ACOSO LABORAL: DIVERSAS POSIBILIDADES PROCESALES PARA EJERCITAR LA ACCIÓN
Enviado por ivaoswcast • 14 de Diciembre de 2011 • 8.314 Palabras (34 Páginas) • 1.100 Visitas
ACOSO LABORAL: DIVERSAS POSIBILIDADES PROCESALES PARA EJERCITAR LA ACCIÓN
Autores:
- Gloria Poyatos Matas. Abogada.
- José Francisco Escudero Moratalla. Secretario Judicial Juzgado Social nº 2 Girona. Doctorando en Derecho del Trabajo
Sumario:
INTRODUCCIÓN
1. REQUISITOS OBJETIVOS PARA EJERCITAR LA ACCIÓN
1.1. DAÑO
1.2. HECHOS
1.2.1. Prescripción
1.3. NEXO CAUSAL
1.3.1. ¿Debe codemandarse al mobber?
1.3.2. Siempre se ha de codemandar a la empleadora
1.3.3. ¿Qué pasaría si el acosador fuese alguien con el que se tiene relación a diario pero depende de otra empresa diferente (por ejemplo el caso de una ETT, o bien una empresa de servicios)?
1.3.4. ¿Podría un cliente habitual de la empresa acosar moralmente a un trabajador?
1.4. DURACIÓN TEMPORAL DE LA ACTUACIÓN DE ACOSO MORAL MÁS O MENOS PROLONGADA EN EL TIEMPO
2. ESTRATEGIA JURIDICA: DIVERSAS POSIBILIDADES PROCESALES PARA EJERCITAR LA ACCIÓN
2.1. HABER EFECTUADO LA DENUNCIA PREVIA DE LA SITUACIÓN DE ACOSO ANTE LA EMPRESA
2.2. ACCIONES JUDICIALES LABORALES
2.2.1. Impugnación de la contingencia de la que deriva la IT o Incapacidad Permanente (si deriva de enfermedad común)
2.2.2. Acción de resolución de contrato de trabajo a instancias del trabajador por incumplimientos graves al amparo de lo previsto en el art. 50.1º.c) del ET
2.2.3. Acción de tutela de derechos fundamentales al amparo de los arts. 180 LPL y ss. (en cuanto al procedimiento)
2.2.4. Acción mixta de resolución de contrato de trabajo con tutela a derechos fundamentales ex art. 50 1ºc) ET
2.3. DENUNCIA ANTE LA INSPECCIÓN DE TRABAJO
2.4. DENUNCIA PENAL
2.4.1. Interpretación jurisprudencial penal de dichos preceptos
2.5. DEMANDA CIVIL
2.5.1. Prescripción civil
3. CONCLUSION
INTRODUCCIÓN
"¿Para qué sirve la libertad política a quien no tiene pan ni trabajo? (Marat).
A) UN POCO DE TEORIA
El desarrollo tecnológico, el proceso de automatización ha conducido a un sistema productivo donde la actividad humana cada vez es menos indispensable. El sistema capitalista se encuentra ante un difícil problema, ya que el ser humano necesita trabajar e incluso quiere trabajar (insertados en la tradición de que el trabajo dignifica al hombre o que el trabajo es la esencia del hombre, sin percatarse de la gran emancipación que supone para la humanidad la liberación del trabajo por las máquinas), pero no puede. Y de momento el sistema capitalista sigue salvando sus contradicciones a través de parches, por lo cual las medidas económicas y políticas, sólo son meros paliativos que prolongan una crisis, una muerte anunciada. Esta mentalidad que rige nuestro sistema es importante señalarla, porque en ella podemos encontrar que el tipo de hombre que la sociedad está formando con sus valores de competitividad, egoísmo, falto de fines y sólo interesado en los medios, medido por lo que tiene y no por lo que vale, conduce inevitablemente, a una mayor agresividad en las relaciones humanas.
La agresión, no es propia de seres civilizados, sino de bárbaros. Por ello, consideramos que el actual sistema de valores es en gran parte el causante de la agresividad existente en la sociedad. La competencia desleal, todo lo contrario a la noción de solidaridad, el exceso, el consumir sin límite no son más que los síntomas del tipo de hombre que la sociedad postindustrial ha generado, en lugar de un ser desinteresado, apacible y cooperativo que sería más deseable para la humanidad en su conjunto. Ya que si al hombre actual no se le civiliza lo más rápidamente posible a través de un cambio valorativo, el tipo de hombre que la sociedad ha conformado aparece como la raza más peligrosa de cuantas hay en la tierra, ya que es capaz de destruir no sólo una vez, sino hasta seiscientas veces el planeta Tierra.
Por ello, la violencia instalada en esta sociedad sólo podrá ser desterrada si nos centramos en la necesidad de un cambio cultural que propicie un cambio radical en los valores y pautas que estructuran el modo de vida de la sociedad. De lo que se trata, a fin de cuentas, es de introducir valores que defiendan la calidad de vida, el ocio creativo y una concepción de la solidaridad diferente a la concepción compasiva de inspiración cristiana. Es necesario realizar una revolución incruenta que propicie el cambio de poder, generando otra sociedad que supere la barbarie de los valores utilizados hasta ahora.
Y en el ámbito del trabajo, sobre el que también se proyecta la denominada por el sociólogo alemán Ulrick Beck "sociedad del riesgo", nos encontramos un mercado de trabajo presidido por la precariedad, las condiciones regresivas para los trabajadores, la globalización, y todo ello aderezado por el problema de la superpoblación y las legiones de pobres "divorciados con la vida" y trabajadores provinientes del denominado tercer mundo que como ha señalado Giovanni Sartori, determina la existencia de unas condiciones vitales y laborales "en las que se renueva con activa locura un gigantesco rito de sacrificios humanos".
Por ello, no es raro que en el ámbito del acoso moral estemos asistiendo a recientes resoluciones que hacen referencia a la "existencia de un clima de desprecio", a la necesidad de "selección de trabajadores directivos con características como el respeto y la empatía al resto de trabajadores", a directivos con "perfiles profesionales que incluyan características como el respeto a los demás, las habilidades de comunicación, empatía, y la tolerancia entre otros". Hoy, en estos tiempos en los que las máquinas han venido a calentar el estómago del hombre pero han enfriado su corazón, y lo han vuelto más egoísta, se hace más necesario que nunca "educar el corazón de la empresa".
B) UN POCO DE MOBBING
El "mobbing", al contrario que la violencia física o en el acoso sexual, parece ser un proceso más "silencioso" y sutil que conduce a un aumento de confusión y a la disminución de la autoestima de la víctima, sintiéndose incluso responsable de lo que sucede. Por esto, la mayoría callan por miedo a ser juzgados y etiquetados por los compañeros y la dirección como "problemáticos". Los efectos del "mobbing" son negativos, tanto para las víctimas primarias (lo sufren directamente) como para las secundarias (testigos
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