Padres difíciles niños con problemas
Enviado por marysanseg • 30 de Noviembre de 2016 • Resumen • 1.832 Palabras (8 Páginas) • 3.401 Visitas
A través del visionado del documental “Padres difíciles niños con problemas” podemos conocer tres casos de familias distintas. Se presentan tres casos de tres niños pequeños problemáticos tanto en casa como en el colegio y en su relación con los demás. Sus padres participan en un programa a través del hospital, que los va a enseñar a sobrellevar estas situaciones. A través de charlas con psicólogos y psiquiatras intentarán mostrarles qué están haciendo ellos mal y qué pueden hacer para mejorar. En definitiva, tienen que desaprender lo que llevan tiempo haciendo y no les funciona, y aprender para mejorar y seguir adelante.
Alex y Kelly muestran actitudes parecidas; sus madres ya no saben qué hacer para controlar sus rabietas y pataletas cuando no consiguen lo que quieren. Ambas reconocen que cuando lo hacen, pierden los nervios y hacen lo mismo que sus hijos, recurren a gritos, castigos, etc y que aún así, no consiguen que dejen de hacerlo. Al final, la madre de Kelly reconoce que cuando su hija estaba tranquila, la dejaba sola y ella hacía otras cosas y sólo hacía caso a la niña cuando se portaba mal o tenía una de sus rabietas. Tal y como se afirma en el vídeo, Kelly están pidiendo a gritos pasar más tiempo con su madre, reclama su atención y la única forma que conoce para conseguir que su madre venga y esté con ella es portarse mal; aunque la regañe. Cuando esto ocurre una y otra vez, la niña aprende que cuando quiere que su madre le haga caso, tan sólo tiene que gritar, tirar las cosas por el suelo…y así su madre vendrá. Si sigue estando tranquila jugando, su madre no vendrá y ella seguirá sola. Por lo que continuará portándose mal; si lo único que recibe de su madre son riñas, eso es mucho mejor que nada. En cambio, ahora intenta pasar más tiempo con su hija cuando está tranquila y si tiene que hacer algo, le agradece que se haya portado bien mientras ella estaba ocupada, mostrándole su cariño.
Finalmente, vemos como estas madres se sienten felices con los cambios que han conseguido. Poco a poco, han ido cambiando su actitud; se han dado cuenta que hay otras formas mucho más efectivas de tratar estos problemas, como por ejemplo, ignorar sus rabietas o tratarlas de una forma más serena y calmada, intentando hablar y tranquilizar a los chicos… Ellas han hecho el esfuerzo y empiezan a cambiar. Y están felices y orgullosas, porque ven que ese esfuerzo y ese cambio conlleva a su vez un cambio positivo en sus hijos. Las madres ven cambios positivos y se motivan a seguir esforzándose y seguir practicando estas nuevas técnicas. Se sienten más felices y crean un ambiente familiar mucho más distendido y relajado, dejando atrás los gritos y dando paso al afecto entre padres e hijos, algo primordial en el desarrollo de un niño.
El documental se centra más en el caso de un tercer chico, Peter, que pasaré a detallar a continuación.
Debo reconocer que al principio, cuando empecé a ver el documental pensé: “Pobres padres, vaya niño más difícil”, y al terminarlo he cambiado ese afirmación por todo lo contrario: “pobre Peter, vaya padres”.
Peter es un niño que ya desde que iba a la guardería tenía episodios violentos hacia sus compañeros, tanto que llegaron a expulsarlo de la guardería. Empezó el colegio y en su corta edad, ya ha estado en dos colegios por motivos de cambio de domicilio; en ambos colegios sigue teniendo esos comportamientos y actitudes hacia sus compañeros.
En principio vemos unos padres desbordados por la situación, que no saben por qué su hijo es tan violento con los demás niños en el colegio o en el parque. Pero poco a poco, a través de las imágenes que muestran las grabaciones que hacen en sus casas y a través de las propias palabras de sus padres, vemos que hay mucho más detrás que un niño “violento y chillón”.
Observamos cómo el modelo parental predominante es el autoritario. Como ya hemos estudiado hay una clara correlación entre padres autoritarios que aplican disciplinas severas a sus hijos e hijos con patologías comportamentales. Según Bandura, al imponer a sus hijos una disciplina muy severa, los padres están modelando y reforzando la conducta violenta que ya presentan sus hijos. Por lo que analizando el caso de Peter, podríamos decir que la imposición de sus padres de una disciplina severa es la que hace que refleje esa ira hacia sus compañeros. Sus padres le gritan, él grita. Sus padres le pegan, él pega.
Si analizamos las imágenes grabadas de sus interrelaciones personales en casa, podemos observar que son escasas y muy negativas. No pasan tiempo juntos compartiendo ningún tipo de actividad. Tan sólo se escucha la palabra NO, gritos, peleas... Es una situación difícil puesto que Peter los reta continuamente y sabe cómo llevarlos a su terreno, sabe cómo llevarlos al límite. Desgraciadamente, estos padres poseen escasa o nula habilidad de resolución de conflictos; acudiendo siempre como la única solución a gritos, amenazas, castigos y algún golpe.
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