Como se da La Inteligencia emocional en las empresas

La Inteligencia Emocional en una Empresa

Christian Armando Dávila Grados

Se conoce y se ha hablado mucho acerca del Coeficiente Intelectual o CI, de que es un muy importante predictor de la capacidad de afrontar los retos cognitivos que exige una determinada posición en el colegio, en la universidad o en la vida laboral, o en pocas palabras se cree de que el coeficiente Intelectual definirá el éxito profesional de una persona. Sin embargo, Daniel Goleman (1996), nos indica que pensar en que el coeficiente intelectual da cuenta de casi el 20% del éxito profesional, es una falacia; porque no es más que una estimación que no explica los demás factores que determinan el 80% restante y en modo alguno significa que esos factores dependen de  variables estrictamente ligadas a la inteligencia emocional. Se debe entender que es lo que tiene más influencia en el éxito profesional, por lo tanto la interrogante que muchos profesionales se hacen es si La inteligencia emocional influye directamente en el éxito profesional, esta pregunta es sencilla o difícil de responder según el contexto en el que se apliquen los conceptos que se desglosarán en este artículo.

Guilera (2007), menciona en su libro “Mas allá de la Inteligencia Emocional” que estamos en una época de gran culto al músculo, a la competición deportiva, al estado de forma y a la belleza física. Un claro ejemplo de esto es la tendencia televisiva que se tiene en el Perú y Latinoamérica a los programas de destreza física; pero también menciona que existe una cierta cantidad de personas cada vez mayor, interesadas en el funcionamiento y cultivo de sus capacidades mentales, de tal modo que enfatiza que hemos aprendido a veces dolorosamente a través de seres muy cercanos, que el cerebro puede envejecerse o deteriorarse incluso en cuerpos perfectamente cultivados y dotados.

Guilera (2007), también menciona que se debe recalcar que durante más de 3 siglos se ha relacionado a la inteligencia con las capacidades de razonamiento y de pensamiento analítico, pero de la última década del siglo pasado se ha hablado extensamente con un tremendo impacto en el gran público y en los medios científicos, de la, hasta entonces olvidada inteligencia Emocional. Ahora se ha entendido ya que, con independencia de lo que digan los mal llamados test de inteligencia, no podemos ser realmente inteligentes si nos olvidamos de manejar con autocontrol, equilibrio y empatía nuestras emociones. De esta manera se enfatiza en que no es suficiente con ser muy hábil en cierta rama profesional, sino que también es necesario tener otras virtudes como por ejemplo la empatía, el liderazgo, el manejo de personal, el trabajar bajo presión, la asertividad, entre otros; que son cualidades que la mayoría de gerentes en el mundo demuestran tener.

“El emprendimiento ha sido objeto de gran interés en el campo de la investigación por su capacidad para dinamizar el crecimiento económico.”(Yang & Dess, 2007).

Es importante también mencionar que Awwad & Ali (2012), sustentan que el entorno dinámico, global y desafiante que afrontan los empresarios y directivos en la actualidad requiere que estos sean emprendedores si desean que sus empresas sobrevivan. En este contexto, los investigadores han pretendido de forma creciente comprender los antecedentes de la orientación emprendedora y sus consecuencias en términos de la contribución al crecimiento potencial de la empresa. Esto es especialmente importante en el ámbito de las pequeñas y medianas empresas (PYME), pues el emprendimiento en la misma puede proporcionarle una ventaja distintiva sobre sus rivales que sustente su supervivencia. Sin embargo, el conocimiento de los factores que hacen que los empresarios y directivos actúen de forma emprendedora es aún limitado, siendo necesario nuevas aportaciones en este ámbito.

Ante la evidencia que sugiere que la IE podría predecir los resultados en el trabajo, es razonable esperar que este constructo también prediga otras formas de éxito en la carrera profesional de un individuo. Varios autores han argumentado que la IE  puede constituir un predictor de los resultados del emprendimiento, por lo que puede tratarse del factor olvidado en las investigaciones sobre emprendimiento, dado que la IE puede estar correlacionada con el éxito de los emprendedores, es relevante analizar esta relación.

Según Lopez & Martinez (2012), en su artículo “La inteligencia emocional y la ventana del lider en los directivos turísticos, mencionan que desde hace años se estudian las características de los jefes desde múltiples posiciones, como las psicológicas, las antropológicas y las neurofisiológicas; para encontrar las invariantes presentes en el actuar de jefes exitosos. El concepto de éxito en cada caso tiene también un carácter relativo partiendo de las condiciones históricas y de la esencia del éxito. Sin embargo, desde la aparición de los estudios sobre inteligencia emocional se ha producido un verdadero movimiento de aplicación de ese tipo de inteligencia para el análisis y la evaluación del desempeño de personas e instituciones. Existe diversidad de obras relacionadas con la Inteligencia Emocional (IE) y su relación con el Liderazgo, esto evidencia que hay aspectos del actuar de los jefes que demuestran que el convertirse o no en líderes tiene una enorme relación con sus estilos de dirección. Y esto es algo que se percibe en el día a día en las empresas.

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