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INTERVENCIÓN EN DUELO EN LAS DIFERENTES ETAPAS EVOLUTIVAS.


Enviado por   •  24 de Octubre de 2012  •  Ensayo  •  7.089 Palabras (29 Páginas)  •  873 Visitas

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INTERVENCIÓN EN DUELO EN LAS DIFERENTES ETAPAS EVOLUTIVAS.

M. Paz Moreno Llorca.

Junio 2002.

¿QUÉ ES EL DUELO?

INTERVENCIÓN EN EL DUELO DE LOS ADULTOS.

EL DUELO DE LOS NIÑOS.

EL DUELO DE LOS ADOLESCENTES.

EL ANCIANO EN DUELO.

La documentación sobre el tema del duelo es realmente escasa, teniendo en cuenta los años que se lleva trabajando en él, sobre todo en ambiente hospitalario. Sin embargo la muerte de seres queridos es un hecho cotidiano y que tarde o temprano nos ocurrirá a todos.

La idea básica de este resumen bibliográfico sobre el duelo en las diferentes etapas de la vida es que cualquiera que sea nuestra edad al sufrir la pérdida, no se nos puede evitar el dolor de la muerte ni la información sobre lo que ha ocurrido, sino que se nos puede y debe incluir en los sistemas familiares de duelo. La exclusión del proceso (llevar a otra casa, no decirlo todo o decirlo en el último momento) por razones de sobreprotección conducen a que el anciano o el niño se sientan excluidos o incapaces de elaborar el duelo.

La muerte es un proceso natural, y, como tal, debemos referirnos a él desde la más tierna infancia. Más que una terapia para el duelo lo que se propone aquí es un cambio de actitud: despojar a las pérdidas de ese halo de prohibición y hablar de ellas cuando ocurren, desde las más pequeñas hasta las más grandes. Aprender y educar en la elaboración adecuada de un duelo.

En relación con el nivel cognitivo se debe informar con toda franqueza de la pérdida y se debe permitir que se expresen las emociones que cualquier persona experimentaría para facilitar así el proceso normalizado de duelo. Cuando muchas veces “protegemos” a ancianos y niños de una muerte en realidad somos nosotros a los que nos resulta difícil soportar su dolor. Pero ellos deben pasar por él de forma intransferible, al igual que nosotros cuando la pérdida es compartida.

1. ¿QUÉ ES EL DUELO?

Duelo es el proceso que experimenta una persona a raíz de la pérdida de alguien o algo querido. Aunque las pérdidas que más fácilmente se nos vienen a la cabeza son las de personas queridas, podemos entender el concepto de pérdida como la desaparición de cualquier objeto físico, como el incendio de una casa o el robo de una joya, de una persona querida o de otro tipo de valor, como un empleo o una pérdida de estatus social. Todas estas experiencias de pérdida suscitan en la persona un amplio rango de conductas, emociones y pensamientos de mayor o menor intensidad que no deben ser minusvaloradas, sino consideradas desde la perspectiva del valor que cada uno pueda conceder a lo que ha perdido. Esto es particularmente importante en ciertos tipos de pérdidas no tan obvias, como un niño que echa de menos a los amigos tras el cambio de colegio, o socialmente menos destacadas, como un aborto natural.

El duelo comienza normalmente con la pérdida del ser querido y se puede considerar acabado, según Worden y Neimeyer, cuando el superviviente muestra capacidad de:

reorganizar su vida a un nivel parecido al que siempre tuvo.

referirse al fallecido sin sentimientos de extrema tristeza o ansiedad.

Aunque algunos autores hablan de recuperación sólo cuando se es capaz de reinvertir la energía emocional en otra relación análoga (por ejemplo en el caso de los/las viudos), en términos generales se toma como referencia el que el doliente sea capaz de dar y recibir afecto por parte de su red de apoyo social.

En los casos de larga enfermedad y muerte previsible y en los de demencia el duelo puede comenzar antes de la misma, de una forma anticipada.

En cuanto al nivel de funcionamiento de la persona a lo largo del proceso de duelo, Neimeyer propone que los días siguientes al fallecimiento la conmoción y el aturdimiento hacen que superemos el dolor y nos reorganicemos bastante bien, pero después de estos dos o tres días cuando la realidad de la pérdida se nos presenta con toda su fuerza, empezamos un proceso de caída que suele durar unos meses. Los estudios sugieren que el peor momento del duelo se suele experimentar hacia el cuarto mes, aparte de fechas especiales para el doliente en el primer año de duelo, como aniversarios o vacaciones. Finalmente, después de estos momentos especialmente duros, la persona se va recomponiendo en un lento proceso que puede durar años, dependiendo en muchas ocasiones del apoyo social efectivo que se tenga y de la paciencia de éstos para dar a cada doliente el tiempo que necesite para recuperarse. La mayor parte del entorno social suele dar por hecho que al año de la muerte el viudo, padre, madre o hermana debe haber vuelto a hacer su vida normal, pero es muy normal que se necesiten dos o tres años, sin tener ideas preconcebidas sobre este ciclo.

Reacciones normales ante la pérdida.

Tanto si la muerte era previsible tras una larga enfermedad como si se produce de forma inesperada, las reacciones del superviviente, dependiendo del estilo individual, comprenden:

Manifestaciones físicas: vacío en el estómago, opresión en el pecho o garganta, hipersensibilidad al ruido, despersonalización, falta de aire, debilidad y sequedad en la boca.

Sentimientos: tristeza, enfado, culpa, ansiedad, fatiga, impotencia, shock, anhelo, alivio e insensibilidad.

Pensamientos: incredulidad, confusión, preocupación, sentido de presencia y alucinaciones.

Conductas: tr. Del sueño, alimentarios, aislamiento, desorganización soñar con la pérdida, evitar o frecuentar recuerdos, buscar al fallecido o llamarlo, suspirar, hiperactividad y llanto.

En el proceso de intervención es necesario tener presente que todos estos síntomas son frecuentes y normales en un doliente en los primeros meses de duelo, con la consecuente necesidad de normalizar tanto a la persona como a la familia respecto a ellos.

Etapas y tareas del duelo.

A diferencia de las teorías tradicionales sobre el duelo, que hacían hincapié en una serie de etapas más o menos universales, las publicaciones más recientes insisten en la consideración de la elaboración de la pérdida como un proceso activo, lleno de decisiones en las que la persona elige entre una serie de alternativas, siendo así cada duelo completamente diferente. De hecho es un momento critico en la vida en que las decisiones son muchas y muy rápidas, y los cambios que suceden a éstas en ocasiones son muy relevantes en la vida cotidiana, como tener que ponerse una

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