Muerte Cerebral

• MUERTE CEREBRAL

• La razón por la que elegí el tema de muerte cerebral fue porque me parecía muy interesante las disputas que se mencionaban sobre la vida-muerte de la persona en cuestión y todas las implicaciones jurídicas que intervienen ante una muerte encefálica o cerebral, de cualquier modo es correcto; además los criterios para determinar el fin de la vida de un ser humano y todos los comentarios que estamos acostumbrados escuchar cada que se menciona este tema; ahora bien lo que yo quería obtener al realizar este ensayo es aclarar mi punto de vista, reflexionar y quisiera decir que respeto mucho el punto de vista y las decisiones de todas las personas que hayan pasado por una situación de estas. Espero también que cada persona que lea este ensayo obtenga un punto de vista acerca de este tema tan controversial, y si es que ya lo tiene que reflexione y vea su decisión en caso de que algún día se vea inmerso en una situación de esta.

• Para familiarizarlos con el tema, les voy a mencionar un ejemplo del que estoy seguro toda persona con licencia de conducir conoce y espero que también lo comprenda, esto se trata de la pregunta que te hacen, ¿Es usted donador de órganos? es decir que en caso de que presentes muerte encefálica o propiamente en el cerebro el médico puede a pesar de que tu cuerpo siga en perfecto estado y funcionamiento extraer tus órganos para trasladarlos a otro cuerpo que necesite y sea compatible con dicho órgano, algo que consideraba inhumano para mí por mi ética y valores arraigados desde mi crianza.

• Muy bien todo comienza con una pregunta clave que todos debemos hacérnosla para saber si una persona ha fallecido o sigue en vida; ¿Cómo se determina la muerte humana? Y más importante ¿Cuándo se dice que existe muerte encefálica? Los primeros comités que se hicieron para determinar la muerte de una persona fueron de grandes personas y respetables, fueron los criterios de Harvard (Henry Beecher) y los criterios Suecos los que nos plantearon la idea de cuando una persona se decía que padecía de muerte cerebral y por ende a dicha persona que la padecía se le daba por muerta, un cuerpo sin vida que esta en perfecto funcionamiento pero sin encéfalo trabajando. El daño cerebral se dice que es irreparable y es por eso que a un cuerpo con muerte cerebral se le considera como causa de fallecimiento ya que no puede mantener la homeostasis; bien, una persona con muerte cerebral tiene dañado su sistema nervioso, en el peor de los casos los dos hemisferios cerebrales, es por esto que a los pocos días de sufrir muerte cerebral se produce una falla ya sea respiratoria o circulatorio (corazón) lo cual conlleva al fin de la vida.

• Ética y jurídicamente para decir que una persona padece de muerte cerebral y utilizar sus órganos se tiene que estar 100% seguros de esta muerte con puntos claros y definidos que a través del tiempo hay cambiado, por ejemplo en 1984 en el artículo 137 de la Ley General de Salud nos mencionaba que para dar por muerta a una persona se tiene que presentar: La ausencia completa y permanente de conciencia, la ausencia permanente de respiración espontánea, y la falta de percepción y respuesta a estímulos. Ahora bien, esto se decía en 1984 pero en la actualidad en la misma Ley pero ya reformada nos dice en el artículo 343 que para efectos del título de muerte se tiene que presentar: La muerte cerebral, o bien la ausencia completa y permanente de conciencia, de respiración espontanea, reflejos del tallo cerebral y un paro cardiaco. Éticamente el médico tiene la responsabilidad de expedir un acta y tiene que estar como ya lo mencionamos antes 100% seguro para no enfrentar problemas jurídicos al no seguir los artículos de la Ley general de Salud. Cuando se confirma el diagnóstico la persona deja de ser persona médica, legal y jurídicamente.

• En mi opinión, la Ley general de Salud se porta de una manera muy fría e inhumana ante la muerte cerebral, para mí mientras se siga respirando y el corazón siga bombeando sangre la vida sigue, ya sea con ayuda o sin ayuda, y no es una locura, ya todos hemos visto

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