Psicoanálisis Sigmund Freud

Psicología y educación

Carla Lazcano

1 - BIOGRAFÍA

Sigmund Freud nació el 6 de mayo de 1856 y fue denominado el “Padre del Psicoanálisis”.

Hijo de un tercer matrimonio con siete hijos más; Sigmund pasó su infancia viviendo en una pequeña habitación que alquilaban sus padres.

Su afición por la lectura lo llevó a su amor por la psicología humana. Más tarde, se recibió de médico y conoció a Martha Bernays, con quien luego se casó.

Durante los años 1983, 1984 y 1985, trabajó en el Hospital General de Viena. Esos años fueron denominados “período de la coca”, una droga de moda que utilizaban los intelectuales para inspirarse y que a Freud le interesó por su uso tanto terapéutico como anestésico. Cabe mencionar que con ella intentó curar de la morfina a un amigo, pero solo logró crearle otra adicción y luego murió.

Fue acusado de desatar un tercer flagelo contra la humanidad pero a pesar de ello, obtuvo una beca en el Manicomio de Salpetriére de París para estudiar junto a mejor neurólogo de la época, Jean-Martin Charcot, quien utilizaba la hipnosis como un tratamiento para los trastornos mentales.

Con Charcot, Freud se inspiró en la psicología y cuando regresó a Viena quiso compartir sus teorías con los médicos pero fue rechazado por todos, menos por Josef Breuer -especialista en enfermedades internas-. Juntos a él, Freud compartió un caso que sería un antes y un después en la carrera de éste: el caso de Anna O.

Tras padecer cáncer en el maxilar, el 23 de septiembre de 1939 murió en su casa de Londres.

2 -         a. Para Freud, el Psicoanálisis consistía en un método para tratar las enfermedades mentales y además:

• Un método de investigación de los procesos mentales, particularmente del inconsciente, objeto de estudio de esta teoría.
• Psicoterapia para el tratamiento de los trastornos neuróticos.
• Teoría científica, ya que se lo considera una escuela en el campo de la Psicología, es decir, una corriente de pensamiento.

b. El Método de Asociación Libre es una técnica que consiste en que el paciente hable de todo lo que le llegue a la mente tal y como se presente, aunque sea vulgar o vergonzoso. Así, el psicoanalista puede determinar cuáles son las manifestaciones que muestran un conflicto inconsciente.

c. Asimismo, Freud representa al mente humana como un iceberg, siendo el inconsciente lo que está por debajo -lo que no se ve- y donde se guardan los impulsos y deseos primitivos.

Según él, la mente está dividida en tres instancias: ello, yo y superyó, siendo el primero el que busca la satisfacción inmediata de los instintos permitido o no; el segundo es el que tiene contacto con la realidad y que media con los otros dos y el tercero, es la conciencia moral que el niño adquiere de la familia, la escuela.

d. Freud refiere al aparato psíquico humano como una forma de funcionamiento que hace a un orden y organización de las ideas. No se hace referencia a ningún aspecto anatómico o neurológico, por lo tanto entendemos que la psiquis no tiene forma, no se sectoriza ni ocupa espacio físico.

e. Freud explica este concepto a través de dos tópicas (teorías)

Primera teoría (1913-1915)

Hace referencia aquí a dos sistemas el inconsciente y el preconsciente-consciente:

Inconsciente: los contenidos inconscientes no se hallan en el campo de la conciencia, esto demuestra que el psiquismo no es reducible a lo consciente. Está compuesto por contenidos que nunca formaron parte del preconsciente-consciente o accedieron pero luego fueron reprimidos, esto sucede porque son contradictorios o general displacer a los contenidos del sistema preconsciente-consciente, generan placer para el inconsciente. Por ejemplo los deseos sexuales opuestos a los principios morales del individuo.

Este sistema está separado del otro por la barrera de la represión denominada también censura, esta impide que los recuerdos reprimidos circulen; es un mecanismo defensivo mediante el cual el sujeto rechaza los recuerdos, ideas o imágenes que generan displacer al sistema preconsciente-consciente, ya que el sistema inconsciente tiende a la satisfacción inmediata de los deseos.

El deseo es un concepto potente en la teoría freudiana, se origina a través de una primera experiencia en la que el niño encuentra satisfacción, se registra en el mundo interno y orienta permanentemente a la producción de situaciones similares que permitan obtener la sensación y satisfacción de esa primera vivencia.

Para aprehender y aprender es necesaria la represión, ya que debe contenerse la interioridad y los estímulos externos al sujeto, para organizar su atención. Al momento de pensar es necesario inhibir estímulos, dejar de lado los innecesarios y seleccionar los que se necesitan.

Sistema preconsciente-consciente: el preconsciente está formado por sentimientos pensamientos y fantasías que no están presentes en la conciencia, pero pueden hacerse presentes en la conciencia fácilmente. Por ejemplo cuando se pide rememorar actos pasados no tan lejanos, luego de utilizar el recuerdo vuelve al preconsciente. El psiquismo realiza esta circulación de ideas permanentemente, la vida cotidiana exige prestar atención a algunas situaciones y no a otras.

Freud planteo una segunda censura entre estos dos que sirve para seleccionar o regular el paso de recuerdos, siempre tomando en consideración la realidad exterior.

El consciente permite al sujeto relacionarse con la realidad exterior por medio de las percepciones las ideas son el registro de la relación del sujeto con el mundo y lo que le sucede dentro. Se encarga también de la percepción aunque también se hallan aquí presentes el inconsciente y preconsciente por ello muchas veces la percepción se encuentra direccionada o influenciada por deseos inconscientes.

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f. Freud reformula su primer teoría y la amplía.

Segunda teoría (1920 en adelante)

Considera que el aparato psíquico está compuesto por tres instancias: el ello, el yo y el superyo, que desempeñan funciones distintas en interacción permanente.

El ello constituye el polo impulsivo de la personalidad, sus contenidos son totalmente inconscientes y entra en conflicto con el yo y el superyo. Carece de organización y de voluntad, impulsos contradictorios coexisten en él sin suprimirse ni excluirse mutuamente. Está regido por el principio del placer, considerando que el deseo es el motor del aparato psíquico. Este deseo busca realizarse en forma permanente y resurge en ausencia de la satisfacción.

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