Eucaristia
Enviado por mercadotecnia504 • 6 de Octubre de 2014 • 2.185 Palabras (9 Páginas) • 150 Visitas
Eucaristía
La eucaristía es el centro de la celebración cristiana que se encuentra unida al misterio pascual de la resurrección.
Maranatha Ven señor Jesús.
Mandato de Jesús
• “haced esto en conmemoración mía” Mateo 26,26-29; Marcos 14,22-25; Lucas 22,15-20; y 1 Corintios 11,23-26.
• A estas se añade Juan, aunque no narre las palabras y gestos eucarísticos de la cena, completa el amor al prójimo en el servicio y en la entrega desinteresada. lo vemos en el capítulo sexto en el trece y en el quince.
Lo vemos en tres direcciones
Los apóstoles nos heredan su cultura religiosa israelita que mira en tres direcciones. Mira el pasado, pero proyectándolo al futuro con la espera escatológica y sintiendo que el acontecimiento histórico y el futuro se concentran en el "hoy" de la celebración. Sobre todo en la pascua.
En el hoy
También Jesús se sirvió del lenguaje del comer "con" en su anuncio del Reino. El gesto de la comida, el no excluir a nadie de la salvación y de la comunión con Dios.
La palabra católico (del griego ,‘universal’) se utiliza para designar a esta Iglesia, cuando era la única cristiana. Gracias a una sucesión episcopal ininterrumpida desde san Pedro hasta nuestros días. La Iglesia católica apostólica romana se considera a sí misma la única heredera legítima de la misión que Jesucristo encomendó a los doce apóstoles.
El Concilio de Trento afirmó en su cuarta sesión que la verdad cristiana se encuentra en los “libros escritos” y en las “tradiciones no escritas”.
La tradición eucarística se encuentra en los santos padres.
San Ignacio de Antioquia
San Ignacio fue obispo de Antioquía a fines del siglo 1 y comienzos del II. En su viaje desde Siria a Roma, camino de su martirio, escribió siete cartas a otras iglesias.
Polémica doctrinal (sobre todo contra los docetas y los judaizantes) los docetas negaban que Cristo fuera verdaderamente hombre y no aceptaban ni la encarnación, resurrección, ni su presencia en el pan y el vino.
Es una terminología muy "católica": la unión en torno al obispo y demás ministros, la presencia real.
San Ignacio habla de "carne y sangre de Cristo" no sólo en el sentido eucarístico, sino también en otros: "revestidos de Mansedumbre, convertíos en nuevas creaturas por la fe, que es la carne de Cristo, y por la caridad, que es la sangre de Cristo".
San Justino
Justino fue un laico, samaritano de nacimiento (de la población helénica de Nablus), filósofo de profesión; que tenía una escuela de filosofía en Roma, y por ello pudo establecer un diálogo entre el pensamiento pagano y el cristiano. Hacia el año 150 escribió su Apología, dedicándosela al emperador Antonino Pío y a su hijo Marco Aurelio. En esta obra describe la vida de los cristianos, las celebraciones sacramentales, intentando demostrar que es una comunidad inofensiva y pidiéndoles que las respeten. Fue un mártir. {C. 65; C.67}.
Lección pastoral Vincula a la eucaristía a la comunidad.
Teología {C.66}.
Dialogo con Tifón: Nos recuerda al antiguo testamento.
San Ireneo
Otro testigo del siglo II es el de san Ireneo, nacido en Asia Menor hacia el 140, discípulo de Policarpo que, a su vez, lo fue del apóstol Juan. Debió morir hacia el 200. Escribió en griego su obra Adversus Haereses. Su intención es rebatir a los gnósticos de tendencia dualista (los marcosianos y los valentinos), que consideraban la materia como mala. (Iv, 18;4-5).
La respuesta de Ireneo para su tesis: por una parte la encarnación y resurrección de Cristo y por otra, la eucaristía y la resurrección final: el pan y el vino, parte de este cosmos material, han sido asumidos para un sacramento salvador por el mismo Cristo y nos dan la garantía de la resurrección corporal. Por tanto no puede considerarse a la materia como mala:"
Ireneo no defiende la eucaristía (nadie parece atacarla), sino que, a partir de ella, justifica la bondad de la materia cósmica, porque tanto en la encarnación de Cristo como en la eucaristía ha quedado asumida en el plan de salvación.
Plegaria eucarística
La alabanza del presidente es interrumpida y a la vez subrayada por la comunidad con la aclamación del santo. El santo se encuentra en las anáforas, hasta el siglo IV. Tal vez se introdujo en Alejandría o en Jerusalén, con influencia de la sinagoga judía.
Juan Crisóstomo
Se refiere a la invocación del Espíritu en estos términos: El sacerdote hace descender el Espíritu: él desciende sobre la víctima e inflama por su medio todas las almas. El sacerdote está ante la mesa santa, levanta las manos al cielo e invoca al Espíritu Santo, para que venga y santifique los dones presentados.
San Cirilo de Jerusalén
Las catequesis mistagógicas atribuidas a San Cirilo de Jerusalén, obispo a finales del siglo IV. Expresa claramente la convicción de la presencia real de la eucaristía.
San Ambrosio de Milán
En el norte de Italia, obispo que explica a los neófitos el sentido de la eucaristía, a finales del siglo IV.
San Agustín
La doctrina de san Agustín (430), obispo de Hipona, en el norte de África, a fines del siglo IV y comienzos del V, sobre la eucaristía con una influencia que tuvo en las discusiones doctrinales de la Edad media.
Refiriéndose a la eucaristía « Sacramento hecho visible por intercesión de los hombres, pero santificado por la acción invisible del Espíritu Santo ».
Postura de los reformadores sobre la celebración y doctrina de Trento
La reserva eucarística y el culto, ellos los consideraban como idolatría y una innovación no querida por el NT.
• Respuesta de Trento: la presencia de Cristo no se entiende sólo durante la celebración, sino también después, y es coherente el culto de adoración a Cristo.
Transustanciación
El Concilio añade una explicación. Hay dos maneras de presencia, una "natural", que es la que tiene Cristo a la derecha del Padre, y otra sacramental", que es también real, y que es la que, de modo difícil de expresar, creemos que tiene Cristo en la eucaristía.
Los preludios del Vaticano II
Fue a fines del siglo XIX y, sobre todo, en el siglo XX, con el Movimiento Litúrgico, cuando se preparó la gran reforma del Vaticano II. Ayudados por el movimiento bíblico, el patrístico y el ecuménico,
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