El Orientador Experto
Enviado por orlando2315 • 10 de Diciembre de 2013 • 4.040 Palabras (17 Páginas) • 475 Visitas
Orientador y el que se adiestra.
¿Desorden o riqueza?
Existen numerosas escuelas, sistemas, aproximaciones y técnicas relacionadas con la orientación y la psicoterapia, lo cual puede volverse complejo y hasta desordenado. El consejero principiante, necesita un modelo práctico de trabajo que le guíe en ayudar a otros en malestar emocional, que habilidades necesita, como adquirir estas, lo que debe de hacer la persona que viene por ayuda, que habilidades necesita esta persona, como adquirir estas habilidades y que pasos o etapas forman el proceso de ayuda.
Si el principiante es capaz es capaz de asimilar este modelo, verá el "desorden" como una riqueza favorable. Donde podrá obtener todo lo que necesite para perfeccionar este modelo propio.
Un modelo de trabajo para la ayuda.
Una escuela usualmente se relaciona con una figura histórica, así como con una bien elaborada teoría de personalidad y de esta es que surge su metodología terapéutica. Las escuelas con frecuencia tienden a ser literarias y tanto la teoría de la personalidad como la práctica psicoterapéutica tienden en basarse más en observaciones clínicas que en una investigación controlada. Thorne no encuentra ningún valor en la proliferación de escuelas, ya que afirma que aparecen cuando sus practicantes redescubren hechos viejos, describiéndolos como "vino viejo hm odres nuevos". Egan expresa que prefiere un enfoque empírico en la orientación y la psicoterapia, complementado en la práctica con enfoques descriptivos del hombre.
Por lo tanto, el principiante no debe de acercarse a la orientación a través de ninguna escuela específica, sino que debe tener un modelo práctico para ayudarle a captar el sentido de las escuelas, teorías y técnicas de ayuda que existen. El orientador principiante necesita un marco referencial de trabajo de dos clases:
1.- Marco Práctico: el principiante necesita un sistema que le diga a él que hacer para ayudar.
2.- Marco Integrante: el principiante necesita un marco de trabajo que le capacite para tomar ideas, técnicas y metodologías de otras teorías y enfoques e integrarlos con su propio concepto y práctica de ayuda.
La crisis en la ayuda.
Las profesiones de ayuda necesitan ayuda. Una serie de artículos sugiere que la gente que necesita ayuda emocional-social puede ser rehabilitada. no psicoterapia o sin ella, sin embargo, Carkhuff y Berenson ven un panorama más desalentador, ya que le orientar no es un proceso neutral: o es para mejorar o es para empeorar. Dependerá esta situación de la capacidad del orientador, si es experto o es de "bajo nivel".
Hay muchas profesiones de ayuda, pero estas se encuentran por debajo de la demanda con carencias desde déficit en sus habilidades básicas para la ayuda, hasta los programas de adiestramiento demasiado cognoscitivos, no sistemáticos, llevados por educadores que carecen de las habilidades básicas para ayudar. Hay muchos orientadores profesionales con las credenciales apropiadas pero sin las habilidades esenciales.
Carkhuff llama a un orientador un profesional "funcional" si tiene las habilidades que se necesitan para la ayuda efectiva. Otra señal de la necesidad de reformar a las orientadores es por la tendencia de dar más ayuda a quien menos la necesita, Schofield plantea que el cliente preferido de muchos orientadores es el (YAVIS)-young, attractive, verbal, intelligent and successful-joven, atractivo, verbal, inteligente y exitoso.- por lo tanto mucho del "éxito" experimentado es a causa de la escogencia de clientes mínimamente perturbados y con óptimos recursos.
La presente crisis puede verse como un problema o un aprieto, es un aprieto cuando la clase de crítica no hace nada más que suscitar más crítica, es un problema cuando se pueden dar los pasos para empezar a resolverlo.
La determinación del éxito en una terapia es ambiguo, donde los profesionales tienden a transferir el peso del fracaso al cliente (abandonar la terapia o no estar motivado). Las profesiones de ayuda deben de elaborar criterios nos retos de éxito y fracaso y delinear los procesos esenciales que conduzcan al éxito. Sólo así es posible determinar si el fracaso se debe a un. Lid te no motivado o a un orientador poco hábil.
Destrezas y problemas socio-emocionales.
Se presenta un enfoque de destrezas para ayudar, los presupuesto son: 1. El orientador es una persona experta que vive realizada 2. Que el cliente aprenda las habilidades que necesita para vivir más efectivamente a través del proceso de orientación. Cuando una persona encara ciertas situaciones de vida él o ella puede no tener las habilidades necesarias para tratar sobre el problema y la tensión, se comporta de varias formas y toma decisiones ineficaces.
La manera en la que se ayuda a las personas es al ser adiestrados en las destrezas que necesitan para vivir la vida y para enfrentarse a su crisis más efectivamente. Pierce y Drasgow demostraron que el mejoramiento en el funcionamiento interpersonal conduce al mejoramiento en otras áreas de la vida. Todos los contactos humanos son para bien o para mal, por lo tanto, cuando los inexpertos en las relaciones humanas se juntan íntimamente con otros inexpertos, no hay crecimiento humano o sus interacciones se vuelven destructivas.
White sugiere que la destreza en las relaciones interpersonales es un factor crítico en el desarrollo de un sentido de identidad. Lo cual es asombroso como la sociedad deja a la deriva la formación de la destreza interpersonal, y más en particular con los infantes donde en la actualidad, aprenden aspectos negativos en la relación con los demás dentro de las cuales se pueden citar: mantenerse alejados de las personas, manipulación, promover el interés propio o como lastimar o castigar a otros.
Retrato de un orientador.
Un orientador debe antes que nada estar comprometidos no su propio crecimiento: físico, emocional, intelectual, social, espiritual ya que sed a cuenta de quede debe e modelar la conducta que el espera ayudar a que otros alcancen. Una persona con voluntad, con recursos para actuar,, respeto hacia su cuerpo, posee una adecuada inteligencia básica, práctica, tiene buen sentido común e inteligencia social, atiende a la otra persona tanto física como psicológicamente, puede leer mensajes no verbales, escucha activa, respeto a su cliente mediante trabajar con él, estar disponible y no juzgarlo, interés genuino, espontáneo.
Un buen orientador es concreto con sus expresiones, es un integrador, no teme compartir sus propias experiencias, no teme confrontar a su cliente con cuidados,
...