TERAPIA RACIONAL EMOTIVO CONDUCTUAL
Enviado por karolito79 • 18 de Octubre de 2012 • 8.124 Palabras (33 Páginas) • 806 Visitas
CAPÍTULO 2
LA TERAPIA RACIONAL EMOTIVO-CONDUCTUAL
(TREC)
Este capítulo se ha creado con la finalidad de conocer la historia de la Terapia Racional Emotivo-Conductual así como para presentar los principales fundamentos teóricos, las técnicas y estrategias que respaldan la práctica de esta forma de terapia.
2.1 Antecedentes históricos de la Terapia Racional Emotivo-Conductual
Albert Ellis, el creador de la Terapia Racional Emotivo-Conductual (TREC), nació en Pitsburg en 1913. Obtuvo u Doctorado en Psicología Clínica y el 1947, empezó su entrenamiento en psicoanálisis, especializándose en el psicoanálisis clásico y en e psicoanálisis aplicado a la psicoterapia. Poco tiempo después, en 1950, descubrió que el tratamiento psicoanalítico era poco eficaz para resolver los problemas emocionales de los pacientes, y que a pesar de que éstos se veían beneficiados con este tipo de terapia su mejoría no se debía al hecho de revivir acontecimientos pasados, sino a la adquisición de una nueva forma de pensar que les ayudaba a modificar sus comportamientos y sentimientos perturbadores (Ellis, 1999).
Debido a lo anterior, en 1955, Ellis creó una forma de terapia a la que denominó originalmente terapia racional, la cual se vio ampliamente influida por teorías y prácticas con enfoques humanistas, existenciales emotivo-evocativos y holísticos. De entre dichas influencias destacan: el estoicismo, el positivismo lógico, la psicología y la semántica general. Del pensamiento filosófico de los estoicos (principalmente de Epicteto y Marco Aurelio), retoma la idea de que los seres humanos tienden de forma permanente y banal a crear su propio sufrimiento al interpretar disfuncionalmente los acontecimientos que ocurren a su alrededor, al mismo tiempo que son capaces de alcanzar la plenitud emocional y conductual con el sólo hecho de cambiar la forma de pensar acerca de dichos acontecimientos, generando emociones fuertes pero congruentes con las experiencias activadoras (Ellis y Abrahms, 1989 y Carrasco, 1995).
Asimismo, la TREC se cimienta en os planteamientos aportados por la filosofía científica del positivismo lógico, que considera que la ciencia es flexible, antidogmática y rechaza el absolutismo, por lo que favorece la realidad empírica así como la búsqueda de datos ligados a la observación y sensación humana (Ellis, 1995).
De la psicología busca el concepto empleado por Horney sobre “la tiranía de los debería”; destaca la utilización de la enseñanza activo-directiva propuesta por Adler y subraya la importancia del aprendizaje como una competencia inicialmente social que posteriormente es matizada por los procesos cognitivos de cada individuo.
Finalmente, la terapia racional se enriqueció al retomar de la semántica general, la idea de que el lenguaje influye de manea significativa en el pensamiento de los seres humanos (Ellis y Dryden, 1989).
Una vea que la terapia racional estuvo constituida, Ellis dictó su primera conferencia al respecto en la Asociación Psicológica Americana (APA) en 1956. Con este hecho, obtuvo cierta popularidad en el ámbito de las psicoterapias de reestructuración cognitiva y a finales de los 60, organizó una serie de talleres y terapias de grupo racionales que gozaron de gran aceptación entre la audiencia (Ellis, 1981).
Posteriormente, en 1961, el nombre de la terapia racional fue sustituido por el de Terapia Racional-Emotiva (TRE). Ello respondió al hecho de que Ellis se percató de que existían pocos terapeutas dispuestos a trabajar desde un enfoque actitudinal para aliviar el sufrimiento y ayudar a sus clientes a superar sus perturbaciones emocionales. Además de prestar mayor importancia a tales perturbaciones, empezó a utilizar métodos más directivos que requerían menor tiempo y dinero (Ellis, Mc Inerney, Di Giuseppe y Yeager, 1992).
Los mismos autores señalan que la constante utilización de esos métodos directivos, permitía proporcionar la ayuda necesaria para que los clientes desafiaran y combatieran sus creencias disfuncionales, irracionales y anti-empíricas, lo cual les permitía actuar en contra de ellas. Dada que de esta manera, la TREC se convirtió en una terapia orientada cognitiva, emotiva y conductualmente, en 1993, Ellis decidió cambiar su nombre a Terapia Racional Emotivo-Conductual (TREC).
Por otra parte, con frecuencia se hace referencia a la Terapia Racional-Emotiva General y la Terapia Racional-Emotiva Preferencial de forma indistinta. Ellis (1995), considera que existe una diferencia entre ambas ya que la primera es considerada un equivalente de la terapia cognitivo-Conductual, mientras que la segunda constituye un tipo único de terapia cognitiva, claramente humanista y constructivista, que presta mayor atención al papel que desempeñan las cogniciones en las perturbaciones del ser humano.
En general, la aceptación que ha tenido la terapia creada por Ellis ha sido tal que se han creado Institutos de Terapia Racional Emotivo-Conductual en Estados Unidos, Italia, Holanda, Alemania, Inglaterra y México. Así también, Ellis se dio a la tarea de escribir alrededor de 50 libros y 600 artículos profesionales y ha grabado alrededor de 100 cintas de audio y cintas de video de divulgación, relacionados con la Terapia Racional Emotivo-Conductual, por lo que ésta es considerada una de las escuelas de psicoterapia más difundida, integrativa y de mayor alcance (González, 1999).
Una vez especificados los antecedentes teóricos de esta terapia, se procederá a presentar los fundamentos teóricos que le dan sustento.
2.2 Fundamentos teóricos de la Terapia Racional Emotivo-Conductual
Ellis, Mc Inerney, Di Giuseppe y Yeager (1992), afirman que la experimentación de niveles inapropiados de emoción maximiza de manera significativa el sufrimiento, interfiere con las habilidades de una persona para desenvolverse, incrementa la perturbación ante los demás y obstaculiza el trabajo del cambio. Por ello, el objetivo principal de la Terapia Racional Emotivo-Conductual es ayudar a los clientes a experimentar niveles apropiados de emoción, que les permitan maximizar el pacer a largo plazo y minimizar el dolor innecesario, incrementando la auto-aceptación y la tolerancia a la frustración.
La posibilidad de alcanzar este objetivo de forma permanente es factible una vez que se proporciona a los individuos una serie de herramientas para crear un método de auto-observación y autovaloración que les permita alcanzar un estado mínimo de ansiedad y hostilidad (Ellis, 1980).
Lo anterior se debe a que las emociones y los sentimientos humanos no surgen incomprensiblemente pues con frecuencia, éstos se desarrollan directamente de ideas, pensamientos, actitudes o creencias, que los individuos mantienen sobre los sucesos
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