La Monotonía Cotidiana
Enviado por Asiazarate • 11 de Octubre de 2013 • 2.250 Palabras (9 Páginas) • 307 Visitas
LA MONOTONIA COTIDIANA
La asistencia de los niños a la escuela es una experiencia tan poco común en nuestra sociedad que los que nos quedamos mirando cómo se van, raras veces nos detenemos a pensar que será de ellos cuando lleguen a sus clases. Por su puesto nuestra diferencia desaparece cuando existe un problema o cuando nos comunican el proceso de nuestro hijo.
A los padres les interesa saber qué tal va su hijo en la escuela y cuando vuelve a casa le preguntan qué tal le ha ido. Pero tanto sus preguntas como las respuestas del niño se centran típicamente en los aspectos más importantes de la experiencia escolar más que en los aspectos cotidianos y aparentemente monótonos que llenan la jornada escolar del niño.
Los profesores también tienden a centrar su atención en actos determinados de mal comportamiento como signo representativo de lo que un niño determinado ha hecho en la jornada escolar.
El niño es, asimismo, poco selectivo aunque alguien se tomase la molestia de preguntarle por todos los detalles de su jornada escolar, probablemente sería incapaz de enumerarle todas las cosas que ha hecho a lo largo del día.
La rutina cotidiana, la monotonía y el molesto “lo de siempre” pueden colorearse de vez en cuando con acontecimientos que iluminan una vida se otro modo sería oscura, pero esta monotonía de nuestra vida cotidiana encierra una potencia demoledora propia.
I
La escuela es un lugar en que se aprueba o se suspende, en que suceden cosas divertidas, se aprenden cosas nuevas y se adquieren nuevas capacidades. Pero es también un sitio donde los alumnos se alentan, escuchan, esperan, levantan la mano, se pasan papeles de la mano, están en filas y afilan sus lápices.
La cantidad de tiempo que los niños pasan en la escuela puede determinarse con bastante precisión, aunque la importancia psicológica de estas cifras sea más difícil de captar. En muchos estados el año escolar legar comprende 180 días. La jornada completa en cada uno de estos días dura aproximadamente 6 horas. Así pues un alumno que no pierda ningún solo día de clase, pasa más de 1000 horas bajo la tutela de sus profesores. A partir de los seis años de edad su cara es más familiar para es profesor que para sus padres.
La clase no es solo un entorno físico relativamente, sino además ofrece un contexto social bastante constante. Los niños se sientan en los mismos pupitres y el profesor esta casi siempre junto al mismo encerado. De vez en cuando se produce algún cambio.
El horario cotidiano por ejemplo se divide en periodos limitados de tiempo durante los cuales se estudian temas determinados o se realizan determinadas actividades.
Las clases son lugares especiales, lo que en ellas sucede y el modo en que sucede contribuye a diferenciar este entorno de los demás. No solamente en el rasgo distintivo de la enseñanza y el aprendizaje, ni el contenido educativo de cuanto en ella se habla, aunque sean estos rasgos los que destacamos siempre que nos proponemos describir la vida escolar.
Estos rasgos comprende tres hechos los que hasta el más pequeño escolar tiene que aprender a enfrentarse y que pueden describirse con tres palabras clase: Grupo, evaluaciones y poder (autoridad). Aprender a vivir en una clase implica aprender a vivir en grupo, no de menor importancia es que en la escuela es un lugar donde se evalúa las actividades del alumno, y finalmente, en la escuela se establece claramente una división entre débiles y fuertes. Los profesores son más fuertes que los alumnos en el sentido en que tienen mayor responsabilidad en la configuración de los acontecimientos de la clase.
Así pues estos son los tres modos principales en que los alumnos tienen que afrontar algunos aspectos de la realidad que, al menos durante los años de infancia, están relativamente confiados a la vida escolar.
II
El profesor hace las veces de regulador de dialogo de la clase. Cuando un alumno quiere decir algo en medio de una explicación o discusión, es el profesor quien tiene que descubrir su deseo e intervenir en la discusión, o respoder a una pregunta, al mismo tiempo, es el profesor quien decide lo que no intervendrán, pues cuando un grupo de alumnos manifiesta su deseo de tomar parte en el dialogo, probablemente muchos más pueden estar pensando lo mismo.
El profesor desempeña también la función de sargento de intendencia. El espacio de la clase y el material escolar son limitados y el profesor tiene que ordenar inteligentemente estos recursos.
Otra responsabilidad del profesor es la de distribuir el tiempo, ya que es el que se ocupa de todo lo que comience y termine a su debido tiempo, más o menos. Lo que el profesor hace cuando trabaja dentro del marco temporal y social de la clase impide que los acontecimientos queden a merced del libre impulso individual, ya que no se puede atender a todos los que quieren hablar, ni es posible responder a todas las preguntas del alumnado hasta que queden satisfechos, ni atender todas sus peticiones.
Interrupciones de varios tipos crean un tercer grado de la vida de la clase. Estas interrupciones son consecuencia, al menos en parte, de la coexistencia masiva. Comentarios innecesarios, mal comportamiento de los alumnos, personas extrañas a la clase que entran para comunicar un mensaje interrumpen con frecuencia la continuidad de la explicación del profesor.
Por otro lado en la escuela todo sucede a su hora y esto crea interrupciones de otro tipo. La sujeción a un horario exige que las actividades comiencen, a veces, antes de que se haya suscitado el enteres por ellas y terminen antes de que ese interés haya desaparecido.
Otro aspecto de la vida de la clase, relacionado con los fenómenos de la distracción y la interrupción, es la constante exigencia de que el alumno ignore a todos los que le rodean. Con frecuencia, en las clases primarias, se asigna un trabajo a los alumnos y se espera que concentren en él sus energías.
He aquí cuatro rasgos poco comentados de la vida en la clase: espera, frustraciones, interrupciones y distracción hacia el grupo. Cada uno de ellos se debe, en parte a la condición masiva de la clase.
III
El proceso de evaluación que opera en la escuela y el que opera en otras situaciones están en la frecuencia de los exámenes. En la escuela son más frecuentes que en otro sitio. La dinámica de la evaluación escolar es difícil de describir, principalmente por su complejidad. Las evaluaciones provienen de más de una fuente, las condiciones de su comunicación pueden variar, pueden tener uno o as referentes y se distribuyen cualitativamente desde el máximo positivo hasta el máximo negativo.
La fuente principal de evaluación en la clase es, obviamente, el profesor. A el se le exige constantemente que juzgue la labor y el comportamiento
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