CESAREA.
Enviado por arleth220698 • 21 de Septiembre de 2014 • Práctica o problema • 837 Palabras (4 Páginas) • 181 Visitas
Es imprescindible en caso de
• Prolapso de cordón. El cordón umbilical sale a la vagina antes que el bebé y la cabeza lo presiona, tanto como para que deje de pasar sangre por el cordón y el bebé no reciba oxígeno.
• Desprendimiento de placenta antes o durante el trabajo de parto. Se produce una hemorragia y el bebé puede dejar de recibir oxígeno si no se actúa con rapidez. La madre suele sentir un dolor abdominal intenso y la vida del bebé corre serio peligro si no se lleva a cabo una cesárea en el menor tiempo posible.
• Placenta previa total colocada en la salida del útero, de forma que obstruye el paso del bebé. Es frecuente que la madre presente un sangrado que avise del problema. Únicamente se diagnostica al final del embarazo.
• Mal posicionamiento fetal. En ocasiones los bebés están colocados de una manera que hace imposible que salgan y ya no pueden cambiar de posición. Por ejemplo, si se inicia el parto y el niño está en posición transversal.
• La madre sufre una cardiopatía descompensada u otras enfermedades graves. Estas complicaciones son afortunadamente muy raras, y en total se dan en menos del 5 por ciento de los partos.
Es probable en caso de
• Pelvis estrecha. Es raro, pero puede darse en madres que tuvieron raquitismo en la infancia u otras malformaciones. Además, la postura para dar a luz influye en el paso del bebé. Numerosos estudios han demostrado que parir acostada o con las piernas en alto además de absurdo es peligroso, porque favorece que el niño se atasque y no baje. Sin embargo, en cuclillas la apertura de la pelvis aumenta en un 30%. La rotura artificial de la bolsa de aguas o la administración de oxitocina estando la madre acostada también dificulta que los bebés bajen.
• Presentación de nalgas. En los últimos años se ha promovido la cesárea en los partos de nalgas, sobre todo en las primíparas. Pero los estudios médicos demuestran que es viable un parto vaginal ante una presentación de nalgas con cabeza fetal flexionada, peso fetal equilibrado y pelvis materna normal.
• Tumores que obstaculizan el paso del bebé. Suelen ser miomas uterinos. Conviene esperar a que se inicie el parto y ver cómo evoluciona.
• No dilatar. El miedo, la tensión ambiental, sentirse sola u observada por el personal sanitario... todo esto hace que el cuerpo se bloquee y la dilatación se estanque. En estas circunstancias, si la mujer se queda sola un rato, sin observadores, casi siempre puede dilatar fácilmente.
• Pérdida de bienestar fetal. El bebé, en el transcurso del trabajo de parto, muestra alteraciones en su latido cardiaco que se mantienen y acentúan con el tiempo, y en los que se valora una pérdida progresiva de su capacidad de recuperación. Pero en ocasiones este malestar es debido al uso inadecuado de oxitocina o a que la madre permanezca tumbada.
• Cesárea anterior.
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