Apologia De Socrates
Enviado por carloskenny • 2 de Noviembre de 2014 • 851 Palabras (4 Páginas) • 172 Visitas
El texto comienza con Sócrates explicando ante un tribunal que todo lo que les han dicho sus acusadores a lo largo de su vida no ha sido nada más que mentira, además de que se disculpa con las personas de la tribuna ya que no sabe usar las palabras adecuadas para ese lugar y que la forma en que comenzara a desmentir a sus acusadores será en el mismo orden en el que lo acusaron en primer lugar.
Comienza su defensa diciendo que lo acusan desde mucho tiempo atrás (para esto, Sócrates tiene más de 70 años) y que las acusaciones que le han estado haciendo a lo largo del tiempo han echado raíces muy profundas dentro de otras personas; por lo que ya no solo tiene en su contra a los que lo habían calumniado desde siempre, si no, también a los que han sido persuadidos de que Sócrates no cree en los dioses.
Los acusadores que menciona son: Licon, Anito y Melito; que representaban a los oradores, artificies y políticos y poetas: Acto seguido comienza a leer su acusación: “Sócrates es culpable de tratar de penetrar, con curiosidad limpia, los secretos del cielo y de la tierra, hacer de una mala una buena causa y de enseñar a otros cosas semejantes. Después de eso Sócrates comienza a leer: “Sócrates es culpable de corromper a los jóvenes, de no reconocer a los dioses de Estado y de introducir nuevas divinidades”
Sócrates comenta que la razón por la que se le estaba acusando fue porque su amigo Cheferon fue a Delfos y le pregunto al oráculo si había en el mundo un hombre más sabio que Sócrates, a lo que este respondió que no. Al percatarse de eso Sócrates comenzó una búsqueda de hombres sabios; poetas, oradores, políticos y artificies, pero se da cuenta de que a los ojos de los demás estos solamente decían ser sabios sin serlo y al tratar de convencerlos de tal error recibió el odio de muchos. Eso que ha sido el origen del odio de muchos es la misma razón de que lo hayan tachado de arrogante aunque él se haya considerado de lo más humilde.
Termina reafirmando: “Por eso es que me odian, por decir la verdad”
Termina entonces por decir lo que quiso decir el oráculo: “Mortales, el más sabio de vosotros, es aquel que, a ejemplo de Sócrates, reconoce que nada es su sabiduría” Sin embargo su humildad de reconocer que nada sabe, pienso, es la leña que hace que encienda la hoguera de odio hacia él.
Ante las acusaciones ya mencionadas anteriormente, Sócrates de defiende atacando a sus difamadores. Acusa a Melito de mentiroso, de petulante y de insolente. Le refuta sus alegatos y los destroza con sus preguntas. Primeramente le cuestiona ¿quién es la persona capaz de hacer mejores a los jóvenes? A lo que Melito contesta, las leyes. Le vuelve a plantear la pregunta y contesta Los Jueces (Jueces y Leyes están en absoluta concordancia).
Sócrates sabía que Melito nunca contestaría la respuesta que él quería: el filósofo. Al final, la pregunta de
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