Introducción a las Ciencias de la Educación-Ethel M. Manganiello
Enviado por fgc2 • 27 de Mayo de 2014 • 10.995 Palabras (44 Páginas) • 1.131 Visitas
Introducción a las Ciencias de la Educación-Ethel M. Manganiello
La educación
Unas definiciones sobre lo que es la educación hacen referencia al proceso de formación interior del sujeto que se educa; otras analizan solo la acción educadora extrínseca, el estímulo que viene de afuera.
La educación como hecho concreto
En sus distintas formas, la educación es una realidad permanente de la vida individual y social. La educación es una realidad que afecta al hombre en su total integridad, de tal modo que sin la educación la misma existencia humana perdería su sentido.
La realidad de la educación supone, una experiencia directa e inmediata.
Todos experimentamos los efectos de la educación; todos somos influidos en nuestro modo de ser y de actuar por otras personas, y todos ejercemos, en mayor o menor grado, un estímulo educador sobre los individuos que se relacionan con nosotros. En un sentido general, todos somos educandos y educadores a la vez.
La educación implica un proceso universal y permanente.
La sociedad moldea al individuo según sus normas y ordenaciones, de conformidad con sus creencias, sus costumbres y sus maneras de proceder. Actualmente, grandes poblaciones del planeta carecen de una educación sistemática. Estas poblaciones están sometidas, no obstante, al aprendizaje de tareas agrícolas y de artesanías rudimentarias y son introducidas a las formas de vida del grupo al que pertenecen. En las comunidades primitivas, al igual que en aquellas de cultura desarrollada, se observa el mismo esfuerzo, más o menos consciente, de transmitir a las generaciones jóvenes su bagaje cultural.
La necesidad de la educación
El acto educativo es inherente y necesario a la naturaleza humana. El hombre, al nacer, es quizá el ser de la naturaleza más desamparado. La madurez espiritual que caracteriza al hombre formado no se logra si se deja al ser joven abandonado al azar. Sin la educación, el ser humano no adquiriría el lenguaje, los hábitos, las ideas y los sentimientos que pertenecen a la vida cultural y necesaria para la sociedad humana, para poder subsistir y progresar indefinidamente, necesita propagarse espiritualmente mediante la educación de las nuevas generaciones.
Etimología del vocablo y sus dos sentidos
Etimológicamente, la palabra educación toma su sentido del verbo latino educare, que significa criar, alimentar, instruir, hacer crecer. Pero la palabra educación tiene asimismo un sentido opuesto, de extracción, ex ducere, que equivale a extraer, sacar afuera. De acuerdo con estas dos acepciones, la educación es, o bien un proceso de incorporación de elementos externos al sujeto, que edificaran su mundo cultural, o, en forma opuesta, un proceso que va de adentro hacia afuera, de expansión de gérmenes, de desenvolvimiento de las facultades y disposiciones originarias del ser joven.
La educación, considerada en su íntima y verdadera esencia, es, al mismo tiempo, un proceso de desarrollo de las posibilidades que están latentes en el individuo y de incorporación de elementos del medio histórico-socio-cultural.
Es decir, que la educación es a la vez un proceso autónomo y heterónomo.
Pedagogía general – Ricardo Nassif
Los múltiples conceptos de la educación.
Educación y pedagogía
La pedagogía trabaja siempre con la educación, pero una cosa es la pedagogía y otra la educación. La pedagogía es la disciplina, el estudio o el conjunto de normas, que se refieren a un hecho o a un proceso o actividad, la educación. El sentido y la vigencia de la disciplina pedagógica proceden de su objeto, esto es, la educación.
El pedagogo frente al concepto de educación
Las ciencias envuelven al investigador mismo, que es un hombre, en su propio juego. El pedagogo se siente involucrado en el proceso que estudia que es nada menos que el educativo, en el cual arriesga, de una o de otra manera, si propio destino juntamente con el de su comunidad. Por algo, Kant llamo a la educación “la más grande aventura humana”; por algo en nuestros días esperamos de ella la solución para todos nuestros males sociales; por algo, cuando los poseemos, le adjudicamos todos los bienes.
El primer inconveniente para dar un concepto objetivo de la educación esta pues en la humanidad de quien debe definirla, y depende en gran parte, de su ubicación en el mundo, de sus aspiraciones profundas y de sus aspiraciones más auténticas.
La etimología y sus dos sentidos
Los dos sentidos que esas raíces etimológicas han recibido, la calificación de acrecentamiento (educare) y de crecimiento (ex ducere). Esta misma oposición sirve a los pedagogos de hoy para distinguir la llamada educación tradicional, de corte intelectualista, con predominio del educador sobre el educando convertido en pasivo receptáculo de conocimientos, de la educación nueva o progresiva, basada en la actividad, la libertad y la espontaneidad del alumno.
Heteroeducación y la autoeducación
Heteroeducación y autoeducación son las dos formas que presenta la educación, deben interpretarse como dos aspectos o momentos de una misma realidad, o de un mismo proceso que recibe el nombre general de educación. En la heteroeducación el hombre es formado; en la autoeducación el hombre se forma, de acuerdo a una voluntad autónoma de desarrollo interior. Se complementan, se insertan el uno en el otro, se sintetizan en la vida misma. Maurice Debesse: “La educación no crea al hombre, lo ayuda a crearse a sí mismo”
La educación como proceso dinámico
Conforme a lo expuesto hasta aquí pueden darse tres conceptos de la educación:
1. La educación es una influencia externa que configura al individuo (heteroeducación);
2. La educación es un desarrollo interior que hace que el individuo se configure a si mismo (autoeducación);
3. La educación es un proceso que proporciona al individuo los medios para sí propia configuración (hetero y autoeducación reunidas)
Si se analizan las definiciones precedentes se comprobara que en las tres la educación se presenta como una acción que puede ser ejercida sobre los demás (heteroeducación) o sobre uno mismo (autoeducación).
Tanto desde el punto de vista individual, como social y cultural, la educación antes que un efecto o un producto definitivo e inmutable, es un proceso dinámico que tiene un gran poder de expansión y de crecimiento.
La educación como realidad
Toda nuestra vida es el fruto de un permanente contacto de nuestra subjetividad con las influencias exteriores que rechazamos, aceptamos o transformamos, pero que nunca están ausentes, sino muy presentes y en forma concreta y real.
La educación es también
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