Etnografia
Enviado por katherinjul • 18 de Enero de 2012 • 2.728 Palabras (11 Páginas) • 831 Visitas
La Etnografía es la gran perspectiva descriptiva del catálogo posible de métodos de investigación social. Con un siglo de experiencia, ha ido depurando instrumentos y atención en el oficio más delicado de las ciencias del comportamiento, el de la mirada y el sentido. El oficio depende del observador, ahí su enorme riqueza y su limitación. El etnógrafo requiere tiempo para su formación, y sólo mejorar técnicamente con los años, con la experiencia reflexiva de aplicar la mirada y el sentido una y otra vez, yendo y viniendo de la vivencia de la percepción consciente, atenta y critica. La Etnografía depende menos de instrumentos de registro y medición que otras formas técnicas de investigación, aquí el investigador está al centro, de su formación depende todo, la diferencia entre un novato y un experto es enorme y definitiva.
La percepción es el corazón del trabajo etnográfico, por ello el lenguaje es tan importante, el visual, el natural, todo el universo semiótico configura el cosmos visible del oficio de la mirada y el sentido. La reflexividad lingüística es una cualidad que habrá de desarrollar el aprendiz hasta rebasar los límites de su sentido común. Hoy el trabajo etnográfico sigue siendo fenomenológico, pero sobre todo se configura hermeneúticamente, el oficio ha desplazado su énfasis de la mirada al sentido, son los significados los que conforman la parte densa de la labor. En este contexto el investigador requiere una atención especial hacia su conciencia reflexiva lingüística, y para decirlo en palabras contundentes, la Etnografía de hoy supone una combinación inestable de alma de poeta y sudor de científico.GFragmento 3 del oficio de la mirada
La Europa que funda la Etnografía es la que coincide con la sede de poder colonialista capitalista. No es en España donde nace la Etnografía, aunque podría haber sido, es en Inglaterra y Francia. Peculiar combinación de temperamentos y momentos. Inglaterra es el centro imperial de la nueva época, la dueña de los mares y el comercio. Francia por su parte es la cuna del racionalismo como organizador de la vida social. Los proyectos antropológicos se oponen y complementan, por un lado la soberbia práctica del poder que funda instituciones y alianzas, por otra parte la soberbia analítica que todo lo nombra y convierte en un ente de razón. Así pues ingleses y franceses inician el viaje analítico hacia lo desconocido, hacia las formas de sentido del otro, hacia el tiempo-espacio de lo extraño, bajo la motivación del poder, de la curiosidad, y sobre todo de la racionalidad que tiene la última palabra.
De la ciencia social europea surge la intención etnográfica. En ella confluyen dos perspectivas, por una parte el programa positivo de la ciencia como gran inventario de lo que se configura como social, buscando identificar lo que puede llevar a ciertas leyes universales. Por otra parte el encuentro entre racionalismo y empirismo que resulta en una perspectiva metodológica que asume elementos teóricos como guía de reconocimiento de los fenómenos sociales, y que a la vez busca reconstruir lo que acontece a través de un registro detallado de lo que aparece. En cierto sentido, parecería que la visión etnográfica coincide en más de un punto con la perspectiva fenomenológica, y por otro lado hay un afán taxonómico que viene de la ciencia positiva de los inventarios y catálogos del siglo de las luces y la enciclopedia. Como sea la Etnografía se configura con una intención de trabajo de campo indispensable, y eso le da su cualidad central en la diversidad de enfoques que en ella confluyen.
El oficio de sentido es la parte complementaria de la mirada descriptiva y fenomenológica. El sentido se sumerge en el lenguaje y la cultura en una perspectiva amplia y total, al tiempo que particular y restringida. Esto sucede así por la configuración misma de los acontecimientos observados y registrados. La percepción se guía por valoraciones, por significados, y esos racimos de partes conforman los sentidos mayores de la composición y la organización sociales. El etnógrafo hace apuestas de sentido, tiene que afirmar algún significado a todo aquello que ha pasado por su mirada y la interacción con los otros, incluyendo la reconfiguración de la percepciónde su propia percepción. En estas apuestas de sentido se juega todo el prestigio y la fuerza de oficio de la mirada y el sentido. El etnógrafo toca los hilos invisibles del misterio de lo visible, muestra lo que estando más allá de lo evidente le da forma y lo estructura ante nuestros ojos, en nuestros ojos.
Fragmento del texto el oficio del sentido y la mirada
El último lugar y momento de la mirada es la mirada misma. El investigador ha pasado a ser un actor en construcción de una nueva identidad, la que incluye a lo que antes era extraño y lejano. Lo que era está en recomposición, la mirada no puede ser la misma, las seguridades y coartadas se desvanecen, la sensación de crisis inunda todos los sentidos, y con ella los aromas de una perspectiva distinta, mejor, más rica. El investigador se mira a sí mismo y se desconoce, la Etnografía invierte su camino y se observa a sí misma. Y esto sucede al tiempo que el asombro y la sorpresa del otro aún están en carne viva. Es la gran oportunidad de dejar de ser para sólo estar. Algunos lo entienden y su mundo se transforma, otros son vencidos por el miedo y vuelven a su pasado. El otro sigue estando ahí, y no sólo está afuera, también nos habita aguardando el tiempo de su entrada desquiciante en escena, la Etnografía es una de sus puertas.
Construir la semejanza y la diferencia tiene implicaciones y consecuencias. El oficio de la mirada y el sentido es experto en esta configuración. Cuando la alteridad se amplifica el otro se construye en un ser ajeno e incluso peligroso. Cuando la identidad se intensifica el otro pasa a ser un compañero diferente con el cual puedo convivir y del cual recibo la riqueza de lo distinto. Ambos procesos pueden ser opciones en el primer encuentro, pueden estar a la vista o sumergidas en lo obvio o subconsciente. La política las maneja según sus intereses y ambiciones. La Etnografía no es neutral, instrumentalmente puede colaborar en la integración o desintegración de los diferentes y de los semejantes, en ocasiones lo que aparecía como diferente conviene que ya no lo sea y viceversa.
El texto titulado Argos: arqueología de la mirada moderna, presenta un recorrido de las transformaciones de socioculturales de la mirada, de acuerdo a condiciones, tiempos e intereses. Este recorrido nos ofrece un nuevo planteamiento para dimensionar la mirada como una práctica cultural compleja y de gran importancia para la confiuración de los imaginarios sociales.
La mirada humana es un misterio que
...