Dificultades en la instrucción del Pensamiento Crítico en Estudiantes Universitarios

Dificultades en la instrucción del Pensamiento Crítico en Estudiantes Universitarios.

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                                                                Fecha: lunes 01 de julio de 2016.

Al zambullirse en un ambiente académico de alta exigencia, como lo es la universidad, se escucha y se hace uso de las palabras Pensamiento Crítico; en ocasiones, según López (2012, p. 43) sin tomarles el peso real, y, a veces, por ignorancia, se llega a pensar que hacen referencia a alguna especie de juicio negativo, o a opiniones personales. Sin embargo, el Pensamiento Crítico poco tiene que ver con esto, si no con el concepto planteado por Paul y Elder (2003):

“El pensamiento crítico es el proceso de analizar y evaluar el pensamiento con el propósito de mejorarlo. El pensamiento crítico presupone el conocimiento de las estructuras más básicas del pensamiento (los elementos del pensamiento) y los estándares intelectuales más básicos del pensamiento (estándares intelectuales universales). La clave para desencadenar el lado creativo del pensamiento crítico (la verdadera mejora del pensamiento) está en reestructurar el pensamiento como resultado de analizarlo y evaluarlo de manera efectiva.” (p. 7)

De esta manera es planteado el Pensamiento Crítico, y así mismo es exigido en la formación académica universitaria, como una cualidad natural del estudiante, cuando rara vez es abordado con ahínco en la educación primaria o secundaria (López, 2012). También es planteado en la vida cotidiana, como una forma correcta de pensar, desde la luz de la razón científica, la forma adecuada de tomar decisiones objetivas (López, 2012). Con estas cartas puestas sobre la mesa, el educador debe afrontar el desafío de instruir al estudiante de forma adecuada en el complejo mundo del Pensamiento Crítico, y en el intento de incorporación profunda y práctica efectivas de éste.

Es por esto que en el presente escrito se recalca la importancia de conocer y estudiar fundamental del Pensamiento Crítico para el estudiante universitario, entender y comprender sus características y utilidad para el desarrollo del aprendizaje efectivo, tanto como las habilidades a desarrollar en torno a esta forma de pensar. También resulta significativo conocer y evaluar tipos de métodos de enseñanza y las dificultades que estas encuentran en el contexto de la instrucción del Pensamiento Crítico. Para este propósito haremos análisis de varios autores: Lopez (2012), Hawes (2003), Facione (2007) y Paul y Elder (2003).

Esta temática resulta relevante porque cualquier estudiante universitario que busque una comprensión profunda del Pensamiento Crítico y sus dificultades de instrucción, con el fin de añadir interés por la temática y alimentar sus capacidades académicas con herramientas claves para el desarrollo de su proceso de comprensión y aprendizaje También resulta relevante para cualquier académico interesado por el proceso de instrucción del Pensamiento Crítico. De esta forma, se busca dar respuesta a la interrogante ¿Cuáles son las dificultades de la instrucción del pensamiento crítico en estudiantes universitarios? ¿Tienen éstas dificultades una posible solución o propuesta?

Resulta primordial analizar el término Pensamiento Crítico y sus definiciones según varios autores, así John Dewey (en Hawes, 2003, p. 7) define el “pensamiento reflexivo” (otra forma de referirse al Pensamiento Crítico) como “la consideración activa, persistente y cuidadosa de una creencia o forma supuesta de conocimiento a la luz de los fundamentos que la apoyan y de las conclusiones hacia las que tiende”. Ennis y Norris (1989, en Hawes, 2003, p. 8) se refieren al pensamiento crítico como la capacidad de “decidir razonable y reflexivamente acerca de qué creer o hacer”. La Universidad de Tasmania (2001, en Hawes, 2003, p. 9) afirma que “pensamiento crítico significa pensar bien y aplicar estándares intelectuales apropiados a su pensamiento. Implica autoevaluación, pensar acerca de su pensamiento, y estar seguro de no saltar a conclusiones”. En síntesis, se puede desprender que el Pensamiento Crítico, pese a leves diferencias entre las conceptualizaciones de los autores, es fundamentalmente la capacidad de analizar problemas e información que se presente, evaluación objetiva de los mismos, discernimiento de la información útil y la consecuente resolución racional de estos problemas anteriormente planteados.

Falcione (2007), indica los enfoques que caracterizan a un pensador crítico como:

“Curiosidad respecto a una amplia gama de asuntos, preocupación por estar y mantenerse bien informado, estado de alerta frente a oportunidades para utilizar el pensamiento crítico, confianza en los procesos de investigación razonados auto confianza en las propias habilidades para razonar, mente abierta respecto a visiones divergentes del mundo, flexibilidad al considerar alternativas y opiniones, comprensión de las opiniones de otras personas, imparcialidad en la valoración del razonamiento, honestidad al enfrentar las propias predisposiciones, prejuicios, estereotipos o tendencias egocéntricas, prudencia al postergar, realizar o alterar juicios, voluntad para reconsiderar y revisar visiones en las que la reflexión honesta insinúa que el cambio está justificado.” (pp. 8-9)

Racionalidad y objetividad son los estandartes del pensamiento, mas, ¿realmente es así? Paul y Elder (2003), afirman que gran parte de nuestra forma de pensar es arbitraria, distorsionada, parcializada, desinformada o prejuiciada. Así, el Pensamiento Crítico es un músculo que debe ser educado y ejercitado continuamente, con el fin de desarrollar ciertas habilidades afines a él, así, entre las habilidades a desarrollar, Falcione (2007), señala la interpretación, el análisis, la evaluación, la inferencia, la explicación y la autorregulación.

Una vez definido y caracterizado este pensador crítico, al contextualizar, se entra en el problema en sí mismo, que representa, el desafío de instruir este tipo de habilidades a estudiantes universitarios, y para esto, existen diferentes métodos. Entre ellos encontramos, según Hawes (2003), los siguientes métodos y técnicas:

Primero, se tiene a la Mayéutica Socrática, que busca el bien, la verdad y la sabiduría, plantea la tarea del educador es hacer las preguntas apropiadas para poner la duda en el sujeto que aprende, ayudándolo a obtener un mejor enfoque del objeto de estudio y relacionarlo con emociones y percepciones, y de esta manera, mejorar sus condiciones para el sostenimiento de sus opiniones o creencias. No es un método que pueda improvisarse, requiere de diversas condiciones como el adecuado entrenamiento del educador y la cuidadosa del material a estudiar. También deben mantenerse condiciones de una discusión centralizada, la mayor cantidad de alumnos posible, sin juzgar las respuestas obtenidas, resumir los contenidos para verificar el aprendizaje del alumno y aceptar la variabilidad de tiempos que requiere este método.

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