La Tercera Infancia
Enviado por carlavidrierita • 16 de Octubre de 2012 • 2.287 Palabras (10 Páginas) • 4.938 Visitas
Universidad Central del Ecuador
Facultad de Ciencias Psicológicas
Curso: segundo clínica
TERCERA INFANCIA
Tercera infancia, los amigos y la formación intelectual. La educación escolar y la formación intelectual tienen una gran influencia en estas edades. Hasta entonces, el peso de la familia y de los amigos de su misma edad había sido predominante pero a partir de este momento, sus relaciones sociales se amplían y diversifican.
Capacidad de adaptación y de aprendizaje. Estos son dos de los principales rasgos que definen esta etapa vital de la tercera infancia. Por un lado, los niños están dotados de una importante capacidad para adaptarse a nuevos entornos sociales –cada curso escolar amplía considerablemente su círculo de amistades–. Y por otro lado, a estas edades logran aprender y absorber una gran cantidad de información. De ahí que esta etapa formativa sea fundamental en su desarrollo intelectual y en su madurez como ser adulto.
El colegio y la educación escolar tienen un peso trascendental entre los 7 y los 12 años. Los niños pasan buena parte de su jornada diaria en ese entorno, relacionándose con otros niños, no sólo de su edad, sino también de cursos superiores que les pueden servir como modelos a imitar e idealizar; así como con profesores, los adultos que, junto a los padres, más peso tendrán en su evolución personal.
A estas edades el cambio físico también es importante. Es cuando la mayoría de los niños dan el estirón, ganan altura y corpulencia. Este desarrollo físico suele empezar un poco antes en las niñas
que en los niños. Y también es diferente en cada individuo. Todos estos cambios traspasan la barrera puramente física e influyen en sus emociones que, entre los siete y los nueve años, son también muy variables. A partir de los nueve años es cuando los niños alcanzan una madurez relativa, logran un mayor equilibrio emocional que les irá preparando para afrontar la adolescencia: una nueva etapa vital llena también de cambios que les conducirán hasta la edad adulta.
LOS JUEGOS
Con la tercera infancia, desde los 7 años aparecen los juegos sociales; los juegos figurativos y los de regla arbitraria pueden ser utilizados ya por un grupo. En los varones se observan los juegos de proeza, aunque todavía son pocos capaces de organizar un juego, los pequeños constituyen lo más a menudo una sociedad segmentaria. Cuando llegan a una organización rudimentaria, se convierten en juegos de competición y anuncian los deportes individuales.
En las niñas esos juegos de proeza tienen menos importancia ya que estas se organizan más fácilmente, también tienen un lugar importante los juegos de imitación colectiva y los juegos tradicionales.
Desde los 10 años aproximadamente, se desarrollan los juegos de grupo organizado, los juegos tradicionales. Los juegos de proeza originan los juegos tradicionales de competición cooperativa como el de las cuatro esquinas, la rayuela, etc..
En estos juegos se podrían distinguir aún aquellos juegos en que cada uno juega por cuenta propia -rayuela y cuatro esquinas- y los juegos más difíciles que importan equipos y anuncian los deportes colectivos como el juego de policías y ladrones.
Los juegos de imitación originan juegos tradicionales como las ceremonias de las niñitas, en las cuales se juega a algún gran acontecimiento como pueden ser un casamiento, batalla, etc. Se encuentran también, aunque más raramente, en los varones.
Juego de roles: (6-7 años) tiene un argumento que representa una situación de la vida real. Se caracteriza por ser colectivo, tener una secuencia ordenada y una duración temporal mayor. Hay una coordinación de puntos de vista, lo que implica una cooperación. El simbolismo aquí se transforma en colectivo y luego en socializado, es una transición entre el juego simbólico y el de reglas.
Juego de reglas: (8-11 años) implica respeto a la cooperación social y a las normas, existiendo sanción cuando ellas se transgreden. Este juego es el que va a persistir en la adultez.
LA ESCRITURA
El aprendizaje de la escritura es un proceso largo y complejo. Sin duda los niños no aprenden a hacerlo de la noche a la mañana, todo lo contrario es necesario brindarles diversas oportunidades para que puedan desarrollar de a poco esta compleja actividad.
El período pre-escolar es una buena instancia donde los niños comienzan a aproximarse a la escritura. Generalmente, aquellos niños que se encuentran en el último año del nivel inicial finalizan los cursos logrando copiar o escribir su nombre y algunas otras palabras.
En un inicio, la grafía que utilizan es en imprenta mayúscula, ya que su trazo ofrece menos dificultad. Cuando llegan a la escuela deben concluir primer año sabiendo escribir en minúscula y en cursiva. Es un período de práctica para poder desarrollar las habilidades y destrezas necesarias para lograr escribir.
EL DIBUJO
El niño rápidamente empieza a ser capaz de plasmar lo que ve de forma más realista. Las figuras tienen proporciones más equilibradas. Hay un gran intento de plasmar todas las características del dibujo aunque no sean visibles al natural. Por ejemplo, si dibuja un edificio dibujará también la gente que hay dentro de él aunque en la realidad no podríamos verlo; o si dibuja a un hombre con zapatos puede que éstos dejen ver los pies. Las figuras humanas están más elaboradas y la cabeza ya no aparece tan desproporcionada. Sin embargo sigue habiendo errores de percepción como dibujar los pies de perfil y el cuerpo de frente o la nariz de perfil y el cuerpo de frente. Será a los ocho o nueve años cuando el niño intente plasmar la realidad tal cual es, tomando perspectiva e intentando no sólo incluir todos los elementos de lo que percibe, sino que además éstos guarden una armonía. Es la época en la que las figuras empiezan a tener perspectiva, en la que incluso puede que dibuje sombras o los tamaños de las figuras se adecuen a la profundidad que tendrían en el espacio. Los dibujos dejan de ser tan “infantiles”
El dibujo tiene grandes virtudes educativas. Además de fomentar la creatividad, sirve para educar la atención, cosa muy importante en los primeros años. Sólo tenéis que ver la concentración de un niño cuando colorea una figura o cuando dibuja. En la actualidad se está dando gran importancia al aprendizaje de las metas. El niño debe hacer proyectos, proponerse objetivos desde muy pequeño, porque eso le enseña a fijar su atención, a movilizar sus energías, y a saber si lo está haciendo bien o no. El dibujo nos proporciona una ocasión de fomentar esta capacidad. Los niños pequeños comienzan a dibujar sin propósito definido. Mientras están haciéndolo, suelen decir lo que
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