Analisis De El Docente Y Los Programas Escolares

EL DOCENTE Y LOS PROGRAMAS ESCOLARES

EL EXAMEN

Esta lectura se refiere a la interpretación conceptual de la “evaluación”; cómo a través de la historia su definición ha sido transitoria de acuerdo al tiempo del contexto educativo. La evaluación educativa es uno de los aspectos o fases de la enseñanza más sometido a revisión, su conceptualización depende del contexto educativo en que interactúa como un acto de mejora del proceso de aprendizaje y ayuda para el alumno. La evaluación del aprendizaje va paralelo con el examen, y desde la perspectiva pedagógica, se refiere a la actividad o técnica que pretende valorar los conocimientos que poseen los alumnos después de la enseñanza impartida.

Retomando de nuevo la evaluación educativa, ésta adquiere dos aspectos importantes la “evaluación” y el “currículum”; como mencione al inicio de este análisis, el concepto de evaluación ha sido cambiante de acuerdo al contexto, ya que transciende de lo que antes se refería a una evaluación del rendimiento escolar hacia una evaluación educativa; es decir, ya no sólo valora el aprendizaje del alumno, sino que ahora abarca aspectos relacionados con la estructura educativa como el docente; en la actualidad, se evaluará a éste, al método, al programa al plan de estudio y hasta la institución, en general, a todo el sistema educativo. En efecto, de esta estrategia, surgen conceptos nuevos en base, a la genealogía (antepasado) de la evaluación, por ejemplo: “el rendimiento escolar”, que es el nivel de conocimientos de un alumno medido en una prueba de evaluación.

Los principios que estableció H. Fayol (1983), se aplican dentro de la didáctica educativa: planear, realizar y evaluar; a estos tres se le atribuye uno más que es “control”, Fayol lo define como la “comprobación (comprobar) de que si todo ocurre conforme al programa adaptado”, lo anterior nos permitirá saber los errores y fallas, posteriormente buscar soluciones. Sin embargo, esto es lo que se pretende actualmente, que el término evaluación se enfoque a controlar tanto al alumno como el docente, al plan de estudio e incluso a la escuela.

La historicidad del examen tiene dos aproximaciones, la primera es estudiar su origen desde la pedagogía y los hechos, situaciones que ha logrado alcanzar en su historia como las diversas concepciones de los siguientes autores: “el examen surge como instrumento social” (Max Weber, 1920); en cambio para Emilio Durkheim (1985), el examen era un instrumento que mostraba en público el grado y el dominio de las habilidades cognoscitivas del sujeto. M. Foucault retoma la propuesta de Juan Bautista de La Salle: “la concepción de que el examen se convierte en un instrumento de vigilancia continua e ininterrumpida dentro de la práctica escolar”.

La segunda aproximación de la historia del examen, se detiene en que, para Comenio (Padre de la Pedagogía, 1670) “el examen juega un papel metodológico”, esto se refiere que el docente tiene el método como instrumento profesional: método-alumno-examen. Es por ello que en la mayoría de las escuelas, la forma de evaluar, se sigue llevando desde la tradición humanista, donde el alumno que no entiende el conocimiento se le orienta al examen y cuando no quiere estudiar se le obliga que lo haga mediante la aplicación de ese examen para la obtención de una calificación, con lo anterior quiero dar a entender a lo que S. Hernández Ruiz (1972), llama “facilismo pedagógico”.

Otras concepciones claves acerca de la evaluación son acreditación, tests; con lo que respecta al test “instrumento de política social” (Bowles-Gintis, 1977); esta prueba, permite diferenciar psicométricamente situaciones e individuos e interpretar estructuras singulares; ya que el aprendizaje se transformó en una cosa cuantificable por medio de la aplicación de la estadística descriptiva, para así valorar el instrumentó “examen” y atribuirle una calificación. Esta perspectiva deriva del pensamiento neoconservador, el cual sustentaba que sólo podían estudiar aquellos

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