Comprender A Los Niños Y Niñas Para Transformar La Practica Educativa

COMPRENDER A LOS NIÑOS Y NIÑAS PARA TRANSFORMAR LA PRÁCTICA EDUCATIVA

Para lograr un buen criterio de intervención docente se necesita del total conocimiento sobre lo que ocurre en el aula. Esto se puede lograr mediante la reflexión a partir de una teoría. Dicha teoría puede ser reconstruida, para obtener una visión más amplia, realizando un “inventario” donde se analicen las ideas que nacen de la práctica. Siguiendo a esto se “depuran” algunas otras teorías científicas articulándolas para comprender y regular mejor nuestra práctica docente. Por este camino se puede ir construyendo una teoría sin alejarse de los supuestos teóricos que son aplicados por la comunidad científica. Se acude a la teoría para entender la práctica. En este sentido esto puede conducir al establecimiento de criterios de intervención útiles y bien fundamentados para así crear una práctica innovadora.

Actuar con sentido

En el nivel preescolar se pone de manifiesto el fracaso de la enseñanza tradicional debido a que las estructuras preestablecidas de las tareas escolares que son más útiles en otros niveles ya que se utiliza el lenguaje verbal para llevarse a cabo, y esto resulta ineficaz al trabajar con niños y niñas más chicos. Se dio un gran cambio al hacer que la tarea sea inducida directamente por el material que se oferta, de esta forma se evitaría el utilizar el lenguaje verbal como única herramienta para las tareas escolares. Gracias al material se pueden manipular o dar a conocer diferentes conceptos que pueden ayudar a las capacidades de los niños, pero para que esto suceda no solo se debe cubrir con las necesidades perceptoras si no que se debe establecer un puente para descubrir diferencias pero también organizarlas y esto se puede lograr gracias a la utilización de la representación simbólica que ayude a pensar más allá de lo perceptivo.

Para que se pueda reproducir la organización de los datos percibidos es necesario además llevar a cabo la realización de una actividad planificada y llevada a cabo por un sujeto que tiene intereses e intenciones. Gracias a la organización de los datos percibidos se dará el aprendizaje en los niños.

La forma en que se planifique alguna actividad depende de lo que el sujeto pueda interpretar y desarrollar en su cabeza. Además de las intenciones que lo motiven a realizarla. Esto hace que dicha actividad tenga sentido para el sujeto que la realiza y así la actividad lograra contribuir al aprendizaje. Y este se podría convertir en un buen criterio para elegir las actividades. El profesor puede intervenir en la actividad siempre y cuando no destruya el proceso con el pretexto de irlo mejorando para obtener mayor beneficio. Hay actividades que siempre suelen tener sentido para los niños como la alimentación, la higiene, el cuidado de las cosas etc. todas están a los niños les resultan familiares y pueden anticiparlas.

Participar en actividades conjuntas

Cuando el niño interactúa en actividades con quienes se ocupan de su cuidado, ayuda al proceso de reedificación de la actividad. Desde que el niño es un recién nacido puede dar a conocer sus necesidades pero está sujeto totalmente a lo que los otros interpreten de éstas. Es por esto que afirma que la comunicación se logra a partir de los significados que le son atribuidos por quienes escuchan.

Es importante, que se dé la oportunidad de que los niños participen en las actividades de acuerdo a su manera, por esto la actividad debe ser realizada por turnos, entre el docente y el alumno, y terminada entre los dos. Es trascendente que el adulto sepa jugar con las posiciones para ser intercambiadas entre él y los niños. Este cambio facilita el distanciamiento inminente de uno y otro, y el nacimiento de la subjetividad de un individuo. Para lograr que exista dicha interactividad es necesario que el adulto “se ponga en el lugar” de los niños para que pueda entender las interpretaciones de ellos y hacerse entender el mismo, así como ampliar las murallas actuales de su entendimiento. También debe situarse “un poco delante de ellos” para confiar en sus posibilidades y motivarlos para mejorar en ellas (conjunto de bases teóricas brunerianas).

Actuar, conocer y pensar

La actividad mental surge y se desarrolla a través la práctica. La representación es traer algún recuerdo a la mente u anticipar lo que aun no pasa. En la medida en que el niño sea participe en actividades las representaciones serán desarrolladas.

Los objetos, en la forma más general, permitirán que el niño experimente y obtenga aprendizajes de manera continua.

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