Una Buena Educación
Enviado por panda13pege • 5 de Julio de 2015 • 531 Palabras (3 Páginas) • 149 Visitas
Una buena educación: reflexiones sobre la calidad
Son cuatro los rasgos de una buena educación, cada uno es una abstracción y fragmentan la realidad, porque en el plano de la experiencia humana los cuatro son inseparables, están fundidos e integrados,
1. El carácter
El carácter era para los griegos uno de los primeros significados de ethos: la disposición moral de la persona, su temperamento y compostura, el conjunto de sus convicciones, o de las virtudes o actitudes adquiridas.
Carácter, por tanto, es una palabra-síntesis que comprende valores, principios, hábitos y manera de ser de la persona, lo que suele transformarse en una disciplina en el uso del tiempo y frecuentemente en una capacidad para organizar las actividades propias y la de los demás. No implica necesariamente liderazgo.
Una buena educación debería crear la convicción de que la vida sirve para algo. La buena educación “se propone que cada alumna y alumno constituyan en su interior un estado de alma profunda, se convierta en un sujeto consiente. Así transformara la información en conocimiento y el conocimiento en sabiduría, habrá aprendido a vivir.
2. La inteligencia
La inteligencia debe ser educada, en es este resumen esquemático entiendo tres cosas por educar la inteligencia, primero, haber adquirido los conocimientos generales básicos para ubicarse en el mundo ( lo que llaman “cultura general “ ) segundo; haber adquirido las destrezas intelectuales fundamentales - las capacidades formales de abstracción, raciocinio lógico , análisis, síntesis, inducción, deducción – lo que se resume en dos palabras aprender a pensar y aprender a aprender , tercero haber adquirido y saber manejar algunos conocimientos especializados, sobre todo los necesarios para efectuar trabajos productivos.
3. Los sentimientos
La educación de los sentimientos va más allá. A ella le corresponde un vasto dominio casi ignorado por nuestro racionalismo pedagógico: el cultivo de la imaginación y la creatividad, el desarrollo de la intuición, la modulación de la sensibilidad y muy particularmente la educación para la compasión,
Una educación que no tenga compasión siempre será terrible: producirá personas inmunes al dolor y por lo tanto prepotentes.
Lo que vagamente llamamos “sentido humano” la capacidad de vibrar con la desgracia ajena, o de indignarnos ante la injusticia. Brota de una raíz oculta, que hayamos asimilado el sentimiento de nuestra propia vulnerabilidad. Este sentimiento de límite que colinda con el límite de las demás existencias humanas, donde brota el encuentro con el otro igualmente vulnerado y se fundamenta por cierto el sentido ético.
4. La libertad
El sentido de la vida (que se mencionó apropósito del carácter) gira en torno a las grandes preguntas, - ¿Qué soy, para que estoy en el mundo, hay un dios con quién
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