Inteligencia Emocional

INTELIGENCIA EMOCIONAL

DANIEL GOLEMAN

“Cualquiera puede enfardarse, eso es algo muy sencillo. Pero enfadarse con la persona adecuada, en el grado exacto, en el momento oportuno. Con el propósito justo y del modo correcto, eso, ciertamente, no resulta tan sencillo”.

Quizá pueda parecer, pero la forma de enojarse con la persona adecuada y en el modo en el que lo plantea Aristóteles, es prácticamente imposible para la mayoría de los seres humanos. Precisamente para esto se requiere de un correcto manejo de nuestras emociones, al cual no estamos acostumbrados, porque no se le había tomado gran importancia a la inteligencia emocional.

En la lectura muestran varios ejemplos del manejo de las emociones que tienen distintas personas ante diversas situaciones, por ejemplo el conductor que muestra un claro ejemplo de manejo de adversidades, ya que a pesar de la indiferencia de los pasajeros ante el saludo que él proporcionaba a cada uno, siempre se mostro amable y servicial, lo cuál ocasionó que dejara una huella perdurable y gratos recuerdos en al menos uno de los pasajeros, recuerdos que después de 20 años siguen siendo presentes, la amabilidad del conductor ablando y abrió los corazones de varios pasajeros. También se habla del PÁNICO, como uno de los factores fundamentales para el manejo de emociones negativas, como el incidente del club de Manhattan, donde un joven disparó contra la multitud. O como el de adultos que han matado a menores solo por reprimirlos, dichos adultos no saben controlas su ira y terminan excediéndose en el castigo y no miden sus consecuencias.

Se recalca la importancia de tener un conjunto de habilidades como el autocontrol, el entusiasmo, la perseverancia y la capacidad para auto motivarse en vez de tener un coeficiente intelectual alto, puesto que en el vida diaria en la cotidianidad, hacemos uso constante de nuestras emociones,

En la actualidad parece que la sociedad está descompuesta, hay violencia, mezquindad, egoísmo, de ahí la importancia de la inteligencia emocional, la cual es considerada el vínculo entre los sentimientos el carácter y los impulsos morales. Existe una relación entre las actitudes éticas y las capacidades emocionales, se ha demostrado que si se tienen mejores sentimientos habrá decisiones más éticas, y quien solo se basa en impulsos tiene decisiones menos éticas.

Para controlar los impulsos se debe tener voluntad y carácter, voluntad de querer hacer las cosas y carácter para poder llevarlas a cabo,

El libro se divide en partes, en la cual la primera tratará en la arquitectura emocional del cerebro, es decir que estructuras gobiernan la ira, los temores y que camino es el mejor para dominar nuestros impulsos emocionales, además de cómo podemos moldear los hábitos de nuestros hijos.

La segunda parte se examina el papel que desempeñan los datos neurológicos en la inteligencia emocional, que serian: la disposición para tomar las riendas de nuestros impulsos emocionales, comprender los sentimientos más profundamente de nuestros semejantes y manejo amablemente de nuestras emociones.

En la tercera parte se habla de la existencia de algunas emociones como conjunto de aptitudes necesarias para vivir, se examinará algunas diferencias originadas por este tipo de aptitudes y de cómo ayudan a cuidar nuestras relaciones más preciadas o a alcanzar el éxito laboral y fomentar un equilibrio emocional.

En la cuarta parte las se observará que las lecciones emocionales que aprendemos en casa y en la escuela modelan nuestros circuitos emocionales que nos hacen más aptos o más ineptos para un mejor manejo de nuestras emociones.

Y en la quinta parte no muestra como es el destino de las personas que no logran controlar su mundo emocional y como se incrementan los riesgos que esto conlleva, desde violencia hasta trastornos alimentarios y drogas.

Dentro de la parte uno, Los socio biólogos afirman que son las emociones las que nos permiten afrontar situaciones demasiado difíciles, estas situaciones no son manejadas

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