Cuando El Adolescente No Quiere Estudiar
Enviado por marcopsicologo • 27 de Diciembre de 2013 • 912 Palabras (4 Páginas) • 482 Visitas
Todos sabemos que la adolescencia no es una época fácil: se trata de una etapa de repleta de cambios físicos y psíquicos suele suponer un antes y un después en la relación entre padres e hijos. De entre todas las cosas que se “mueven” a lo largo de estos años de reajustes en la familia (tener un adolescente en casa), quizás hay una que suele estar presente en casi todos los casos: los estudios.
Un antes y un después
Quizás hasta ese momento, habíamos tenido en casa a un niño o niña más o menos responsable, que traía a casa la lista de tareas para hacer; quizás las hacía solo/a, quizás nos pedía ayuda. Si algo no marchaba bien, o había problemas con alguna asignatura, podíamos pedirle una tutoría al profesor.
El adolescente cuestiona la utilidad de lo que está estudiando
Sin embargo, en la adolescencia, algo cambia aquí también; posiblemente el adolescente se empezará a cuestionar la utilidad y el sentido de lo que está estudiando, disminuyendo así su motivación y posiblemente también su rendimiento. Es posible que estén más distraídos pensando a dónde van a ir o qué van a ponerse el fin de semana. Si las relaciones sociales son importantes a lo largo de todo el desarrollo, se convierten en especialmente significativas en esta etapa.
Además, si antes la alegría y satisfacción de los padres al aprobar un examen o una asignatura tenía un potente efecto motivador, de repente ya no se puede contar con eso. En esta etapa de rebeldía, parece que estudiar para que mamá y papá estén contentos ya no “encaja” con los nuevos “principios” (autoafirmación, independencia,…).
¿Por qué mi hijo/a no quiere estudiar?
No podemos olvidar que estudiar siempre supone enfrentarse con las propias limitaciones de uno y puede llegar a ser muy frustrante. Quizás si echamos la vista atrás recordemos lo bien que se nos daba el inglés… pero lo mucho que nos costaban las matemáticas y la frustración que sentíamos cuando teníamos que estudiarlas.
En esta etapa, quizás los adolescentes sean conscientes de que seguir estudiando significa seguir dependiendo de sus padres, y no olvidemos que si algo caracteriza la adolescencia es la necesidad de independencia. Seguir estudiando significa también tener que seguir dando cuentas a los padres de lo que se hace, de porqué se ha suspendido una asignatura, porqué se faltó a clase un día sin causa justificada…
¿Qué pasa cuando mi hijo/a dice que no quiere estudiar?
¿Qué pasa cuando empieza a suspender asignaturas? ¿Y si después de academias, profesores particulares de apoyo… sentimos que no podemos hacer nada por ayudarle, que no podemos estudiar por él? Quizás sea el momento de plantearse por qué ha pasado esto. ¿No tiene capacidades suficientes? ¿O se trata de la falta de motivación
...