El poder de las palabras FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ZARAGOZA
Enviado por Maricela Sandoval • 7 de Mayo de 2018 • Ensayo • 1.614 Palabras (7 Páginas) • 128 Visitas
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UNIVERSIDAD NACIONAL AUTÓNOMA DE MÉXICO
FACULTAD DE ESTUDIOS SUPERIORES ZARAGOZA
PSICOLOGÍA SOCIAL
Perspectivas psicológicas, clásicas y contemporáneas vinculadas al estudio de la psicología social.
CURSO
ENSAYO:
“EL PODER DE LAS PALABRAS”
EQUIPO “OLIVARES”:
Arrazola Ibarra Xochitl Itzel
Olivares Hernández Ximena
Olivares López Susana
Pérez Páez Dafne Jocelin
Sandoval Olivares Maricela
PROFESORA: Luz María Rojas
FECHA DE ENTREGA: 29 de abril del 2018
"A partir de una palabra se desencadenan acciones dentro del mismo contexto."
Dentro de la sociedad existen circunstancias en las que una persona o un grupo puede verse envuelto en un acto de discriminación, ya sea directa o indirectamente, por ejemplo: algunos de los problemas a los que se enfrenta una persona al querer viajar a otro país en donde no es bien recibido por cuestiones étnicas, religiosas, políticas, entre otras o hasta la negación rotunda de poder entrar a un establecimiento, ya sea por algunas características de su etnia, rasgos físicos, género, estatus social, etc.
Quizás se puede pensar que en la actualidad ese tipo de problemas ya no existen debido al cambio de época o de “mentalidad” de las nuevas generaciones, pero esto no es así, ya que dichos actos siguen ocurriendo.
El siguiente ensayo abordará el tema de la discriminación y el prejuicio en la sociedad, específicamente dentro de la sociedad mexicana actual, desde el tema de la psicología social discursiva la cual nos ayuda a dar una explicación a un nivel “macro”, comprender cómo es que la sociedad juega un papel importante en la transmisión de información para poder llegar a generar un fenómeno de tal grado como la discriminación, prejuicios y racismo.
En primer lugar, tenemos que la psicología discursiva se centra en la importancia de cómo un individuo crea su realidad acorde al contexto en el que se desarrolle, poniendo énfasis a la vida cotidiana, dándole un papel importante al lenguaje, pues éste tiene cabida dentro de nuestra vida cotidiana, nos familiariza con nuestros semejantes, con el mundo además de darle sentido a la realidad de la persona.
Para la psicología social discursiva (PSD) todo se inicia con un punto de vista que es fundamentalmente social, haciendo hincapié en las relaciones y la interacción, pues el lenguaje y la comunicación son para esta teoría los principales medios de la acción social. La PSD no analiza específicamente lo que piensa un individuo para entender la realidad social, sino que dentro del discurso busca su enfoque, pues en él radican las prácticas sociales (Hepburn y Potter, 2007).
Así mismo, Garay, Iñiguez y Martínez (2005) mencionan que la PSD, estudia los procesos habitualmente ubicados en el ámbito de las cogniciones como “pensamiento”, “mente” o “actitudes” manifestándose en el lenguaje y a través del mismo, sin pasar a ser meramente independientes.
Para el tema de la discriminación y el prejuicio, esta teoría nos ayuda a explicar que dichos fenómenos son una reproducción social, ya que por medio del lenguaje los individuos transmitimos información a nuestros semejantes, por ejemplo, un niño pequeño al ingresar a una nueva escuela se incluye automáticamente dentro de un grupo heterogéneo, mixto, en donde puede encontrar compañeros de su misma clase racial o de alguna diferente, por lo cual él no tendrá información preestablecida de cómo actuar con cada uno, sino, simplemente se desenvolverá igual con todos sus compañeros. Ésto cambiaría sólo si se transmite información, a través del lenguaje, por lo que puede darse el caso de que alguno de sus padres le mencionara aspectos negativos de otros compañeros respecto a que son “diferentes” a él, ya sea en un aspecto étnico, social, físico, generando impacto en la nueva forma de pensar del menor respecto a otros y por lo tanto cambiar su pensamiento, actitudes y comportamiento con relación hacia sus compañeros, hablamos entonces de una “reproducción social” que ha sido transmitida a través de lenguaje.
Dicha situación es meramente para ejemplificar lo que pasa dentro de una sociedad, ya que en ésta existen divisiones entre grupos mayoritarios quienes tienen cierta comunicación, se informan, se transmiten, pero también se pueden persuadir unos a otros con respecto a algunos grupos minoritarios. Claro es el ejemplo de las clases sociales, en donde el grupo con mayor poder tiene relaciones personales de intercambio, de comunicación, socialización, pero dentro del cual existen ciertos prejuicios hacia los grupos de un menor estatus social, generando información sobre dicha población, todo esto transmitiéndose de persona a persona, incluso, quizás de generación en generación.
Esta trasmisión de información por medio del lenguaje y del discurso referente a un grupo minoritario no solamente influirá en el pensamiento o ideas (cogniciones) de un individuo, sino que también generará cambios en su manera de percibir y pensar sobre los otros (actitudes) y por lo tanto también generará una conducta respecto a una situación.
Dijkt (1988), menciona puntos importantes del discurso como generador de racismo, entre ellos la importancia de la “conversación” pues a través de este intercambio social se determina la transformación del pensamiento de la persona respecto a otra y puede ser una estrategia efectiva de “transmisión” de prejuicios y una manera de fortalecer la solidaridad grupal (en este caso del grupo mayoritario, estatus socioeconómico alto) y como una legitimación de las acciones racistas o de discriminación respecto al grupo minoritario (pobreza).
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