EL HOMBRE CRIATURA DE DIOS Y PECADOR

 UNIDAD 1

EL HOMBRE CRIATURA DE DIOS Y PECADOR

En la sagrada Escritura hay dos relatos de la creación del hombre y ambos coinciden en la concepción teológica:

• Inferioridad: el hombre es criatura de Dios y depende absolutamente de su creador (hombre entero).
• Superioridad: el hombre domina sobre el resto de la creación( el hombre gobierna en nombre de Dios)
• Igualdad: se relaciona con sus semejantes
• Realidad unitaria: el hombre está constituido por cuerpo y alma en un solo ser.
• Informe científico: la ciencia busca más allá del cómo y cuándo fue creado el hombre.
• Esencia del hombre: nos dan una respuesta axiológica de la creación del hombre ( ser para)
• Escaso y tardío eco de la creación: el hombre ha sido creado para una relación amistosa con Dios para salvar a la humanidad.

1. EL HOMBRE SER PERSONAL: Imagen de Dios, el hombre es un sujeto que dispone de su naturaleza.

1. idea de persona: Génesis- Si bien la Biblia no posee el término persona, describe al hombre por medio de su triple dependencia y eso lo hace un ser racional que comprende el yo como algo remitido y relativo al tú que se accede a través del yo Los padres de la Iglesia explican la imagen de Dios en el hombre como una semejanza que hace a Dios presente en el hombre. Es decir la dimensión humana es equivalente a persona.
2.  Teología medieval: Boecio decía que la naturaleza humana es caracterizada por la racionalidad (sustancia). Santo Tomás siguiendo la línea de Boecio define qué persona es lo más perfecto en toda la naturaleza  racional.
3. teología de la persona: Para recuperar el concepto de persona hay que recordar que si bien la Biblia no lo menciona está implícito en la idea de hombre como ser racional porque:

• Dios es el tú del hombre y el hombre el tú de Dios: ya que Dios al crear al hombre, lo llama por su nombre poniéndolo ante sí como un ser responsable dador de respuestas, sujeto y parte activa del diálogo interpersonal.
• La persona, valor absoluto: todo ser es único e irrepetible, posee el valor de lo indestructible.
• La necesaria mediación de la imagen de Dios: el hombre puede dialogar de tú a tú con otro hombre y es por ello que necesita la imagen de Dios para lograrlo.

1.  persona y libertad: Si la persona es un sujeto responsable, dador de respuesta y si la responsabilidad presupone libertad, entonces es claro que los conceptos de persona y libertad están implicados mutuamente.

• Noción y característica de la libertad humana: Santo Tomás decía “el poder elegir es para auto realizarse” –es decir se opta por la dirección de ser más hombre, más uno mismo, más persona cuando actuamos libremente. Para ello la libertad humana es siempre y necesariamente ubicada en un contexto social, histórico y cultura, será una toma de postura ante Dios; incluye momentos de compromiso y fidelidad; y solo será auténtica y coherente si entraña una opción por la libertad de los demás, semejantes y hermanos.
• Noción cristiana de libertad: La libertad cristiana comprende tres elementos: religación (la relación del hombre con Dios, padre e hijo seta fundada en el amor y por lo tanto tiene fuerza liberadora); filiación adoptiva (la libertad se nos da para ser lo que debemos ser. Verdaderos hijos de Dios); Servicio a los demás (la libertad más libre está hecha de humildad, que reconoce sus propios límites, de fidelidad, compromiso y amor.

1-2- ESENCIA DEL HOMBRE (UNIDAD DEL ALMA Y CUERPO, IMAGEN DE DIOS EN EL HOMBRE)

La Biblia considera al hombre como unidad psicosomática, dice que el hombre es imagen de Dios. Que el hombre es unidad e impone de la fe cristiana el no al dualismo.

La edad Patrística considera que la reflexión cristológica obliga a percatarse de que el hombre no es sólo alma y que el cuerpo pertenece también a la autenticidad de la  condición humana.

Agustín concibe la unión alma-cuerpo como mera interacción dinámica, fuertemente jerarquizada: el alma usa al cuerpo a modo de instrumento.

En la época medieval el problema alma –cuerpo cambia de marco por ello Hugo de San Víctor sostiene que el alma es lo que Dios ha creado a su imagen y semejanza, de ahí que sea inmortal. El cuerpo en cambio fue creado a imagen del animal, de ahí su corruptibilidad. Por lo tanto cuerpo y alma son sustancias completas que se unen en la unidad de la persona.

Gilberto Porretano sostiene que el hombre  no es ni alma ni cuerpo, sino la unión de ambos.

Santo Tomás sostiene que el hombre consiste en la unidad cuerpo- alma y el alma se une sustancialmente al cuerpo.

Según el Concilio de Vienne, la Biblia establece que el hombre es una unidad psicofísica, anímico corpórea.

ESTADO DE JUSTICIA ORIGINAL:

Según la definición dogmática de Trento sobre el pecado original dice que se trata de una muerte del alma, que afecta interiormente a todos los seres humanos, es superable sólo en virtud de la gracia de Cristo y se remonta a una acción histórica.

Además menciona que el hombre había sido constituido por Dios en santidad y justicia, en pocas palabras podríamos decir que la realidad del paraíso no es de orden temporo- espacial o geográfico histórico sino de orden simbólico, es decir el don de la gracias hecho a la humanidad desde su primera aparición sobre la tierra.

Así se entiende por qué la teología describe el punto de partida de la historia como estado original de justicia. El ser humano es creado no para quedarse en una hipotética condición de naturaleza sino para realizar su apertura transcendental hacia Dios.

Teniendo en cuenta todo lo anterior podemos decir que por justicia original se entiende como algo irrenunciable a la fe cristiana por el solo hecho de que desde los orígenes el hombre ha sido creado con vocación sobrenatural de hijo de Dios.

En cuanto a la inmortalidad del hombre inocente la Sagrada Escritura considera la muerte no como un simple fenómeno biológico sino que ve en ella un acontecimiento existencial personal. En cuanto tal está conectada al pecado y se opone a la vida que solo se da cabalmente en el ámbito de la comunión con Dios.

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