Inteligencia Emocional
Enviado por isha1D • 5 de Mayo de 2015 • 2.908 Palabras (12 Páginas) • 191 Visitas
INTRODUCCIÓN
La inteligencia emocional es un tema de gran relevancia en nuestra vida cotidiana como adolescentes, ya que tener una inteligencia emocional a pesar de que no es sencillo, es esencial para saber cómo comportarnos en ciertas situaciones, comprender lo importante que es querernos, entendernos y sentirnos cómodos con nosotros mismos, y aprender a relacionarnos de una mejor manera con las personas que nos rodean. Muchas veces aunque tengamos la capacidad de realizar alguna actividad si no se tiene un buen control emocional se puede a llegar a tener grandes problemas, porque algunas personas ante diferentes situaciones reaccionan impulsivamente sin reflexionar lo que está sucediendo y mucho menos logran darse cuenta de las repercusiones que conllevara actuar así.
Por ello es que he considerado relevante explicar en el siguiente texto puntos importantes tales coma lo son la autoestima, el manejo de emociones y sentimientos, la empatía, el manejo de estrés y la toma de decisiones; los cuales si se llevan a la práctica de la manera correcta nos serán de mucha ayuda para tener un mejor control emocional y por lo tanto desarrollar cierta inteligencia emocional.
AUTOESTIMA
La autoestima es la percepción que tenemos acerca de nuestra propia valía como personas; se basa en todos los pensamientos, sentimientos, sensaciones y experiencias que sobre nosotros mismos hemos construido
durante nuestra vida.
La autoestima es una de los factores más relevantes para el bienestar personal y una clave para relacionarnos con el entorno de forma satisfactoria; por decirlo de alguna manera, responsable de fracasos y éxitos de los seres humanos.
La autoestima se define como la percepción evaluativa de nosotros mismos.
En el desarrollo de la autoestima se distinguen dos parámetros: la baja autoestima y la autoestima alta o adecuada. Los individuos que desarrollan una autoestima adecuada, son capaces de enfrentar y resolver los retos, así como las responsabilidades ante la vida de mejor manera o de forma exitosa; suelen reportar menos emociones agresivas, negativas y menos depresión, ya que una autoestima adecuada potenciará la capacidad de las personas para desarrollar sus habilidades y aumentará el nivel de seguridad personal. Sin embargo, esto no quiere decir que una persona con alta autoestima sea una persona perfecta o que todo le salga bien. Tener una autoestima adecuada es la capacidad de sentirse bien con uno mismo.
Cuando una persona tiene autoestima elevada, tiene mayor probabilidad de conseguir lo que se propone. Mientras una persona con autoestima baja es posible que se enfoque hacia la derrota y el fracaso.
Características generales de una persona con autoestima adecuada:
• Se relacionan mejor con las demás personas, también aprecian estar solas.
• Suelen lograr lo que se proponen y las metas que se plantean.
• Tienen confianza en sí mismos y de lo que son capaces de logar.
• Enfrentan retos aun cuando corran el riesgo de no lograrlos.
• Expresa sus puntos de vista y sus gustos.
• Son personas seguras que se muestran fuertes ante otras.
Características de una persona con autoestima baja:
• Tienen tendencia a la depresión y a sufrir ante las adversidades.
• No se sienten seguras de sí mismas.
• Tienen miedo de expresar sus gustos u opiniones.
• Tienen mayor dificultad para relacionarse.
• Les cuenta expresar sus sentimientos.
• Pueden ser muy autoexigentes y nunca valorar sus propios logros.
• Suelen excusarse y justificarse por todo.
Cuando una persona tiene una baja autoestima, se traduce en una gran cantidad de problemas en diversos ámbitos de su vida. Una persona con baja autoestima suele sentirse más infeliz y más limitada en cuanto a lo que puede o debe hacer.
El desarrollo de una autoestima alta o adecuada debe de ubicarse como un reaprendizaje continuo y permanente.
MANEJO DE EMOCIONES Y SENTIMIENTOS
El éxito en la vida, tanto profesional como personal, no está determinado por el nivel de inteligencia entendida tradicionalmente, sino por diversas habilidades que definen a la inteligencia emocional, la cual se clasifica en dos modalidades: Inteligencia intrapersonal (ámbito emocional) e inteligencia interpersonal (ámbito social).
La inteligencia intrapersonal es aquella capacidad de conocer y manejar el estado emocional de la persona; es la capacidad de conocer con realismo cómo somos, qué queremos, entender cabalmente cuáles son nuestra prioridades y anhelos, para actuar en consecuencia.
Las personas con un alto grado de inteligencia intrapersonal pueden entender por qué siente o piensa tal o cual cosa y actuar en consecuencia; permite comprenderse mejor y trabajar con uno mismo. Mientras que la inteligencia interpersonal es la capacidad de liderazgo, la aptitud para relacionarse, mantener amistades y solucionar problemas sociales.
Las emociones y sentimientos nos están continuamente enviando señales, aunque no siempre las escuchamos.
Comprender mejor lo que sentimos implica no sólo escuchar lo que nos pasa por dentro, sino también atender al contexto en que nos pasa. La capacidad de regular la manifestación de la emoción, de saber qué está pasando en nuestro cuerpo y qué estamos sintiendo es una habilidad que puede ser aprendida.
Manejar las emociones no significa reprimirlas o negarlas, sino transformar las emociones negativas en positivas.
Se podrían catalogar en tres estilos las formas de reacción emocional que utilizamos los seres humanos: Pasiva, agresiva, asertiva.
MANEJO DE ESTRÉS
El estrés es la repuesta del cuerpo a condiciones extremas que perturban el equilibrio emocional de la persona. El resultado fisiológico de este proceso es un deseo de huir de la situación que lo provoca o confrontarla violentamente. En esta reacción participan todos los órganos y funciones del cuerpo.
El estrés produce cambios químicos en el cuerpo.
Para el cuerpo es estrés es sinónimo de cambio. Aun los cambios imaginarios son estresantes, son los que comúnmente llamamos preocupaciones. Una de las épocas en la vida de los seres humanos en la que más estamos sometidos a situaciones de estrés en el la adolescencia ya que la transición de la infancia, al ser adulto es un periodo complicado. Sobre todo, porque se empieza a vivir situaciones propias de una persona adulta, sin tener todavía los recursos necesarios para superarlas con éxito.
Algunos motivos de estrés en los adolescentes son:
...