Transtornos De La Sexualidad
Enviado por patricio.segovia • 29 de Octubre de 2012 • 4.140 Palabras (17 Páginas) • 486 Visitas
Introducción
El trabajo que presentaremos a continuación, mostrará formas diferentes de ver la sexualidad en la pareja. Presentaremos las distintas conductas sexuales atípicas que se conocen y analizaremos cuales son sus características físicas y psicológicas. Como influye la sociedad en las parejas que sufren estas contraindicaciones y los diferentes métodos y tratamientos para poder curarlas. Hablaremos temas tan importantes como las violaciones sexuales, travestismo, transexualismo, fetichismo, sadismo, masoquismo sexual, voyerismo, exhibicionismo, abuso sexual contra niños, acoso sexual, disfunciones del deseo sexual, disfunciones de la excitación sexual y disfunciones en el orgasmo. Todos los temas tratados a continuación fueron analizados con el interés de ayudar y entregar la mejor información posible.
1. Conducta Sexual Atípica y Anormal
Travestismo y Transexualismo
Frecuentemente se tienden a confundir estos dos conceptos, porque en ambos la personas se visten con ropa de otro sexo, la diferencia fundamental entre estas dos entidades se debe al posicionamiento en relación al pene. El travesti no renuncia a la funcionalidad peneana, es decir se viste de mujer pero considera indispensable para su excitación la anatomía del pene, el transexual renuncia a ello, y puede llegar a reclamar un cambio de identidad mediante la extirpación peneana (llegando a definir un error natural su contextura anatómica). En esta clasificación se enmarcaría el llamado popularmente transformismo, donde se trataría del comportamiento travestista pero solo reservado a ciertas ocasiones (espectáculos, intimidad, relaciones de pareja, festejos, etc.).
Travestismo
Denominado por el Manual de Diagnostico de Trastornos mentales como: “Fetichismo Travestista”; identificación acusada y persistente con el otro sexo, manifestada en adultos con la afirmación del deseo de pertenecer, ser considerado, vivir o ser tratado como del otro sexo o la convicción de experimentar las reacciones y las sensaciones típicas del otro sexo. Además de un malestar persistente con el propio sexo o sentimiento de inadecuación con su rol. Provocando un malestar clínicamente significativo o deterioro social, laboral, o de otras áreas importantes de la actividad del individuo. Además contempla: si no presenta atracción sexual o si la tendencia es hacia varones, mujeres o ambos sexos.
Desde la perspectiva psicoanalítica el travesti intenta causar o provocar sorpresa ante la visión del pene. Ubicándose en ese momento como: de goce. De esta manera reniega (fallidamente) de la castración simbólica. Demuestra que una mujer puede aparecer con pene. En esta perspectiva frente a lo fallido en el ámbito simbólico, cobran importancia los rasgos imaginarios (roles, vestimenta).
El vestirse con la ropa del sexo contrario lo utilizan también como para liberarse de los estereotipos sexuales lindantes, estos son por lo general hombres relativamente bien adaptados a la vida heterosexual.
Transexualismo
En este caso la persona se siente atrapado en el cuerpo del sexo equivocado, y que le ha tocado un sexo que no es el suyo. Su modo de vestir no tiene nada que ver con la excitación sexual. En estos casos se renuncia al placer genital peneano, y es esta la diferencia con el Travestismo. El transexual odia, rechaza al pene. Estas personas en ocasiones se inyectan hormonas y se realizan Cirugía Plástica para poder transformar sus órganos sexuales y tener los del sexo deseado; siendo mucho mas frecuente las operaciones de cambio de sexo de Hombre a Mujer que lo contrario, tal ves por que los penes creados con cirugía nos son tan satisfactorios como las vaginas creadas con cirugía y se ha mostrado en general que los paciente s se sientes contentos con su nuevo.
Fetichismo
El Fetichismo según el manual de diagnóstico de los trastornos mentales: se encuentra dentro de la categoría de parafílias, de “Trastornos sexuales y de la identidad sexual”.
Es definido como fantasías sexuales recurrentes y altamente excitantes, impulsos sexuales o comportamientos ligados al uso de objetos no animados (ropa interior femenina) y exageración del interés normal mostrado por determinadas partes del cuerpo (pechos, nalgas, ojos azules, etc.); pero por lo general están implicados objetos inanimados, durante un período no inferior a los seis meses.
Se indica que estas fantasías e impulsos sexuales provocan un malestar clínicamente significativo o un deterioro social, laboral o de otras áreas de la actividad del individuo. Se diferencia también al fetichismo del fetichismo travestista (cuando un individuo masculino se viste con ropas femeninas o viceversa). Se menciona como fetiches a los aparatos diseñados con el propósito de estimular los genitales, como un vibrador.
Es posible ver conductas fetichistas menos marcadas, o personas autodefinidas como fetichistas que, no sufren de un malestar significativo al respecto. En los hechos casi todos los varones presentan alguna connotación fetichista, y desde una lectura un poco más extremada puede llegar a ubicarse como fetiche cualquier objeto o recorte de un objeto. Es anormal si este interfiere con su adaptación sexual o con su pareja. Con frecuencia la persona solo siente deseo con objetos usados y al robárselo a una mujer, esta vertiente del fetichismo es considerado anormal, aparte de peligroso e ilegal.
Sadismo
El termino sádico procede del marques de Sade, escritor y político francés contemporáneo de la Revolución Francesa, conocido por sus novelas obscenas repletas de una de una rebuscada crueldad sexual. El individuo sádico es aquel que obtiene placer erótico produciendo sufrimiento y daños físicos o psicológicos en su pareja.
Por lo general, se trata de humillaciones reales o simuladas, para lo cual se puede atar o amordazar a la otra persona; y de agresiones físicas de diversa gravedad, que oscilan desde los golpes de escasa intensidad producidos directamente o mediante látigos, a heridas, quemaduras, amputaciones o estrangulamiento, que pueden resultar mortales.
El sadismo sexual se puede practicar sobre otras personas con o sin su consentimiento. Cuando la pareja consiente, se suele tratar de humillación, muchas veces simulada, y agresiones físicas de escasa intensidad salvo que la pareja padezca de masoquismo sexual, en cuyo caso las lesiones pueden ser mucho más graves, incluso mortales. Cuando la pareja no consiente en este tipo de prácticas, el sádico, de todos modos, puede agredirla en diversas ocasiones e incluso provocarle la muerte.
El trastorno suele
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