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Filosofia


Enviado por   •  30 de Mayo de 2014  •  2.705 Palabras (11 Páginas)  •  184 Visitas

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¿Es la determinación de las claves de entendimiento de los sujetos en el medio grupal, preocupación exclusivamente contemporánea?

Decididamente no.

Podremos afirmar sin equivocarnos, que los grupos humanos son tan antiguos como la civilización misma.

Entonces:

¿A qué responde la actual oferta académica de cursos, seminarios y actividades teórico-prácticas sobre las estrategias y técnicas de “manejo de grupos”?

Seguramente la migración hacia una mayor inclusión en las decisiones de todos los sujetos, en todos los ámbitos humanos como ser la familia, las empresas, las organizaciones sociales, requiere cada vez más de habilidades de participación grupal efectivas.

La imposición de criterios personales a través de disciplinas sostenidas por el par MANDO-OBEDIENCIA va quedando en el pasado.

El liderazgo y principalmente la autoridad, son productos directos de la habilidad de las personas en el arte de la negociación.

Hay un genuino interés en adquirir las herramientas imprescindibles para estar a la altura de estas exigencias.

Y eso está muy bien!!!

Iniciamos juntos esta primera unidad, con la convicción de que resulta posible NEGOCIAR BIEN (y de eso se trata la vida en grupo); si se conoce en profundidad a la naturaleza humana.

Para ello desarrollaremos los siguientes ejes fundamentales:

1) Aprender a ejercer influencia.

2) Aprender técnicas de persuasión.

3) Incorporar una metodología de trabajo útil y aplicable a los casos donde hubiera “conflicto de intereses”.

Ahora bien, para entender el funcionamiento del complejo proceso de la negociación, debemos despejar primero aquellos componentes que se corresponden con la naturaleza humana.

Que le son propios y que influyen en la práctica del día a día.

Porque, la experiencia personal nos indica con claridad, que

muchas veces dos personas están diciendo lo mismo con diferentes palabras, y sin embargo, no logran ponerse de acuerdo: ES LA NATURALEZA HUMANA QUE INTERVIENE.

Cuántas veces, desde la perspectiva de un observador equidistante, advertimos que los prejuicios y prevenciones de las partes de un conflicto, impiden acceder a una resolución mutuamente conveniente: ES LA NATURALEZA HUMANA QUE

INTERVIENE

Las diferencias culturales, el concepto de honor, de vergüenza, de compromiso, la forma de honrar la palabra empeñada, las limitaciones del lenguaje, etc.; son algunos de los componentes de la naturaleza humana que INTERVIENEN a lo largo del proceso de negociación.

Y muchas veces lo hacen naufragar, más allá de

la buena voluntad de las partes.

En esta Unidad Didáctica pretendemos suscitar la admiración sobre la complejidad y profundidad de lo humano, desarrollando un abordaje personal sobre los fenómenos de la conducta individual, grupal y societaria.

PERSPECTIVA FILOSÓFICA

¿Qué es para la filosofía la NATURALEZA HUMANA?

Explicar en qué consiste la naturaleza humana es un tema de la filosofía clásica que está de actualidad y en revisión en los últimos años, con los avances en la investigación del genoma humano y la biotecnología.

Todo tema político, referido a la ciencia, ó a la religión, se reduce en definitiva a la pregunta acerca de si corresponde adjudicarlo a la naturaleza humana o es creado por el ambiente y adquirido por la persona.

La pregunta entonces: ¿Qué es el hombre?

Busca identificar aquello que todos tenemos en común.

A esto se le suele llamar esencia o naturaleza.

El debate acerca de qué es “naturaleza humana” (y si realmente es, existe, de algún modo) ha dado lugar a interpretaciones tan variadas y a polémicas tan inacabables que, antes de estudiar en qué consiste, se hace preciso esclarecer los conceptos de naturaleza en general, y naturaleza humana en particular.

Una de las características de los seres vivos es la tendencia a crecer y desarrollarse hasta alcanzar su “telos” (su fin) y perfección.

La naturaleza del hombre es precisamente esa condición de posibilidad del despliegue del potencial del hombre hacia su bien final, que constituye su perfección.

Resumiendo: la naturaleza está en el punto de partida, pero a la vez es la causa del dinamismo biográfico del que hemos hablado.

Si el hombre busca la perfección, si en él hay un anhelo, una inquietud de ser más, es precisamente porque por naturaleza está hecho para ese crecimiento

La teleología1 ha sido muy criticada porque se ha interpretado como una imposición exterior a los seres que les impide ser “espontáneos” y libres.

Se interpreta en esas posturas que la “teleología” es algo extraño a las cosas, impuesto o introducido en el interior de ellas, violentándolas.

Mas no es así.

En los seres hay una teleología que los impulsa a desarrollarse hasta alcanzar la perfección.

Se supone que existe un orden en el universo.

Ese orden, es un orden dinámico que nos abarca a todos.

Esto es especialmente claro en el caso de los seres vivos: su plenitud se alcanza tras el crecimiento.

El orden significa entonces, armonía y belleza, plenitud y perfección de las cosas.

Por eso se puede decir que lo más importante en el hombre son los fines, es decir, aquellos objetivos hacia los cuales tiende y se inclina.

El hombre, por naturaleza, ha nacido para lo excelente.

Y eso no está dado en el punto de partida más que como inclinación natural.

Para entender correctamente qué es el hombre y qué es la naturaleza humana es importante evitar, de nuevo, la tentación del dualismo.

Sería dualismo, en efecto, pensar que en el hombre hay una naturaleza abstracta, intemporal, cuando resulta que somos seres concretos, históricos, en unas determinadas circunstancias que continuamente están en variación.

Pero también sería parcial el modelo historicista o relativista, según el cual el hombre es relativo a cada época, a cada cultura, porque no habría una naturaleza humana, sino diversidad de seres humanos en relación a los cuales los bienes del hombre, los fines, la moralidad, etc.; variarían, no siendo ningún sistema mejor o peor que su contrario.

Tan dualista es el racionalista que pretende hacer una ciencia exacta

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