Tercera Infancia Generalidades

UNIVERSIDAD CENTRAL DEL ECUADOR

FACULTAD DE CIENCIAS PSICOLOGICAS

ESCUELA DE PSICOLOGIA

CARRERA: PSICOLOGIA INFANTIL Y PSICORREABILITACION

Catedra: Psicología del desarrollo 1.

Curso: Primer semestre – Psicología infantil y Psicorehabilitación 1.

Tema: Tercera infancia – generalidades- desenvolvimiento sensorio motor- el juego-el dibujo- la escritura.

Tercera infancia

Inicia con el comportamiento escolar propiamente dicho, es decir, coincide con el principio de la edad de asistir al colegio; en esta etapa se delimitará su capacidad de relación y de afecto, y por consecuencia, su intelectualidad se acrecentara de manera notable

CARACTERÍSTICAS

• Talla: entre 1,60 cm - 1,70 cm de máximo y 1,40 cm – 1,50 cm de mínimo

• Peso: entre 40 kg – 45 kg en niños y 50 kg – 60 kg en las niñas

• Se debe haber desarrollado la motricidad

VIDA COGNOSCITIVA

• Pensamiento lógico-concreto: es una etapa tránsito de preparación para algo. El niño empieza a prescindir de los sentidos para razonar.

• Incipiente capacidad de crítica: el bien o el mal

• El niño va siendo menos imaginativo y más realista: en etapas anteriores el niño se guía por el principio de placer.

• Adquiere conciencia de sí: pierde o reduce el yo fenoménico

• Noción del tiempo y espacio: el niño no le condiciona el pasado. A partir de aquí, se da cuenta de que tiene un pasado

• Siente necesidad de actuar

Desarrollo de la memoria: La memoria verbal o mecánica consigue si máximo desarrollo. El recuerdo le será más fácil si comprende lo que aprende. Le gusta ejercitarla, porque así muestra una cualidad suya. Siente una gran inquietud de aprender, acumular datos y experiencias.

Desenvolvimiento sensorio - motor

El niño ha de dominar las habilidades sociales y técnicas para prosperar en la escuela y que debe enfrentarse a sentimientos de inferioridad.

Además del dominio y la competencia, se forman amistades entre compañeros de edad similar, el trato con los niños de igual edad y la marcada transformación del medio ambiente que constituye el ingreso a la escuela, dominan todo el desarrollo posterior.

Los niños de 6 a 11 años muestran un amplio rango de estatura, lo cual refleja la amplitud de las diferencias individuales en todos los aspectos del desarrollo. Las influencias ambientales también juegan un papel importante. Los niños más altos son de aquellas partes donde abunda la alimentación nutritiva y donde están controladas o totalmente eliminadas las enfermedades infecciosas.

La pérdida de los dientes de leche es un gran acontecimiento, signo de una etapa de sin igual importancia dentro de su desarrollo.

Durante este período aumenta su vitalidad, la cual se manifiesta con una mayor actividad como por ejemplo: hacer travesuras, construir y desarmar objetos, juega, corre, salta, etc. Estas conductas representan una reacción a la excesiva energía vital que posee. Se muestran más fuertes, más rápidos, con mejor coordinación y gran placer de probar sus cuerpos y adquirir nuevas habilidades. El desarrollo cerebral está relativamente completo. El niño posee un intenso sentimiento de su propio poder, llegado a la sobrevaloración de sus propias posibilidades. Se muestra seguro de sí mismo sin necesitar tanto la protección materna.

Entre los 5 a 7 años el niño se convierte en lo que Piaget llama un niño operacional. Es capaz de usar símbolos para realizar operaciones, es decir, actividades mentales. El uso de representaciones mentales de las cosas y los hechos le permite adquirir destreza en la clasificación y manejo de los números, en la selección y en la comprensión de los principios de la conservación.

El niño puede tomar todos los aspectos de una situación cuando se esté sacando una conclusión, también comprende la característica reversible de las operaciones físicas, el egocentrismo comienza a disminuir, su pensamiento se hace más estable y lógico, pero todavía no es capaz de manejar las ideas abstractas.

El período de las operaciones concretas hay cambios espectaculares en las características del pensamiento del niño entre 6 y 11 años. Hay mayor comprensión de la reversibilidad, mayor capacidad de asumir el papel de los demás, hay una nueva visión de la realidad y el niño comienza a pensar de modo deductivo.

El niño es capaz de conservar la cantidad y el número de formar conceptos especiales y temporales y de clasificar o agrupar objetos, con tal de que los objetos estén presentes; sin embargo, el niño se encuentra todavía ligado a las operaciones concretas del mundo inmediato. Puede resolver problemas sólo si los objetos necesarios para la resolución de éstos están presentes físicamente.

La actitud práctica y referida a la realidad por parte del niño en edad escolar, hace pasar a segundo plano los procesos de desarrollo emocional de éste período; sólo al comienzo de la pubertad vuelven a resurgir con más fuerza, e incluso parecen desempeñar un papel dominante.

En conjunto, la diferenciación progresiva de las reacciones emocionales, demostrables, ya en el período escolar, prodigue en el período escolar, a pesar del predominio de una actitud básicamente práctica; adquieren entonces, una gran relieve las acciones de ansiedad, tanto respecto del comportamiento en general y especial, como del rendimiento escolar. La emociones apuntan preferentemente hacia los objetos como el miedo, envidia, terquedad, lo cual coincides perfectamente con la actitud del niño escolar frene al mundo. La angustia intensa y persistente, refleja un sentimiento de culpabilidad o conflictos con el profesor sin arreglar. Esto puede deberse a que la asimilación de las normas educativas ha alcanzado su primera etapa y de que el niño es más consciente de la dificultad de su mantenimiento, y dispone al mismo tiempo de mayores posibilidades para burlar el cumplimiento de tales normas. Otra causa de estos temores es el deseo de la madre de mantener al niño el mayor tiempo posible en una situación de dependencia infantil, el niño se identifica inconscientemente con este deseo y reacciona con angustia frente a las exigencias

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