Carácter Cristiano

Introducción: Carácter de Cristo

La palabra Carácter proviene de una palabra griega que significa: «marca»; una marca en la vida que define a los sujetos que la poseen. A pesar de las tergiversaciones del término, «una persona de carácter» significa que tiene: a) fidelidad a sí mismo; b) firmeza en esa fidelidad; c) una sola dirección en la vida.

También es definido como la expresión que idiomáticamente alude a aquello que individualiza, expresan el modo de ser y de comportarse de una persona en particular; o como una condición que distingue a alguien de los demás.

Ser cristiano también implica tener un carácter diferente al que manejan los demás ya que el Señor nos lo pide en Mateo 5:13 “Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.”

Nosotros tenemos que ser la diferencia en este mundo y todo esto se logra a través del mostrar un carácter como el de Cristo. Para ello tenemos que tomar en cuenta lo siguiente:

“Mas vosotros no vivís según la carne, sino según el Espíritu, si es que el Espíritu de Dios mora en vosotros. Y si alguno no tiene el Espíritu de Cristo, no es de él.” Romanos 8: 9

"Y por cuanto sois hijos, Dios envió a vuestros corazones el Espíritu de su Hijo, el cual clama: ¡Abba, Padre!" Gálatas 4:6.

Al recibir a Cristo en nuestro corazón recibimos al Espíritu Santo y Él mora en nosotros con el propósito de glorificar a Cristo, es decir, a usarnos como instrumento para reflejar a Jesús en el mundo y lo hace reproduciendo en nosotros el carácter de Cristo en nosotros.

De acuerdo a los versículos anteriores, cuando nosotros tenemos al Espíritu de Dios en nosotros, morando en nosotros, Él hace que vayamos transformando nuestro carácter, pero eso no lo hace solo. Gran parte de lo que cambiamos es porque nosotros ponemos de nuestra parte. Si nosotros no queremos, Dios no puede hacer nada. Pero, ¿de qué forma podemos poner de nuestra parte?

“Y amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente y con todas tus fuerzas. Este es el principal mandamiento.” Marcos 12:30

Amar a Dios es lo principal. Ser cristiano es amar a Dios sobre todas las cosas y hacer todo lo que él nos pida. Es seguir el manual de vida que nos ha dado para que no nos desviemos ni a derecha ni a izquierda.

“…, para que seáis irreprensibles en el día de nuestro Señor Jesucristo. Fiel es Dios, por el cual fuisteis llamados a la comunión con su Hijo Jesucristo nuestro Señor.” 1 Corintios 1:8-9

Además de amar a Dios, es necesario querer conocerlo, tener comunión con él. Al tener comunión con él reforzamos todo lo que leemos y escuchamos ya que Él nos da una visión personal de lo que desea de nosotros. También nos pide que seamos irreprensibles,

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