Reestructuracion
Enviado por Nallia • 26 de Mayo de 2013 • 4.662 Palabras (19 Páginas) • 222 Visitas
REESTRUCTURACIÓN.
Las operaciones de REESTRUCTURACIÓN son las intervenciones terapéuticas que una familia debe enfrentar en el intento de lograr un cambio terapéutico. Las operaciones de reestructuración constituyen los aspectos descollantes de la terapia. Son las intervenciones dramáticas que crean movimiento hacia las metas terapéuticas.
Veíamos que 1as operaciones de "acomodación" no constituían un desafío, disminuían la distancia entre el terapeuta y la familia ayudando al terapeuta a mezclarse con la familia ya que juntos participan en los acontecimientos de la sesión terapéutica. Sin embargo, 1as operaciones de "reestructuración" y de "acomodación" son interdependientes. La terapia no puede lograrse sin la "acomodación", pero ésta no tendrá éxito sin la "reestructuración".
El terapeuta debe acomodarse a la familia, pero también debe mantenerse en una posición de liderazgo dentro de la unidad terapéutica. Debe resistir su absorción dentro del sistema familiar. Debe adaptarse en grado suficiente a la organización familiar para ser capaz de incorporarse a ella, pero también debe conservar la libertad de intervenir de un modo que cuestione la organización de la familia, obligando a sus miembros a acomodarse a él de un modo que facilitará el movimiento en dirección de los objetivos terapéuticos.
Observaremos, que en ocasiones, las operaciones de mantenimiento pueden desempeñar, a su vez, una función de reestructuración: cuando el terapeuta apoya a un subsistema, otras partes de la familia pueden verse obligadas a reestructurarse o acomodarse a este apoyo. Si el terapeuta apoya al cónyuge más débil, ello constituye un pedido de reestructuración dirigido al más fuerte
A continuación, mencionaremos distintos tipos de intervenciones reestructurantes:
A) INTERVENCIÓN EN LAS PAUTAS TRANSACCIONALES.
Puede ser sumamente útil que la familia actúe en lugar de describir. Las instrucciones deben ser explícitas, tales como: "habla con tu padre acerca de esto". Este tipo de argumento minimiza la tendencia a centralizar en el terapeuta y ayuda a los miembros de la familia a experimentar sus propias transacciones con una mayor conciencia. Desde el punto de vista del terapeuta, también ayuda a ver a los miembros de la familia en acción. El terapeuta, por lo tanto, debe disponer de un cierto número de técnicas para estimular la comunicación intrafamiliar en la sesión. Puede insistir para que 1as personas hablen entre sí. Puede evitar mirar a alguien, clavando su mirada en un objeto. Puede dar la vuelta a su silla. Puede negarse a responder cuando se dirigen a él, señalando simplemente a otro miembro de la familia con un gesto. Puede incluso abandonar la habitación para observar a la familia tras un espejo de visión unilateral. Después de utilizar estas técnicas un cierto número de veces, los miembros de la familia aceptarán que tienen que hablar entre sí como regla del sistema terapéutico. Puede comenzar a prestar una menor atención a la lógica del contenido y una mayor atención a las secuencias de interacción en las que se producen los intercambios de la familia.
Redistribución geográfica.
La "redistribución geográfica" constituye otra técnica para dramatizar las descripciones de la familia. Cuando una familia acude a la primera sesión, la forma en que se ubica puede proporcionar indicios acerca de las alianzas y coaliciones, centralidad y aislamiento. La ubicación puede también constituir una técnica para estimular el diálogo. Puede constituir un modo efectivo de trabajar con los límites. Si el terapeuta desea crear o consolidar un límite, puede conducir a los miembros de un sistema (subsistema) al centro de la habitación y ubicar a otros miembros de la familia de espaldas, de tal modo que puedan observar pero no interrumpir. Si desea bloquear el contacto entre dos miembros, puede separarlos o ubicarse entre ellos y actuar como mensajero. El manejo de lo espacial posee el poder de lo simple. Su elocuencia gráfica esclarece el mensaje del terapeuta.
Así pues, al asignar tareas dentro de la sesión, el terapeuta subraya su posición como el que fija las reglas. Él es quien determina las reglas de conducta dentro de la sesión terapéutica. Las tareas asignadas dentro de una sesión pueden señalar simplemente cómo y a quién de los miembros de la familia debería dirigirse; relacionarse con la manipulación del espacio, o utilizarse para dramatizar las transacciones de la familia y sugerir cambios.
B) INTENSIFICACIÓN DEL STRESS.
Las familias que acuden a tratamiento han desarrollado habitualmente pautas transaccionales disfuncionales para enfrentarse al stress. El paciente identificado se encuentra en el centro de estas pautas. A menudo la familia es poco flexible, incapaz de recurrir a formas de relación diferentes. La habilidad del terapeuta para producir stress en diferentes partes del sistema familiar le proporcionará a él, y en algunos casos a los propios miembros de la familia un indicio acerca de la capacidad de la familia para reestructurarse cuando las circunstancias cambian.
Existen dos formas de producir stress en la sesión:
- Obstruyendo el flujo de comunicación.
- Aliándose temporalmente, con un miembro.
La maniobra más simple a la que el terapeuta puede recurrir para producir stress consiste en obstruir el flujo de comunicación a lo largo de sus canales habituales.
Los métodos de una familia para evitar un conflicto operan en forma rápida y automática. Así, es posible que un esposo se ataque a sí mismo en toda ocasión en la que piensa que su mujer está a punto de atacarlo, desarmándola y presentándose como un hombre débil que, por ello mismo, debe ser protegido. Abandona toda posición de fuerza debido a que el subsistema conyugal no permite una confrontación que daría lugar al surgimiento de un conflicto oculto. El terapeuta al percibir que el marido utiliza el auto desprecio como una técnica para evitar el contacto, y, por lo tanto, el conflicto, con su esposa, obliga a la pareja a establecer contacto.
El terapeuta también puede provocar stress uniéndose en forma temporal a un miembro o subsistema de la familia. Este tipo de incorporación a la estructura familiar requiere una cuidadosa planificación y una habilidad para desligarse, de tal modo que el terapeuta no sea absorbido por la guerra familiar. El objetivo último del terapeuta consiste en beneficiar a la totalidad de la familia, y la familia debe percibirlo en todo momento. Si forma una coalición contra determinados miembros, estos deben saber que este paso es temporal y que, sobre todo, él está aliado a toda la familia en el sistema
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