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Los Dos Testigos


Enviado por   •  29 de Noviembre de 2012  •  9.781 Palabras (40 Páginas)  •  365 Visitas

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Ap 11 Los dos testigos

20. Los dos testigos (11:1)

Artwork by Duncan Long

(Ap. 11:1) Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él. {2} Pero el patio que está fuera del templo déjalo aparte, y no lo midas, porque ha sido entregado a los gentiles; y ellos hollarán la ciudad santa cuarenta y dos meses. {3} Y daré a mis dos testigos que profeticen por mil doscientos sesenta días, vestidos de cilicio, {4} Estos testigos son los dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra. {5} Si alguno quiere dañarlos, sale fuego de la boca de ellos, y devora a sus enemigos; y si alguno quiere hacerles daño, debe morir él de la misma manera. {6} Estos tienen poder para cerrar el cielo, a fin de que no llueva en los días de su profecía; y tienen poder sobre las aguas para convertirlas en sangre, y para herir la tierra con toda plaga, cuantas veces quieran. {7} Cuando hayan acabado su testimonio, la bestia que sube del abismo hará guerra contra ellos, y los vencerá y los matará. {8} Y sus cadáveres estarán en la plaza de la grande ciudad que en sentido espiritual se llama Sodoma y Egipto, donde también nuestro Señor fue crucificado. {9} Y de los pueblos, tribus, lenguas y naciones verán sus cadáveres por tres días y medio, y no permitirán que sean sepultados. {10} Y los moradores de la tierra se regocijarán sobre ellos y se alegrarán, y se enviarán regalos unos a otros;

{11} Pero después de tres días y medio entró en ellos el espíritu de vida enviado por Dios, y se levantaron sobre sus pies, y cayó gran temor sobre los que los vieron. {12} Y oyeron una gran voz del cielo que les decía: Subid acá. Y subieron al cielo en una nube; y sus enemigos los vieron. {13} En aquella hora hubo un gran terremoto, y la décima parte de la ciudad se derrumbó, y por el terremoto murieron en número de siete mil hombres; y los demás se aterrorizaron, y dieron gloria al Dios del cielo. {14} El segundo ay pasó; he aquí, el tercer ay viene pronto.

Esta sección interviene entre la sexta trompeta de advertencia de Dios y la séptima trompeta, cuando Cristo vuelve y cuando el arrepentimiento ya no es posible. Así como hay un interludio entre el sexto y el séptimo sello que mostraba el sellado de los 144.000 y la visión de la gran multitud y donde ambos representaban a la iglesia, así ahora tenemos otro interludio entre la sexta y la séptima trompeta que muestra la iglesia en su testimonio. El propósito es mostrar que además de desastres y dolores causados por estas trompetas que están diseñadas para traer a la gente al arrepentimiento, y que han fallado, se requiere también del testimonio de la iglesia adicionalmente. Dios habla al hombre a través de desastres terrenales y el dolor, pero también a través de Su iglesia. Sólo después que el testimonio de Su iglesia esté completado puede venir la séptima trompeta, que es final. Esta sección, aunque no es cronológica, describe el testimonio de la iglesia al mundo desde la ascensión hasta la Segunda Venida. La iglesia es el templo de Dios y es medida primero, es decir protegida espiritualmente del poder del enemigo. El testimonio de la iglesia al mundo es su gran obra según la comisión de Cristo (Mt. 28:18, Mr. 16:15, Lc. 24:45, Jn. 10:21, Hch. 1:8), y hasta que no haya terminado Él no volverá (Mt. 24:14). Los dos testigos se refieren al hecho de que Jesús envió a sus discípulos de dos en dos; dos testigos son requeridos para establecer la veracidad de su testimonio. La iglesia recibe el poder de Dios y es llenada con el Espíritu; avanza en el poder de Elías y Moisés. Cuando ha terminado de testificar es vencida por la bestia por un breve período, pero luego vuelve a la vida y ocurre el rapto para que esté con el Señor. Sigue después la séptima trompeta que anuncia el reino de Dios.

Ap. 10:11 - Y él me dijo: Es necesario que profetices otra vez sobre muchos pueblos, naciones, lenguas y reyes - Este versículo del capítulo anterior de hecho presenta esta sección. Note la descripción en cuatro partes, indicando que la gente viene de los cuatro rincones de la tierra (ver 11:9).

Los dos testigos representan a la iglesia que testifica, más que dos individuos:

1. La iglesia recibió poder para testificar en Pentecostés (ver v. 3 "daré a mis dos testigos que profeticen"). Comparar con Hch. 1:8, 2:8.

2. Dos es el número para establecer un testimonio, una constancia (Dt. 17:6, Jn. 8:17, 2 Cor. 13:1). Por ejemplo, el Señor envió a sus discípulos de dos en dos (Mr. 6:7)

3. Son descritos como "dos olivos, y los dos candeleros que están en pie delante del Dios de la tierra" (11:4). Ya hemos visto que la iglesia está simbolizada por candeleros en 1:20. Los olivos representan el poder del Espíritu Santo que habían recibido los testigos (Hch. 1:5, 1:8, 2:17)

4. Profetizan durante el mismo período (1.260 días) como los adoradores y que el templo de Dios y su ciudad santa son hollados por los gentiles (42 meses). Estas tres designaciones son todas indicativas de la iglesia.

5. Se levantan de la muerte y pasan por el rapto como ocurre con la iglesia (11:11-12)

Los dos testigos pueden ser comparados con la bestia de la tierra, el falso profeta:

1. Hay dos testigos y la bestia tiene dos cuernos

2. Uno habla la palabra de Dios (verdad) y el otro la del diablo (mentiras)

3. Ambos hacen milagros

4. Uno es la voz profética de Dios y el otro es el falso profeta

5. Uno recibe poder de Dios y el otro del dragón

v. 1 - Entonces me fue dada una caña semejante a una vara de medir, y se me dijo: Levántate, y mide el templo de Dios, y el altar, y a los que adoran en él - El trasfondo del Antiguo Testamento está en Ez. 40:2-5, 45:3-4 y Zac. 2:1-10. Compare esto también con la medición de la nueva Jerusalén (Ap. 21:15-17). En el versículo siguiente el templo es llamado la ciudad santa. Se le dice que mida el templo y el altar. El templo de Dios es la iglesia y bajo el altar están las almas de los mártires (6:9). Debe contar los adoradores que están allí; esto sólo puede ser la iglesia que adora a Dios en espíritu y en verdad. Está implícito que estos son adoradores de Dios porque es el templo de Dios el que está siendo medido. Estos están en contraste con aquellos que adoran a la bestia, y enfatiza el tema de la adoración que se encuentra en el libro. Note que este es otro censo ("mide... a los que adoran"); el primer censo en Apocalipsis fue también de los redimidos (7:4). El templo probablemente se refiera a aquellos que están en la tierra y el altar, a los que están en el cielo. Él cuenta a todos los redimidos que son testigos de Dios. La medición en este

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