Etnografia
Enviado por feflorezj • 15 de Noviembre de 2012 • 3.041 Palabras (13 Páginas) • 336 Visitas
UNIVERSIDAD NACIONAL ABIERTA Y ADISTACIA (UNAD)
GRUPO: 3
INTEGRANTES:
ESCUELA DE CIENCIAS SOCIALES ARTES Y HUMANIDADES
NOVIEMBRE 2012
INTRODUCCION
En la presente investigación etnográfica abordaremos el tema de la religión, ritos y ciencia practicada en los cementerios y la importancia que estos ritos tienen dentro de la sociedad y su simbolismo. Todo esto lo planteamos desde lo visto en los diferentes cementerios en Bogotá y a sus afueras (COTA) donde se llevo a cabo el trabajo de investigación.
Cabe resaltar que definimos que un cementerio es el lugar donde depositan los restos mortales o cadáveres de los difuntos; pero bien de donde proviene la palabra cementerio, viene del término griego koimeterion; que significa dormitorios necesario tener conocimiento de lo anterior para así poder identificar y reconocer los distintos procesos y prácticas que permitieron caracterizar estas experiencias y entender la postura de aquellas personas que asistían a estos lugares; entendemos que la muerte es parte de la condición humana, así que de una u otra manera todos los ámbitos de la vida terminan por relacionarse con ella.
En el transcurso de la etnografía lograremos ver que estos lugares sagrados, que han llegado hasta nosotros, no sirven solamente para el estudio de la muerte sino también para el de la vida misma, ya que suponen la expresión de un momento histórico en el ser humano que continua su vida con la duda de lo que hay después de la muerte, como ejemplo las pirámides de Egipto, las catacumbas, los sarcófagos, las capillas funerarias o los cementerios contemporáneos, huellas del paso hacia la muerte pero, eso sí, producto de diferentes creencias o intenciones.
Es por esta razón que en este documento recreamos este trabajo etnográfico junto con la documentación de Malinowsky, Edgar Morín y experiencias de trabajos etnográficos que nos permitieron estructurar la siguiente experiencia.
CONTEXTUALIZACION
A partir del las lecturas que nos permitieron tener una noción sobre la observación en los cementerios iniciamos con el libro “El hombre ante la muerte de Edgar Morín” ya que nos dio las herramientas y teorías para poder desempeñar y reconocer un buen papel en esto encontramos que el hombre se manifiesta en diferentes facetas que son resignadas y terrenales unas más que otras, ya que usualmente los seres humanos manifestamos querer tener todo el conocimiento y la muerte se convierte en su mayor desafío, por lo tanto cuando se pierde el contacto con aquello que conoce y luego intenta responderse a sí mismo que después de la muerte hay algo mas allá como “otra vida”, es por ello que la visita a los cementerios nos da una perspectiva más clara de sentimientos y emociones atreves de los rituales, religiones, etc., que hacen para no aceptar un final que produce mucho terror en todos los hombres.
Cuando los entierros se convierten en algo sagrado y de profundo respeto vemos reflejado las diferentes practicas de este tipo ya que tienen un significado muy especial que es el regreso a la tierra, o la reintegración al mundo del cosmos de dónde venimos, o así lo plantean desde las distintas religiones como la católica, cristinas entre otras; pero no solo los entierros son las modalidades para guardar los cadáveres sino que también existen los mausoleos, que son hechos para un grupo familiar o social; también se encuentran la cremación, columbarios, y todas estas formas las ha diseñado el hombre para resguardar los restos de las personas más a llegadas.
En la cultura clásica la vida y la muerte tenían espacios claramente diferenciados. Las necrópolis se situaban fuera de las ciudades pero no lejos, en lugares de paso, a lo largo de las carreteras evitando el olvido de los antepasados y propiciando, a la vez, la seguridad de estos espacios sagrados. Ésta cierta lejanía evitaba el riesgo de contagio de enfermedades que podían emanar de estos lugares infectos.
Este panorama se vio alterado con el cambio de mentalidad y de creencias. Con la llegada del cristianismo surgía la necesidad de inhumación cerca de lugares sagrados o personajes santos
Esta deducción desde el libro de Morín nos proporciona abordar esta temáticas hacia el desarrollo de rituales que nos lleven a la aceptación para sentirnos un poco mas resguardados ante un destino incierto; siendo así esto produce una ruptura radical entre el hombre y los animales, ya que se crea una cultura de enterrar a sus muertos que es de donde nacen las creencias religiosas, la magia los ritos, el espiritualismo etc., todo entorno a buscar una respuesta para resolver este problema de la muerte.
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Por ello nos planteamos la diferencia como humanos al tener una autoconciencia y la misma conciencia de la muerte, estos rituales se han venido desarrollando a lo largo de la evolución de el hombre y en principio no era enterrar los cadáveres sino protegerlos de la misma descomposición y rindiéndoles tributos como haciendo oraciones o rezos y también llevando ciertas cosas que representen lo que ese ser fue en vida (Cómo las flores, las velas, el agua). De esta forma con el paso de los años se convierte en un rito de alto respeto y fidelidad para guardar por su “alma” y la misma negación de su ausencia, es por ello que con el paso de el tiempo aunque cambie la forma de realizar estos tributos, no significa que la tradición de caiga; por el contrario se convierte en mas fortaleza y hace que se tenga mas respeto hacia lo que desconoce el hombre.
Según Morín “.. Los ritos de la muerte dan cuenta de, lavan y exorcizan el trauma provocado por la idea de aniquilamiento. En todas las sociedades de sapiens conocidas, las exequias traducen a un mismo tiempo una crisis y su superación, de un lado la aflicción y la angustia, del otro la esperanza y el consuelo. Todo parece, pues, indicarnos que el homo sapiens siente el problema de la muerte como una catástrofe irremediable que le provocará una ansiedad específica, la angustia o el horror ante la muerte, y que la presencia de la muerte se convierte en un problema vivo, es decir, que modela su vida. Asimismo, parece claro que este hombre no sólo rehúsa admitir la muerte, sino que la recusa, la supera y la resuelve a través del mito y de la magia...”.(1)
Con la anterior posición de Morín entendemos mas afondo lo que para los individuos se convierte un cadáver y todas las creencias, atributos, y manifestaciones, sin embargo cabe resaltar que aunque el ser humano
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