El Docente Y Los Programas Escolares
Enviado por yaris0202 • 6 de Noviembre de 2013 • 2.001 Palabras (9 Páginas) • 762 Visitas
DOCENTES, PROGRAMAS DE ESTUDIO E INSTITUCIÓN
¿INSTRUMENTOS NORMATIVOS O DE ORIENTACIÓN?
Los planes y programas de estudio responden a múltiples
intereses y sentidos. La institucionalización de la escuela fue
exigiendo que poco a poco se detallaran con mayor precisión
dichos instrumentos. Y de este proceso, que se verifica en el
siglo xX, se derivaron varias concepciones sobre el sentido
institucional de los mismos: mientras que para unas instituciones
los planes y programas de estudio son la norma a
cumplir, para otras sólo constituyen una orientación.
La teoría de planes y programas, que se gestó en el pragmatismo
estadounidense y devino paulatinamente un pensamiento
tecnocrático-normativo, se opone a las concepciones
habituales que tiene el docente en relación con su trabajo
educativo, y produce un efecto de shock respecto a sus prácticas
habituales. Pero es sólo a partir del siglo MI cuando se
puede pensar en la existencia de planes y programas como
los concebimos en este momento, ya que las pedagogías
anteriores no recurrieron a tales postulaciones. Los planes
y programas obedecen a múltiples dinámicas; se destacan
las burocrático-administrativas, donde aparecen como un
elemento indispensable para estructurar el funcionamiento
de la escuela, lo que paulatinamente va dando lugar a una
visión administrativa de los mismos y deja de lado el proceso
académico que subyace en ellos. En el fondo, se trata de dos
modelos educativos enfrentados en su concepción básica.
La adopción de esta perspectiva en América Latina data
de los setenta3° y crea un conjunto de problemas en el ámbito
de las instituciones educativas, al mismo tiempo que cons-
30 En otro trabajo hemos conformado una serie de hipótesis para explicar esta
difusión. Cfr. Á. Díaz Barriga (1970), "La evolución del pensamiento curricular en
México, 1970-1983", en Revista Latinoamericana de Estudios Educativos, México,
Centro de Estudios Educativos.
EL DOCENTE Y LOS PROGRAMAS ESCOLARES DOCENTES, PROGRAMAS DE ESTUDIO E INSTITUCIÓN
tituye un enfrentamiento con las prácticas habituales de
maestros y alumnos.
La institucionalidad de los planes y programas de estudio
deviene, en primer lugar, de la aprobación de las autoridades
educativas y de las correspondientes instancias de gobierno.
Esta institucionalidad origina que los planes y programas
sean aprobados por organismos centrales y que, por lo tanto,
se los considere legalmente obligatorios. Tal situación ubica
el debate en el ámbito de lo burocrático y administrativo, y
constituye una fuente de tensión entre los procesos de institucionalidad
de planes y programas, y los procesos académicos
que pudieran ser gestados en relación con éstos. De esta
manera, el proceso de aprobación e implantación de un plan
de estudios se mueve en tres esferas diferentes:
a) La burocrático-administrativa.
b) La académica.
c) La del poder.
Cada una de estas esferas visualiza el sentido y valor de
los planes y programas de acuerdo con intereses muy específicos.
LA ESFERA BUROCRÁTICA
En la esfera burocrático-administrativa, estos instrumentos
son vistos como las grandes orientaciones del trabajo pedagógico.
En ocasiones, son pensadas en función de lo mínimo
que se debe cumplir en un curso y sirven inicialmente a la
institución como elemento central para planificar qué cursos
se deben abrir, qué tipo de maestros se pueden asignar a los
mismos, en qué secuencia se pueden llevar las asignaturas,
etc. Ya en este punto, esas grandes orientaciones son completamente
prescriptivas.
En otro nivel, las instituciones educativas visualizan de
manera diversa el sentido de planes y programas de estudio.
Para algunas son la norma a seguir, para otras sólo orientaciones
globales. Cuando se considera que son la norma a
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seguir, se pone en funcionamiento un conjunto de mecanismos
que pretende garantizar que todos los maestros cumplan,
al mismo ritmo, el programa escolar. Éste es el sentido
de la creación de los exámenes nacionales estandarizados, de
la solicitud de que el maestro consigne con su firma de la
sesión de trabajo los objetivos que va a cumplir e, incluso,
de la asignación de algunas tareas a los inspectores. En algunas
instituciones educativas, los planes y programas son
elaborados por instancias centrales (direcciones generales),
en ocasiones totalmente independientes de la misma institución.
Esto origina que los diseñadores no necesariamente
dominen la especificidad de cada temática ni las condiciones
institucionales particulares en las que dicho programa se
llevará a cabo. En tales planificaciones existe una tendencia
a efectuar generalizaciones que ofrecen muchas dificultades
para ser puestas en práctica.
Cuando se considera, en cambio, que los programas son
orientaciones globales, se busca que el maestro o el grupo de
maestros pueda acceder a efectuar un conjunto de propuestas
e interpretaciones sobre un programa común. En algunas
instituciones, sobre todo universidades públicas, se considera
una obligación del profesor elaborar su propio programa de
estudios. Hay pocas que entienden el programa como resultado
de un trabajo colectivo, en el que los maestros debatan
y construyan su propia propuesta.
Es indudable que sobre estos dos aspectos existe una polémica
y una toma de posición relativamente clara y fuerte. Sin
embargo, su resolución no deja de darse dentro de los límites
que la administración educativa establece. Se me ocurren a
este respecto dos reflexiones muy importantes.
La primera radica en lo que recientemente ha establecido
Bourdieu3' acerca del tratamiento de los contenidos, al sugerir
que, conforme se avance en el sistema educativo, exista
una mayor libertad para ajustar las temáticas a las condiciones
de los alumnos, a los procesos de investigación de cada
docente y a los avances de la ciencia y la tecnología. Bourdieu
31 P. Bourdieu (1990), "Los contenidos", en Revista Universidad Futura, México,
UAM-Atzcapozalco.
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