Psicología y Pedagogía
Enviado por aldanaregalado • 26 de Mayo de 2015 • 3.169 Palabras (13 Páginas) • 157 Visitas
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Paradigma Conductista: Implicaciones en el ámbito educativo
El objeto del presente ensayo versa sobre la descripción realizada del paradigma conductista, como parte de la exposición que realiza el autor Gerardo Hernández Rojas en el marco de los materiales teóricos utilizados en la experiencia educativa Formación científica. Por ello se tratará de realizar una síntesis de estos postulados, señalando ciertas omisiones teóricas al respecto y aportando algunos datos más en base a uno de los escritos conductistas más representativos: “Sobre el conductismo” de B.F. Skinner.
El conductismo nació en la década de los años 30’s, su aparición tiene como precedente una historia relativamente concreta y podemos mencionar que fue a finales del siglo XIX y principios del siglo XX cuando algunos estudios empezaron a configurar lo que hoy sería uno de los paradigmas con mayor tradición tanto en la psicología como en su aplicación educativa.
John B. Watson es considerado como el fundador del conductismo a raíz de un texto expuesto llamado “la psicología tal como la ve un conductista”, sin embargo, en la lectura sobre la cual hacemos estas precisiones, menciona que tal parecería que el conductismo en general, y Watson en particular rompían radicalmente con una tradición de estudio en psicología, pero tal y como lo dice Skinner en las primeras páginas del libro “Sobre el conductismo”, esta especie de manifiesto de Watson fue algo aventurado y las críticas no se hicieron esperar, además de que en la conformación de esta nueva ciencia por la cual se apostaba (La psicología cuyo objeto de estudio debería ser el comportamiento) había pocos hechos científicos disponibles del comportamiento.
Por ello los trabajos realizados tanto por Watson como por su contemporáneo Pavlov, dejaron una idea acerca de un conductismo como una simple relación entre estímulo-respuesta y este reduccionismo del paradigma ha sido una de las grandes críticas infundadas que como veremos también se presentan en el texto revisado dentro de la experiencia educativa de formación científica.
Dentro de los inicios del conductismo, se puede mencionar que hubo 4 corrientes que se desarrollaron a partir de los primeros escritos conductistas: el conductismo asociacionista de Guthrie, el conductismo metodológico de Hull, el conductismo intencional de E.L. Tolman y finalmente el conductismo operante de B.F. Skinner.
Al paso de los años, este último fue el que predominó sobre los tres restantes y se consolidó como la corriente hegemónica. Al respecto, Skinner menciona que el conductismo que el desarrolla y sustenta no debe ser entendido como la ciencia del comportamiento humano sino la filosofía de esa ciencia.
La propuesta de Skinner es conocida como el Análisis experimental del comportamiento(o conducta según lo maneja el material revisado), y la razón es la que ya se mencionaba líneas arriba, la importancia de describir y predecir la conducta de los organismos es vital, dejando a un lado las explicaciones mentalistas que son inobservables y cuyo fundamento, aunque con larga tradición han imposibilitado una psicología más objetiva y científica. En el texto de Skinner se puede ver claramente una clasificación de dos “tipos de conductismo”, el primero de ellos es el conductismo metodológico donde se trata de prescindir netamente del problema “mentalista” y se va directamente a las causas físicas primeras, el ambiente y su importancia es innegable y se concibe en cierta manera como una versión psicológica del positivismo lógico o del operacionismo. El segundo tipo es el conductismo radical, y curiosamente aunque su nombre indique una postura extremista, realmente propone un equilibrio entre el conductismo metodológico el cuál niega el “mundo interno” y las consideraciones que se tiene acerca de lo que pasa “dentro de la piel”.
Este punto es particularmente importante, ya que gran parte de los paradigmas coexistentes han criticado al conductismo en el área educativa por esta razón, por concebirlo como una postura enraizada y cerrada, predispuesta a la negación de procesos mentales, sin embargo como el mismo Skinner menciona, los conductistas no niegan la existencia de sentimientos, sensaciones, ideas u otros rasgos de la vida mental, simplemente se cuestiona la naturaleza del objeto observado y la confiabilidad de las observaciones: lo que se siente o se observa introspectivamente no es un mundo de naturaleza no física de la conciencia, la mente o la vida mental, sino el propio cuerpo del observador.
La postura conductista hace una exposición de los presupuestos bajo los que se apoya y se ha creído importante presentar el párrafo tal cual, ya que nos permitirá consolidar la visión sobre la persona y sobre su conducta:
La persona es ante todo un organismo, miembro de una especie y de una sub-especie, que posee una dotación genética con ciertas características anatómicas y fisiológicas que son el producto de las contingencias de supervivencia a las cuáles se ha expuesto la especie en el proceso de la evolución. El organismo se convierte en persona en la medida en que adquiere un repertorio de comportamiento bajo las contingencias de refuerzo a las cuales se expone durante su vida. El comportamiento que manifiesta en cualquier momento está bajo el control de un contexto actual. El individuo es capaz de adquirir ese repertorio bajo ese control debido a los procesos de condicionamiento que asimismo forman parte de su dotación genética.
Al respecto, el autor del artículo sobre el paradigma conductista y sus implicaciones, apunta acertadamente que la problemática de la aproximación conductual es inequívoca: el estudio descriptivo de la conducta.
Esta aproximación es determinante, a través del conductismo no sólo puede explicarse el comportamiento y predecirlo en gran parte de situaciones y contextos, sino que además conceptos tales como los sentimientos, ideas, emociones, expectativas entre muchos otros, tienen cabida siempre que sean manifestados a través de algo observable y no como causa de la conducta.
Además esta delimitación del estudio del comportamiento en tanto pueda ser observado representa una considerable ventaja, las conductas pueden ser operacionalizables y consecuentemente ser medidas y cuantificadas, el margen
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