ClubEnsayos.com - Ensayos de Calidad, Tareas y Monografias
Buscar

Herejias Cristologicas


Enviado por   •  4 de Junio de 2013  •  2.658 Palabras (11 Páginas)  •  788 Visitas

Página 1 de 11

Herejías

Herejías sobre Jesús.

Las herejías cristológicas se han dado por no saber conjugar dos realidades: es al mismo tiempo verdadero Dios y verdadero hombre.

Las diversas herejías cristológicas a lo largo de los siglos

Es curioso constatar que a lo largo de los siglos no se ha sabido entender a Jesús. Esto es lógico, porque es un misterio: un Dios con dos naturalezas, una divina y otra humana.

Casi todas las herejías han mirado a Jesús desde un ángulo de vista y han despreciado o minusvalorado, consciente o inconscientemente, el otro. Pero todas las herejías han aportado mayor luz a este Misterio y la Iglesia ha podido profundizar en este Único tesoro que da razón de nuestra fe: Jesucristo.

Así pues podemos decir con san Pablo: "Para los que aman a Dios, todo coopera al bien"; también las herejías, porque, gracias a ellas o a causa de ellas, ha salido resplandeciente, luminosa y espléndida la figura de Jesucristo nuestro Señor.

Jesús ha sido, es y será un misterio, porque es al mismo tiempo Dios y hombre verdadero. En Él conviven dos naturalezas distintas, la humana y la divina, en una sola Persona divina.

Por eso, las diversas herejías cristológicas se han dado por no saber conjugar estas dos realidades: es al mismo tiempo verdadero Dios y verdadero hombre. Unos, por querer valorar la divinidad, menoscaban la humanidad. Otros, por el contrario, por querer valorar la humanidad, menoscaban la divinidad o, simplemente, la niegan. El dogma católica, en el concilio de Calcedonia, lo expresa así: "Nuestro Señor Jesucristo es verdaderamente Dios e Hijo unigénito de Dios, y verdaderamente hombre nacido de María, dotado de alma racional y de cuerpo; consubstancial al Padre según la divinidad y consubstancial a nosotros según la humanidad, en todo menos en el pecado; ambas naturalezas, perfectas y sin confusión, conforman una única persona divina"

Estas son las principales herejías o errores doctrinales sobre la persona de Jesús, Hijo de Dios:

1. Docetismo:

Herejía difundida en el siglo I, por Marción, Valentín y Basílides (estos últimos, gnósticos) que reduce la carne de Cristo a una apariencia: "Parece que come, parece que camina, parece que está cansado...". Tanto san Juan en sus cartas (1 Jn 4, 2) como san Ignacio de Antioquía luchan contra este error. Jesús es verdadero hombre que come, bebe, se cansa, camina, llora, se admira. Jesús caminó por las calzadas polvorientas de Israel. Jesús miró con sus propios ojos a niños inocentes, a hombres enfermos, a fariseos complicados. Jesús amó con corazón también humano.

2. Ebionismo:

Herejía difundida en el siglo II en ambientes judeocristianos que niega que Cristo haya sido engendrado por el Padre y reconoce en Cristo al hombre investido por el E.S. en el Bautismo. Esta herejía fue condenada por san Ireneo de Lyon diciendo que Cristo es verdadero hombre y verdadero Dios. Verdadero Dios porque sólo Dios puede dar eficazmente la salvación y restablecer la unión con los hombres. Verdadero hombre porque corresponde al hombre reparar su falta. Por ser Dios reparó la ofensa infinita que el hombre perpetró contra Dios. Por ser Hombre el hombre quedó redimido y su cuenta saldada.

3. Adopcionismo:

Herejía difundida en el siglo II por Teodoro el viejo y Pablo de Samosata que dice que Cristo es un simple hombre, adoptado por Dios como portador de una gracia divina excepcional. Niega, por tanto, la Trinidad y la divinidad de Cristo y la encarnación del Verbo. Volvemos a lo mismo: Jesús es verdadero Dios y verdadero Hombre. Se necesita fe para creer esto, pues Cristo, no lo olvidemos, es un misterio. Sólo los humildes y sencillos se abren totalmente a este misterio.

4. Gnosis cristiana:

Herejía difundida en el siglo II por Marción, Valentín, Epifanio y Simón el mago, según la cual Jesús no es Dios sino un "eón" en medio de los demás que ha venido para dar el conocimiento al hombre engañado por sus sentidos. Cristo desciende sobre Jesús en el momento del bautismo. Es una herejía, pues crea en Jesús un dualismo de personas y desvirtúa su misión divina y redentora. Fue combatida esta herejía por san Hipólito y san Ireneo. En Jesús hay una sola persona, la divina, con dos naturalezas, la humana y la divina. De nuevo, el misterio, ante el cual nuestras rodillas deben doblegarse. Si tuviera dos personas, tendría también dos personalidades; habría dos centros de comando. La salud psíquica y psicológica correría riesgo. Esta única persona divina de Cristo hace uso de las dos naturalezas, sin mezcla y confusión, como de dos manos. Las dos naturalezas son instrumentos que la Persona divina de Jesús utiliza para realizar su misión salvadora.

5. Arrianismo:

Herejía difundida en el siglo III por Arrio, que niega la divinidad de Cristo. Cristo, dice, es hijo adoptivo de Dios, no consusbstancial al Padre. Y el E.S. es la primera criatura del Hijo, por tanto, inferior a Él. Esta herejía fue condenada en el concilio de Nicea (325): "Cristo es verdadero Dios y verdadero hombre". San Jerónimo pronunció una frase célebre: "El mundo se despertó un día y gimió de verse arriano". Muchísimos sacerdotes y fieles habían sido martirizados, los obispos católicos arrojados al destierro y sustituidos por arrianos. Todo esto por culpa del emperador Constancio II, arriano, que se había adueñado de todo el Imperio. Fue quien dijo: "Se acabaron los niceanos (es decir, los católicos hemos triunfado los cristianos (es decir, los arrianos); si solamente pudiéramos agarrar y ahorcar a ese bandido obispo de Alejandría". Se refería a un gran defensor de la fe católica, Cirilo de Alejandría.

6. Apolinarismo:

Herejía difundida en el siglo IV por Apolinar, que niega el alma humana de Cristo, creyendo que esa alma humana sería como la nuestra, pecaminosa. Así creía salvar la divinidad de Cristo. La Iglesia en el sínodo de Alejandría (362) afirmó el alma de Cristo diciendo: "El Verbo se encarnó para salvar alma y cuerpo; por ello tuvo que tomar un cuerpo". Y el sínodo de Roma del 377 condenó la herejía de Apolinar. El alma humana de Cristo no es pecaminosa, porque no tuvo pecado original, y, por los mismos, tampoco las consecuencias de ese pecado original, con el que nacemos todos los mortales. Sólo el pecado es quien deja la marca pecaminosa en el alma. Jesús no tuvo pecado, por tanto, la conclusión es bien clara.

7. Nestorianismo:

Herejía difundida en el siglo V por Nestorio, obispo de Constantinopla, que sostenía dos

...

Descargar como (para miembros actualizados) txt (16 Kb)
Leer 10 páginas más »
Disponible sólo en Clubensayos.com