Un monstruo viene a verme

Introducción: Un monstruo viene a verme

La película nos presenta a un niño que atraviesa y tiene que encontrar la manera de sobrellevar distintas situaciones, siendo la más importante o impactante para él, aquella que trata sobre las dificultades familiares de su presente. Sin embargo, abarca también otras circunstancias por las que cualquier persona, a cualquier edad y en diferentes condiciones podría verse afectada.

Sumerge a aquellos que la ven en algo de incertidumbre, planteando la duda sobre el desenlace de la historia y mostrando la confusión que uno mismo puede sentir ante distintos sucesos que pueden interponerse con una realidad tranquila.

Dentro de esta narración puedes hacer distintos planteamientos, es una historia fantástica y misteriosa que incluye puntos psicológicos a manera de relato mágico, haciéndola un cuento interesante y fácil de digerir, a pesar de no lograr comprender desde un inicio hasta dónde quiere llegar.

Nos muestra de una manera distinta el ser interno de alguien que está pasando por procesos de duda, pérdida constante y adaptación. Te atrae la manera en que ocurren los diferentes episodios que atraviesa el Connor, antes de llegar al desenlace.

Desarrollo del tema

Durante la película se presenciaron diferentes acontecimientos que nos muestran la dificultad de sobrellevar situaciones de pérdida, a pesar de que esto es distinto en cada persona, existen puntos, llamados etapas, que son identificables y podemos observarlos en estas situaciones. Algunos de los puntos anteriores se pueden visualizar durante una gran parte de la película, mientras que otros son casi instantáneos. Aunque se trate de una película y nos muestre una imagen poco realista al respecto de los tiempos, da una buena perspectiva que ayuda a comprender que no se tiene un tiempo específico para cada etapa.

Una etapa importante a rescatar es la negociación, que se suele ser colocada en tercera instancia. A pesar de esto, se suele ver durante la mayor parte del duelo, acompañando a las demás o deteniéndose al momento de encontrarse otra presente.

Desde el inicio de la película observamos una situación de duelo frente a la pérdida, la madre del niño padece de cáncer y aunque no ha fallecido, se ve gráficamente y de manera suave como el niño ya está sufriendo una pérdida anticipada ante el pronóstico de su madre, viendo y sufriendo también el padecimiento de su ser más querido al tener que vivir observando el decaimiento progresivo de su figura materna, ya que día a día notaba iban muriendo partes entrañables de esta mujer, incluyendo su vitalidad.

La pérdida anticipada logró generar un sentimiento de impotencia personal para este niño que nada podía hacer, incluyendo también la primera etapa del duelo, la negación. A pesar de que ella le intenta dar ánimos argumentando que todo estaría bien, a él se le ve algo cansado de escuchar esto, aunque al principio no puedes comprender a que se debe este cansancio, se puede llegar a confundir con alivio ante la respuesta de su mamá.

Además de esto se presenta que sus padres están divorciados, cosa que también es considerado una pérdida tanto para la pareja como para su hijo. Se sabe, según el meta-análisis de Amato y Keith (1991), que los niños expuestos al divorcio de sus padres son, en muchas ocasiones, más propensos a desarrollar problemas de comportamiento, psicológicos e algunas veces de desadaptación. También podemos observar que no quiere quedarse en casa de su abuela, situación que también provoca emociones no gradas para el muchacho, aquí podemos observar la segunda etapa descrita, la ira, el Connor comienza a romper cosas sintiendo alivio ante ese desahogo.

Partido de esto también se aborda un problema escolar en el que es agredido físicamente por sus compañeros, aunque no se plantea lo suficiente para asumir que la causa sea el divorcio de sus padres o de la pérdida de su madre, lo muestran una incidencia al rechazo y aislamiento en el cual no quiere encontrarse, sino que es una reflexión se sus emociones, ante todo lo que está sucediendo, puede ser, su manera de negarse, mostrándonos la cuarta etapa de duelo: la depresión.

Para afrontar estas situaciones la película nos muestra cómo llega un monstruo, el cual tiene la única intención de ayudarle. Aunque en repetidas ocasiones Connor le repite pidiendo ayuda para su madre, que la salve. A lo largo de la película comienza a notarse que su intención es ayudarlo a él a escapar y superar sus propios pensamientos.

Le cuenta historias que al inicio parecen no tener relación con lo que está viviendo, pero estas lo ayudan a acercarse, aunque sea de poco a poco con el monstro, no sin antes negarse rotundamente a llevar una conversación sin sentido con él, que supuestamente no ayudaría en nada y solo le robaría tiempo.

Al hablar del monstruo parece tratarse de un espejismo que el mismo creó. Más que una enfermedad mental, se muestra como un recurso de autoprotección que utilizó para poder abrirse y analizar su mismo ser, ya que se entiende que él sentía miedo de sus propios pensamientos, juzgándose a sí, imponiendo que no era correcto sentir lo que estaba sintiendo al querer terminar con su sufrimiento. El sufrimiento de ver a su madre en decadencia, sabiendo que tarde o temprano llegaría el momento de su partida. Connor quería deshacerse de ese pesar aunque significara que no podría verla más. Esto fue lo que durante el trascurso de la película no podía y se negaba a aceptar, cuando el monstruo directamente le preguntaba.

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