comienza la aventura de la sistematización de los conocimientos y el saber científico.[pic 4]

      A partir de esta edad, los cambios que puede haber en los aspectos básicos de la inteligencia son mínimos. Unos test aplicados a un niño de 4 o 5 años nos pueden dar unos resultados muy altos al medir inteligencia, pero no por eso podemos predecir que ese niño será un superdotado; su inteligencia ha podido tener un desarrollo precoz y luego quedarse estancada en unas aptitudes normales, o por el contrario, puede haber un retraso evolutivo y posteriormente estabilizarse.[pic 5]

      A esta edad ya podemos predecir, con ligeros márgenes de error, en qué nivel están situadas las aptitudes intelectuales básicas. Las diferencias relacionadas con la aptitud tienden igualmente a manifestarse con más claridad y, lo que es curioso, el propio niño no suele engañarse con respecto a sus capacidades así como también suele saber si su rendimiento se ajusta a su nivel de capacidad: por eso no le hacemos ningún favor tanto si queremos hacerle creer que sus aptitudes son superiores a lo real (en el caso contrario es aún peor, indudablemente) como si le hacemos alabanzas que sabe que no merece.[pic 6]

        A estos chicos y chicas hay que «manejarlos» con mucha habilidad, pues en general no aguantan la «mano dura».        La figura del maestro/a es importante, sigue siéndolo todavía, por lo que las cosas serán más fáciles si «cae bien», siendo justo y firme, y que los niños lo capten así, porque cuando el profesor provoca en la clase sentimientos de hostilidad o desprecio ese sentido moral o ético de niño/a, del que hemos hablado en edades anteriores, tiene expresiones tan sui generis, que varios estudios realizados nos demuestran que un hecho como puede ser el copiar en los exámenes, se puede considerar justificado y hasta inteligente si la relación con el maestro es negativa; pero si la relación clase-profesor es positiva, el copiar se considera en cierto modo deshonesto, como una forma de traicionar la confianza y un intento desleal de obtener ventajas sobre los demás.        En cuanto a la temática de la evolución de la moral, y enfocada esta vez a través de las reglas del juego, vemos cómo el niño/a espera que en los juegos con los compañeros no se hagan trampas, aunque aún le resulta muy difícil respetar las reglas, por lo que se volverá agresivamente contra el que se ha atrevido a quebrantarlas mostrando indignación ante este hecho.        En este niño/a se están realizando transformaciones orgánicas y fisiológicas que son causa (a1 menos relativa) de cambios psicológicos: crece y se reorganiza fisiológicamente, consume un enorme caudal de energía física con una reactivación psicomotora amplia, rica y múltiple. Cuando hace algo, lo hace intensamente, hasta quedar agotado, y sus estados de ánimo son muy variables, ya que en su interior hay muchas perturbaciones propias del crecimiento que le resultan desconocidas y le impulsan a reflexionar sobre sus propios sentimientos con un gran sentido de trascendencia y seriedad. Le gusta tener momentos de intimidad para poder sentir su vida interior, pensando, soñando, fantaseando, sobre todo en su cama antes de dormirse, pero en general a lo largo del día; en muchos momentos puede parecer que está distraído, indeciso, ya los ojos del adulto puede parecer que simplemente está haciendo el “vago”.        Cuando está en grupo, el niño/a se presenta como despreocupado, alegre y juguetón, pero que esto no nos lleve al error de creer que se comporta lo mismo cuando se encuentra consigo mismo a solas. Está en una espera de «lo que viene», no sin mucho temor por ello, y además se siente insatisfecho con  “lo que es”. La fase de crecimiento físico viene a dar una primera confirmación de su espera. Hay un gran interés por su propio cuerpo, que le conduce a una gradual sensualidad, que alcanzará su máxima intensidad hacia los 14 años.  [pic 7][pic 8][pic 9][pic 10][pic 11]

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