Conducta emocional.

Conducta Emocional

Angélica Hernandez Cárdenas.

La psicología junto con la filosofía de la mente, intenta explicar la conducta humana a partir de los Estados Mentales, sin embargo la diatriba a la que se enfrentan las distintas corrientes filosóficas como el Funcionalismo, La teoría de la Identidad y el conductismo, es que inician su análisis en el dualismo cartesiano, hecho que sin duda dio lugar a la modernidad filosófica y a la vida como la conocemos hoy en día.

El punto de partida de este ensayo consiste en entender a la Conducta Emocional, como un elemento central en la explicación sobre los estados mentales y su relación con la filosófica de la mente, para tal tarea será necesario realizar una aproximación preliminar al proceso emocional identificando sus orígenes y contrastándolos con las distintas teorías.

Si partiésemos de aquella vieja distinción entre cuerpo y alma, podríamos asegurar con total facilidad que toda persona encuentra certeza individual a partir de sus propias emociones, pues cada quien siente el mundo de manera distinta y sobre ello ni siquiera el lenguaje puede explicar con su cumulo de palabras aquel infinito espacio de sensaciones y emociones. La corriente funcionalista en su definición más básica intenta reducir la expresión emocional a la activación neuronal de la persona, incluso la versión homuncular intenta descomponer las intenciones a su expresión más básica, quizás el error de estas perspectivas consiste en ignorar por completo el entorno que rodea el individuo.

No obstante a lo anterior ¿Cómo explicar entonces la conducta humana y mejor aún que relación se establece con los estados emocionales?, en primer lugar debemos indicar que los estados emocionales se expresan en dos dimensiones a nivel de conducta externa y en la dimensión de la conducta interna, al tiempo que es necesario tomar en cuenta dos variables principales, la herencia y el entorno del individuo a partir de las cuales se expone la conducta emocional.

Morgan (1972), responde a nuestra pregunta sobre el desarrollo emotivo humano a partir de su analogía con un árbol, suponiendo que en la parte del tronco o estructura central se encuentra el estado de Excitación, y en cada una de las ramas está desagregada las formas que constituyen las diferentes expresiones emotivas, este boceto se desarrolla en un periodo de tiempo de 18 meses para un recién nacido, realizando una estimación básica según la cual se tiene de un lado al placer, en contraste con la angustia y sus posteriores desarrollos emocionales como la euforia de una parte y el disgusto el miedo y la ira por el otro, desde luego asociado inicialmente a las necesidades innatas de responder a las necesidades fisiológicas.

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