Caso Depresion
Enviado por mcpedrosa • 5 de Septiembre de 2014 • 1.824 Palabras (8 Páginas) • 388 Visitas
Fundación Foro
Psicoterapias Cognitivas Contemporáneas
Trabajo práctico 1er cuatrimestre – 2012
Análisis Caso Clínico: Gisela.
Alumna: María Constanza Pedrosa.
Fecha de entrega: Martes 14 de Agosto.
2012
Análisis del caso Gisela.
Gisela realiza la consulta debido a que hace un mes presenta dificultades para conciliar el sueño. Durante la primera entrevista, se detectan otros motivos latentes como: estar estresada por su trabajo, desgano para los quehaceres domésticos, angustia sin motivo aparente, dificultad para tomar decisiones, temor a que su novio la abandone debido a su estado de ánimo, entre otras cosas.
Dado el material presentado por la paciente, la primera hipótesis en este caso es un Trastorno del Estado de Ánimo, según el DSMIV, pudiéndose tratar de un F.32x Trastorno Depresivo Mayor [296.2x] o un F34.1 Trastorno Distímico [300.4] Poseen características similares, aunque se diferencian por la intensidad de las manifestaciones, la persistencia -crónico o episódico- y el inicio -fásico o insidioso-. Entre los criterios de diagnóstico, reconocemos en Gisela: estado de ánimo depresivo que está presente la mayor parte del día, por un período de un mes, baja autoestima, aumento de la autocritica, sentimientos de culpa o tristeza, dificultad para conciliar el sueño (insomnio), falta de energía, sentimientos de inutilidad, falta de apetito.
Dentro del Diagnostico multiaxial que se presenta en el DSMIV, y a partir de lo expuesto por Gisela, podríamos inferir que la paciente:
Eje I: F.32x Trastorno Depresivo Mayor [296.2x] – diagnostico presuntivo –
Eje II: -
Eje III: -
Eje IV: Problemas laborales (refiere estar estresada, con mucha presión de sus supervisores), cambio de hogar (se mudo recientemente con su pareja),
Eje V: Escala de evaluación de la actividad global (EEAG): 60 Síntomas moderados (insomnio, angustia, sentimientos de inutilidad, falta de energía, entre otros) o dificultades moderadas en la actividad social, laboral o escolar (temor a que su pareja la abandone, dificultades en el desarrollo de su trabajo).
En base a lo que paciente desarrollo en la sesión podemos realizar un diagnostico diferencial ya que las historias de un episodio mixto, episodios maníacos y episodios hipomaníacos excluyen un posible diagnóstico de trastorno depresivo mayor. Se codifica trastorno bipolar II cuando a la par del trastorno depresivo mayor, se da un episodio hipomaníaco. Sin embargo diagnosticamos como trastorno bipolar I cuando la comorbilidad con el trastorno depresivo mayor la impone la presencia de episodios maníacos, episodios que por el momento no aparecen en la historia de la paciente.
Este trastorno debe ser diferenciado de lo que es un trastorno del estado de ánimo debido a enfermedad médica, ya que este diagnóstico se da cuando la alteración del ánimo es como consecuencia fisiológica directa de la enfermedad médica. Esta decisión de distinción entre un trastorno y otro debe basarse en la historia clínica, la evolución y la exploración física, datos que tampoco aparecen en el relato de Gisela. Al igual ocurre con el trastorno del estado de ánimo inducido por sustancias. Se cataloga así cuando hay una alteración en el estado de ánimo que es consecuencia directa de sustancia, por lo que es la sustancia la que está provocando esa alteración en el ánimo, modificación que puede confundirse con los síntomas en un trastorno depresivo mayor.
El trastorno depresivo mayor y el trastorno distímico pueden confundirse, aunque se diferencian en base a la gravedad, la persistencia y la cronicidad. El diagnóstico diferencial entre ambos trastornos puede resultar complicado debido a que ambos comparten síntomas similares. No obstante, como mencionamos anteriormente, el trastorno distímico se caracteriza por síntomas depresivos menos graves y crónicos, que se han mantenido durante muchos años.
El trastorno esquizoafectivo, puede también confundirse con un trastorno depresivo mayor con síntomas psicóticos, por criterios de duración, ya que en el trastorno esquizoafectivo debe haber, por lo menos, dos semanas de ideas delirantes o alucinaciones que aparezcan en ausencia de síntomas afectivos. Dado que Gisela no presenta alucinaciones o ideas delirantes, podemos inferir que no presenta el trastorno esquizoafectivo.
La hipótesis cognitiva estaría basada en la idea en la existencia que tiene la persona de juicios negativos, experiencias de fracaso, indefensión aprendida, ausencia de control, atribuciones negativas. La depresión va a ser el resultado de esquemas inadecuados, rígidos y absolutos que le predisponen a percibir la situación en términos de amenazas y peligros. Se debe a una distorsión cognitiva, en la que el depresivo distorsiona la realidad viéndose de forma negativa en la triada cognitiva: el sí mismo, el mundo y el futuro. Gisela tiene una estructura de significados repleta de pensamientos negativos automáticos y errores cognitivos, que es lo que le está produciendo la depresión. Estos significados son los que da a sus vivencias de cada día, por lo que al ser irracionales le provocan un gran sufrimiento emocional. Reconocemos pensamientos automáticos como: “todos los reclamos me tocan a mí”, “seguro que él va a tomar una mejor decisión”, “estar conmigo es aburrido”; así como distorsiones cognitivas: pensamiento dicotómico: “no hago nada bien, nada les alcanza”, generalización excesiva: “siento que no puedo hacer nada sola”, lectura de pensamiento: “si no hago las cosas bien, me va a dejar”. Estos sesgos sistemáticos en el procesamiento de la información, junto a la tríada cognitiva producen las alteraciones en el procesamiento de la información que se manifiestan en la depresión. Las emociones y las conductas típicas de la depresión están determinadas en gran medida por la forma en que el depresivo percibe
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