LAS EMOCIONES Y SU INFLUENCIA

LAS EMOCIONES Y SU INFLUENCIA

A lo largo de nuestra vida nosotros los seres humanos vamos encontrándonos con situaciones que se deben afrontar en nuestra vida cotidiana, como por ejemplo en los momentos en los que se requiere tomar decisiones importantes, situaciones en las cuales debemos actuar de una manera rápida, pero a la vez asertiva para así obtener un buen resultado, pero sabemos que todos las personas tienen sentimientos y emociones y estos intervienen de gran manera en la toma de decisiones, por lo que es muy importante que no influyan de manera directa y que por ello se tome una decisión errónea.

Es importante conocer la diferencia que existe entre las emociones y los sentimientos, ya que en ocasiones la gente no conoce la diferencia, o llegan a creer que son muy similares; las emociones son reacciones que se dan a determinado estimulo, por ejemplo, cuando una persona recibe de regalo un objeto que había deseado durante mucho tiempo, su reacción seria la emoción de la alegría y sorpresa.

Por otro lado los sentimientos son los resultados de las emociones, y estos son capaces de definir el estado de ánimo de la persona, por ejemplo, un niño es molestado por un compañero suyo constantemente, la emoción de enojo repetitivamente puede causar en él, un sentimiento de odio o resentimiento hacia su compañero, por lo que, después con tan solo verlo, puede cambiar su estado de ánimo rápidamente.

Teniendo en cuenta la diferencia e importancia de los sentimientos y las emociones podríamos cuestionarnos ¿Para qué sirven las emociones? ¿Cuántos tipos de emociones existen en total? ¿Qué es la inteligencia emocional? ¿Para qué nos sirve? ¿De qué manera podemos ser asertivos? ¿De qué manera influyen tus emociones en tu comportamiento?

Las emociones tienen como objetivo ayudarnos a relacionarnos con las demás personas y con nuestro ambiente, pero también para relacionarnos con el mundo que nos rodea, nos permiten transmitir una reacción a los estímulos que nos puede producir un objeto, persona o situación. “Todas las emociones son, en esencia, impulsos que nos llevan a actuar, programas de reacción automática con los que nos ha dotado la evolución. La misma raíz etimológica de la palabra emoción proviene del verbo latino movere (que significa «moverse») más el prefijo «e-», significando algo así como «movimiento hacia» y sugiriendo, de ese modo, que en toda emoción hay implícita una tendencia a la acción. Basta con observar a los niños o a los animales para darnos cuenta de que las emociones conducen a la acción; es sólo en el mundo «civilizado» de los adultos en donde nos encontramos con esa extraña anomalía del reino animal en la que las emociones —los impulsos básicos que nos incitan a actuar— parecen hallarse divorciadas de las reacciones.” (Goleman, 1995)

 Cada día en nuestra vida de manera involuntaria experimentamos distintas emociones dependiendo el caso. Las emociones tienen un lado bueno, pero también uno malo, ya que si solamente te dejas llevar por la emoción puedes tomar decisiones equivocadas, por ejemplo, “Matilda Crabtree, una niña de catorce años, quería gastar una broma a sus padres y se ocultó dentro de un armario para asustarles cuando éstos, después de visitar a unos amigos, volvieran a casa pasada la medianoche. Pero Bobby Crabtree y su esposa creían que Matilda iba a pasar la noche en casa de una amiga. Por ello cuando, al regresar a su hogar, oyeron ruidos. Crabtree no dudó en coger su pistola, dirigirse al dormitorio de Matilda para averiguar lo que ocurría y dispararle a bocajarro en el cuello apenas ésta salió gritando por sorpresa del interior del armario. Doce horas más tarde, Matilda Crabtree fallecía.” (Goleman, 1995)

El ejemplo anterior nos muestra como una persona actuó de manera equivocada al actuar de acuerdo a sus emociones, el padre de Matilda al llegar a casa y escuchar ruidos experimento el miedo, que fue lo que lo impulso para tomar su pistola y buscar al intruso, que en realidad era su propia hija, y por lo mismo dispararle sin antes darse cuenta que se trataba de Matilda. Por otro lado, gracias a las emociones ayudan a prevenir un peligro, ya que una de las emociones primarias es el miedo, que es un sentimiento de peligro o alguna amenaza presente. La situación siguiente nos presenta un ejemplo de cómo las emociones pueden llegar a ayudar a la toma de decisiones.

“Un día de comienzos de primavera, yo me hallaba atravesando un puerto de montaña de una carretera de Colorado cuando, de pronto, mi vehículo se vio atrapado en una ventisca. La cegadora blancura del remolino de nieve era tal que, por más que entornara la mirada, no podía ver absolutamente nada. Disminuí entonces la velocidad mientras la ansiedad se apoderaba de mi cuerpo y podía escuchar con claridad los latidos de mi corazón. Pero la ansiedad terminó convirtiéndose en miedo y entonces detuve mi coche a un lado de la calzada dispuesto a esperar a que amainase la tormenta. Media hora más tarde dejó de nevar, la visibilidad volvió y pude proseguir mi viaje. Unos pocos centenares de metros más abajo, sin embargo, me vi obligado a detenerme de nuevo porque dos vehículos que habían colisionado bloqueaban la carretera mientras el equipo de una ambulancia auxiliaba a uno de los pasajeros. De haber seguido adelante en medio de la tormenta, es muy probable que yo también hubiera chocado con ellos.” (Goleman, 1995)

...