La Educadora

Introducción

Durante la clase de Seminario nuestra asesora nos cuestionó sobre las habilidades que hemos logrado obtener durante el séptimo semestre en relación a la práctica docente frente al grupo en el cual realizamos nuestro servicio social. Cada alumna escribió sobre una hoja de papel cuales han sido sus logros; luego los compartimos con el resto del grupo y finalmente por binas debatimos aquellos que teníamos en común con nuestro par. Basándonos en los núcleos temáticos incluidos en la “Guía de trabajo y materiales de apoyo para el estudio” mi compañera Nitzya y yo elegimos el núcleo referente a la educadora ya que fue con el que más nos identificamos ambas y que cubría los logros planteados; en éste se menciona la habilidad para identificar las capacidades básicas de los niños del grupo. Lo elegimos ya que este cubre de manera general la mayoría de las habilidades adquiridas entre las que se encuentran la observación, mejora de la planeación didáctica, reflexión más profunda al momento de evaluar y autoevaluar nuestra práctica docente, etc.

Entendimos esta habilidad como la capacidad que ambas hemos favorecido en cuanto a la planeación didáctica y la identificación de las necesidades fundamentales que presenta nuestro grupo y de este modo buscar situaciones de aprendizaje que sean aptas para atenderlas y favorezcan en los alumnos aquello que necesitan. Además de esto llegamos a la conclusión que para lograr una buena planeación y buenos resultados ante esta es necesario seguir y contemplar el programa de estudio pues es este el que nos da el punto de partida para saber que trabajar con los alumnos y mediante que estrategias o modalidades podemos lograrlo tomando en cuenta las actitudes que toman los niños al presentarles nuestras actividades y la manera en la que ellos las llevan a cabo, lo que aprenden de ellas, lo que hicimos bien como docentes y lo que nos faltó para obtener los resultados que esperábamos o teníamos pensados ante la situación.

Desarrollo

Como lo mencione antes las habilidades que mi compañera y yo hemos logrado desarrollar o fortalecer durante este semestre son:

La observación más detallada y precisa de los acontecimientos que han pasado dentro del aula y fuera de ella. Actitudes, comportamientos, comentarios e incluso observaciones que hacen los alumnos durante las mañanas de trabajo, lo cual nos da información para hacer una redacción más explícita y enriquecida de nuestro diario de trabajo.

Mejora de la planeación didáctica puesto que en semestres anteriores realizábamos el plan didáctico sin conocer las verdaderas necesidades que presentaban los grupos ya que no pasábamos mucho tiempo con ellos. “El programa tiene un carácter abierto, lo que significa que la educadora es responsable de establecer el orden en que se abordaran las competencias propuestas para este nivel educativo” SEP (2011 pág. 15). Ahora que llevamos un registro y observaciones diarias de cada alumno y del grupo en general es más sencillo para nosotras planear en base a lo que vemos y buscar la estrategia o modalidad que más nos convenga para involucrar a todos los alumnos en nuestras actividades, incluso buscar aquellas situaciones en las que tengamos la atención y el interés de los niños de principio a fin y que se cumpla el objetivo principal de estas que es dejar aprendizajes y conocimientos nuevos en los alumnos además de favorecer aquellos que vienen de casa.

Reflexión más sistemática y sincera de la práctica docente para lograr una evaluación y autoevaluación más útil que nos ayude mejorar aquello que aún nos falte y cambiar lo que no nos ha funcionado. Al principio de la carrera pensábamos y evaluábamos todo de manera excelente engañándonos a nosotras mismas sin darnos cuenta que esto no nos serviría nada pues nos hacía cometer los mismos errores jornada de practica tras

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