Psicología Social
Enviado por laurysrm • 21 de Mayo de 2013 • 3.486 Palabras (14 Páginas) • 309 Visitas
UNIVERSIDAD CATOLICA DE SANTO DOMINGO
ESCUELA DE PSICOLOGIA
PSICOLOGIA SOCIAL (PSI-270)
TEMAS PARA EXAMEN FINAL
A continuación se presenta un resumen de los contenidos desarrollados después del primer parcial, en algunos casos el tema esta desarrollado, en otros los temas están mencionados para que las alumnas y los alumnos los completen. El fin de este esquema de contenidos priorizados es facilitar el repaso para el examen final.
Recuerde que estudiar no es memorizar, y que como hemos reiterado en clases lo más importante es analizar, reflexionar, comprender e interpretar lo leído, expresando en el examen con sus propias palabras lo aprendido. Mucho entusiasmo para completar este repaso y mucha concentración y suerte en el examen!!!
UNIDAD V: LAS ACTIVIDADES Y PROCESOS PSICOSOCIALES
La actitud ha sido definida como un estado de la disposición nerviosa y mental, que se organiza a partir de las vivencias y que orienta o dirige la respuesta de un sujeto ante determinados acontecimientos.
Por lo tanto, la actitud es más bien una motivación social antes que una motivación biológica. A partir de la experiencia, las personas adquieren una cierta predisposición que les permite responder ante los estímulos. Una actitud es la forma en la que un individuo se adapta de forma activa a su entorno y es la consecuencia de un proceso cognitivo, afectivo y conductual.
Por eso, la psicología social se encarga de estudiar las actitudes de los seres humanos para predecir posibles conductas. Cuando se observan las actitudes de un individuo, es factible prever su modo de accionar. Además, las actitudes no sólo modifican el comportamiento individual, sino también grupal, pues una persona con una actitud positiva puede influir en las actitudes de otros y viceversa.
Las actitudes cumplen con diversas funciones en la vida social. Puede darse el caso de alguien que adopta una actitud defensiva y, de esta manera, se predisponga de una forma particular ante las interacciones. La actitud también puede orientarse a la adaptación, en un intento por minimizar los conflictos.
Existen varios tipos de actitudes:
La actitud desinteresada es la que lleva a una persona tener presente a otra no como un medio para conseguir algo, sino como un fin para alcanzar un beneficio propio. Para conseguirla hacen falta cuatro cualidades: disponibilidad, apertura, aceptación y solicitud.
La actitud manipuladora es la que ejerce una persona para alcanzar un fin personal y tiene en cuenta al otro como un medio, otorgándole la atención suficiente para conseguir su objetivo.
La actitud interesada es causada por una situación de indigencia. Una persona se ve privada de algo que necesita y busca por todos los medios recuperar o conseguir satisfacer sus necesidades. Los demás son también un recurso que puede ayudarla a salir de esa situación de desamparo.
La actitud integradora es la que tiene una persona que busca no sólo su beneficio sino también el de quienes la rodean. Se basa en una estrecha comunicación entre dos personas cuyo objetivo es la unificación y la integración.
Existen cinco grandes grupos de actitudes en el trabajo:
Proactiva: persona altamente motivada para conseguir los objetivos de la organización y los suyos propios. Capaz de orientar todas sus actividades hacia ello y de contagiar su entusiasmo a los/as compañeros/as. Cuando se encuentra con algún problema, aplica estrategias para su solución.
Colaboradora: siempre dispuesta a prestar su ayuda para la consecución de los objetivos. Fuertemente motivado/a y se brinda a ayudar a la primera oportunidad. Aunque tiene una gran capacidad de trabajo y entusiasmo, prefiere mantenerse en segundo plano.
Reactiva: persona que hace el trabajo lo mejor que sabe pero que espera que le proporcionen las instrucciones precias. Poca capacidad de iniciativa y que cuya máxima aspiración es la de ser útil.
Pasiva: persona que aplica la ley del mínimo esfuerzo. Procura pasar desapercibida y es adicta al escaqueo –evitar una tarea-.
Negativa: siempre encuentra defectos a todo lo que se hace o propone.
ADQUISICIÓN DE LAS ACTITUDES
Las actitudes se forman y se adquieren progresivamente durante la vida de cada persona. Pastor clasifica las teorías según las tendencias predominantes en su conceptualización:
1. Explicación conductista: pone énfasis en los aprendizajes condicionados.
2. Explicación cognoscitiva: se centra en el pensamiento racional, abstracto y simbólico para explicar la formación, adquisición, organización y maduración de las actitudes.
3. Explicación funcionalista: se centra en el descubrimiento de las funciones que las actitudes cumplen.
La pertenencia a un grupo y la formación de las actitudes
Las actitudes de un individuo tienden a reflejar las creencias, valores y normas de los grupos a los que se adhiere, y para mantenerlas debe contar con el apoyo de sus homólogos.
Los miembros de un grupo llegan a poseer las mismas creencias acerca de ciertos objetos, personas y hechos que produce uniformidad en sus actitudes.
Dentro de un grupo, se comparten muchos valores. La relación entre valores y actitudes es compleja, puesto que el mismo valor puede conducir a distintas personas a elaborar unas actitudes diversas y hasta opuestas.
Las normas del grupo regulan las actividades de los participantes en todos los pasos de una conducta normal, prescriben los actos acertados y las actitudes idóneas. La homogeneidad de las actitudes de cada uno de los subgrupos refleja la aceptación de esas normas por parte de los individuos.
FUNCIONES DE LAS ACTITUDES
Varios autores coinciden en proponer las cuatro bases funcionales principales de las actitudes, fundamentalmente de naturaleza motivacional: funciones defensivas del yo, funciones de valor-autorrealización expresiva, funciones instrumentales, adaptativas o utilitarias, y funciones de conocimiento o economía. Echevarría añade que las actitudes cumplen funciones sociales, psicológicas y cognitivas.
Morales y Moya presentan cinco funciones como aportación del análisis funcional al estudio de las actitudes:
• Función del valor de orientación: focalizada en el proceso psicológico de la atención, por el que la persona está obligada a seleccionar sólo aquellos objetos de su campo visual a los que desea o quiere prestar atención (función de conocimiento o economía).
• Función de valoración instrumental: tiene lugar cuando se considera el objeto actitudinal como un fin en sí mismo, evaluándolo positivamente si se cree que va a resultar útil (función instrumental,
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