Inteligencia Emocional

Análisis realizada al Libro Inteligencia Emocional del autor Daniel Goleman

El siguiente análisis de la lectura realizada del libro Inteligencia emocional del autor Daniel Goleman, parte de lo que son y de cómo se manifiestan las emociones en los seres humanos, la lectura de este libro me ha proporcionado una mejor comprensión del comportamiento humano tanto en su vida familiar, laboral, social y profesional y que definitivamente este comportamiento se rige por el conjunto de emociones que hace al individuo.

El objetivo de esta lectura es llegar a comprender el significado y la manera de desarrollar la inteligencia en las emociones, ya que puede servirnos de gran ayuda en todos los ámbitos de nuestra vida, porque el hecho de tomar conciencia del dominio de los sentimientos puede traernos efectos muy positivos.

Últimamente hemos recibido un bombardeo constante de noticias que constituye el fiel reflejo de nuestro grado de torpeza emocional como señala Goleman, nuestra desesperación y de la insensatez de nuestra familia, de nuestra comunidad y, en suma, de toda nuestra sociedad y yo le agregaría de nuestra vida laboral.

Este tipo de noticias nos muestra notablemente la progresiva pérdida del control sobre nuestras emociones que tiene lugar en nuestras vidas y en las vidas de las personas quienes nos rodean.

Observando a nuestro alrededor podemos percibir que nadie permanece a salvo de esta olea errática de arrebatos y arrepentimientos que, de una manera u otra, acaba influyendo en nuestra vida.

La primer parte de esta lectura explica el porqué de nuestra razón se ve desbordada por los sentimientos. Llegar a comprender la interacción de las diferentes estructuras cerebrales que administran nuestras iras, nuestros temores, nuestras pasiones y nuestras alegrías puede decirnos mucho sobre la forma en que aprendemos los hábitos emocionales que minan nuestras mejores intenciones, así como también puede mostrarnos el mejor camino para llegar a dominar nuestros impulsos emocionales más destructivos y frustrantes. Y además algo importante, todos estos datos neurológicos dan la posibilidad de formar los hábitos emocionales de nuestros hijos.

Además, Goleman señala que inteligencia emocional es el conjunto de habilidades que hemos dado en llamar inteligencia emocional, habilidades entre las que destacan el autocontrol, el entusiasmo, la perseverancia y la capacidad para motivarse a uno mismo. El impulso es el vehículo de la emoción y que la semilla de todo impulso es un sentimiento expansivo que busca expresarse en la acción.

Siendo el altruismo una actitud moral del ser humano, y es aquí donde radica la empatía, que se define como la habilidad para comprender las emociones de los demás, y es por ello por lo que la falta de sensibilidad hacia las necesidades o la desesperación ajenas es una muestra patente de falta de consideración.

El neocórtex es el cerebro pensante responsable de que nos entristezcamos cuando experimentamos una pérdida, de que nos alegremos después de haber conseguido algo que consideramos importante o de que nos sintamos dolidos o enojados por lo que alguien nos ha dicho o nos ha hecho.

Es esta parte se señala que las conexiones existentes entre la amígdala y el neocórtex constituyen el centro de gravedad de las luchas y de los tratados de cooperación existentes entre el corazón y la cabeza, entre los pensamientos y los sentimientos. Esta vía nerviosa explica el motivo por el cual las emociones son fundamentales para pensar eficazmente, tanto para tomar decisiones inteligentes como para permitimos pensar con claridad.

Los sentimientos son indispensables para la toma racional de decisiones, porque nos orientan en la dirección adecuada para sacar el mejor provecho a las posibilidades que nos ofrece la fría lógica.

Podemos decir que en cierto modo, tenemos dos cerebros y dos clases diferentes de inteligencia: la inteligencia racional y la inteligencia emocional y nuestro funcionamiento en la vida está determinado por ambos.

Esta lectura nos trata de dar a conocer que el Coeficiente Intelectual (CI) no es lo único que debemos tener en cuenta, sino que también debemos considerar la inteligencia emocional. El intelecto no puede funcionar adecuadamente sin la afluencia de la inteligencia emocional, y la adecuada complementación entre el sistema límbico y el neocórtex, entre la amígdala y los lóbulos prefrontales, exige la participación armónica entre ambos. El descubrir el modo inteligente de armonizar ambas funciones. Goleman nos indica que el nuevo paradigma propone armonizar la cabeza y el corazón, pero para llevar a cabo adecuadamente esta tarea debemos comprender con más claridad lo que significa utilizar inteligentemente las emociones.

Las diferencias entre CI e Inteligencia emocional radican en que cuando el tipo puro de individuo con un alto CI pero con menor inteligencia emocional constituye casi una caricatura del intelectual entregado al dominio de la mente pero completamente inepto en su mundo personal.

Haciendo la diferencia entre hombres y mujeres difieren ligeramente. Los hombres con un elevado CI se caractericen por una amplia gama de intereses y habilidades intelectuales y suelan ser ambiciosos, productivos, predecibles, tenaces y poco dados a reparar en sus propias necesidades, pero tienden a ser críticos, condescendientes, aprensivos, inhibidos, a sentirse incómodos con la sexualidad y las experiencias sensoriales en general y son poco expresivos, distantes y emocionalmente fríos y tranquilos.

Por el contrario, los hombres que poseen una elevada inteligencia emocional suelen ser socialmente equilibrados, extravertidos, alegres, poco predispuestos a la timidez y a rumiar sus preocupaciones. Demuestran estar dotados de una notable capacidad para comprometerse con las causas y las personas, suelen adoptar responsabilidades, mantienen una visión ética de la vida y son afables y cariñosos en sus relaciones. Su vida emocional es rica y apropiada; se sienten, en suma, a gusto consigo mismos, con sus semejantes y con el universo social en el que viven.

Mientras que el tipo puro de mujer con un elevado CI manifiesta una previsible confianza intelectual, es capaz de expresar claramente sus pensamientos, valora las cuestiones teóricas y presenta un amplio abanico de intereses estéticos e intelectuales. También tiende a ser introspectiva, predispuesta a la ansiedad, a la preocupación y la culpabilidad, y se muestra poco dispuesta a expresar públicamente su enfado, aunque se dice que puede expresarlo de un modo indirecto.

En cambio, las mujeres emocionalmente inteligentes tienden a ser enérgicas y a expresar sus sentimientos

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