La Percepción Del Movimiento: Una Revisión
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LA PERCEPCIÓN DEL MOVIMIENTO: UNA REVISIÓN
Pablo Valencia Melendez, César Núñez Mogollón y Geraldine Temple Atachagua
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
RESUMEN
Se exploran algunos de los principales hallazgos realizados en el estudio del movimiento, tanto el real como el aparente. Se revisa también el movimiento biológico y se hace hincapié en su importancia social. Luego, se señala la relación entre la percepción del movimiento y los movimientos oculares llamados microsacadas. Finalmente, se repasa el caso L.M y lo que este pone en evidencia.
Palabras clave: Percepción, movimiento, microsacadas, caso L.M.
ABSTRACT
Here we expose some key findings for both real and illusory movement. We also depict biological movement and highlight its importance in social relations. Then, we point out the linkage between the perception of movement and fixational eye movements called microsaccades. Finally, we examine case L.M. and what it reveals.
Key words: Perception, movement, microsaccades, case L.M.
El mundo en el que vivimos no es estático. Al contrario, su naturaleza misma es cambiante: no existe la quietud absoluta. De ello surgen algunas interrogantes: ¿A partir de qué momento nos damos cuenta de que algo se mueve? Si nada es extático, ¿qué es aquello que llamamos quietud?
Movimiento Real
Es necesario precisar que los seres humanos estamos siempre en constante movimiento, a menos que estemos coaccionados o bajo un experimento de laboratorio; aún así es imposible suprimir del todo la capacidad de movilidad que tenemos. Nuestro sistema visual, debido a una precisión evolutiva selectiva, posee mecanismos nerviosos especializados en analizar el movimiento (Sekuler, 1975, citado por Matlin y Foley, 1996).
Umbrales de la percepción de movimiento
Con respecto a los umbrales, se tomará en cuenta para esta parte el de velocidad de detección de movimiento, que en el ser humano se encuentra entre los 10 y 20 minutos angulares por segundo (Hochberg, 1972, citado por Matlin y Foley, 1996). Este umbral está influido por diversos factores, por ejemplo, es más difícil detectar el movimiento cuando no se está seguro de la dirección hacia donde se dirige el objeto o cuando algunas partes del campo visual permanecen estables (en este caso se reduce de 1 a 2 minutos). Por el contrario, esta acción se facilita cuando los objetos se ubican al centro del campo visual y no existe movimiento en la periferia por lo que mayormente la fóvea es más sensible a este que la periferia, aunque en la periferia un objeto se detecta más rápidamente si está en movimiento que si esta fijo (Mundt, 1988, citado por Matlin y Foley, 1996). Otro umbral a considerar es el umbral de desplazamiento, que se refiere a la distancia mínima por la cual el movimiento es percibido.
Los umbrales de movimiento dependen de la localización en la retina, pues se percibe más fácilmente en la fóvea que en la periferia; de la luminancia y duración del estímulo, ya que mientras mayores son estos, menor es el umbral); y de los puntos de referencias, que facilitan la detección del movimiento (Dember y Warm, 1990).
Efecto de los factores de fondo del contexto
Brown (1931, citado por Schiffman, 1990) estudió la influencia de los factores de fondo en la percepción de movimiento. Concluyó que el movimiento percibido de un objeto depende de su relación con la estructura general del campo visual y de su velocidad física (Figura 1).
Figura 1. J. F. Brown presentó a los sujetos dos cintas de diferentes tamaños con cuadros en movimiento, una de ellas exactamente el doble de la otra. Se les pidió que graduaran la velocidad en que las cintas se movían de manera que la velocidad aparente de ambas fuera la misma. Los resultados mostraron que los sujetos graduaban la cinta más pequeña con aproximadamente la mitad de la velocidad de la cinta grande.
Parks (citado por Schiffman, 1992) observa la distorsión de las figuras al pasar detrás de una ranura estacionaria. La figura y la ranura forman un todo: aquella adopta las características de esta. Esto sugiere una cualidad integradora del sistema visual, según la cual este puede reunir varias partes que caen sobre una misma región de la retina como si fueran una forma unitaria (Schiffman, 1992).
Sistema imagen-retina
Gregory (1973, citado por Dember, 1990) llama así al conjunto detector y activador de receptores en la retina. Su funcionamiento ocurre por la estimulación sucesiva de los receptores retinianos por parte de un estímulo en movimiento. Este sistema participa ilusiones como la llamada postefecto del movimiento (que veremos en la siguiente sección y que se explica por la fatiga de los receptores de la retina) y el efecto Pulfrich.
Efecto Pulfrich
Esta ilusión ocurre cuando uno de los ojos está cubierto con un filtro de luz, de manera que este ojo recibe las señales con retraso. El estímulo visual es un péndulo que oscila en línea recta. Sin embargo, como los dos ojos son estimulados por intensidades de luz distintas, el balancín del péndulo parece oscilar elípticamente (Figura 2).
Según Gregory (1973, citado por Schiffman, 1992), este efecto se debe a que el tiempo de reacción del sistema visual es inversamente proporcional a la intensidad del estímulo. Es decir, el filtro de luz hace que los receptores del sistema imagen-retina reaccionen más lentamente.
Figura 2. Un filtro de luz reduce la intensidad. De esta manera, la reacción de ese ojo sería más lenta y la oscilación recta es percibida como elíptica (Imagen tomada de http://explow.com/Pulfrich_effect).
Sistema ojo-cabeza
Gregory (1973, citado por Schiffman, 1992) también propone el llamado sistema ojo-cabeza. Este sistema explica por qué cuando seguimos un estímulo visual con la mirada, percibimos el fondo estacionario, aun cuando las imágenes que estimulan nuestros receptores son distintas.
Las señales de las neuronas motoras eferentes se comparan (integran) con las imágenes retinianas. El resultado es que se anula el sistema de movimiento imagen-retina. Es decir, podemos percibir que un objeto se mueve aun cuando nuestros ojos se muevan siguiendo a dicho objeto (y, por tanto, los receptores sensoriales sean estimulados siempre por el mismo estímulo visual).
Cuando movemos los ojos voluntariamente siguiendo a un objeto en movimiento, percibimos dicho movimiento y mantenemos el fondo estacionario. Con los movimientos pasivos del globo ocular no ocurre la percepción de movimiento; es solamente con los movimientos oculares voluntarios cuando ocurre la anulación de las señales del movimiento imagen-retina.
Movimiento
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