Aprendizaje basado en problemas y sus implicaciones

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INSTITUTO DE INVESTIGACIÓN, INNOVACIÓN Y ESTUDIOS DE POSGRADO PARA LA EDUCACIÓN DEL ESTADO DE NUEVO LEÓN

Curso: Estrategias para la enseñanza de las matemáticas en primaria

Bloque 3

Actividad 3.2 Aprendizaje basado en problemas y sus implicaciones

Alumno: Karla Judith Meléndez González

Grupo: 2

Monterrey N.L. a  21 de Mayo de 2017

Aprendizaje basado en problemas y sus implicaciones

En la educación básica actualmente el aprendizaje se plantea con un enfoque de resolución de problemas el cual define que los alumnos deben desarrollar habilidades que les permitan identificar, plantear y solucionar distintas situaciones problematizadoras que se les presentan, para ello es importante que los docentes entendamos que un problema es cuando se tiene una meta, un objetivo para los cuales no se cuenta con una solución de antemano para resolverlos. La resolución de problemas es una tarea que exige procesos de razonamiento complejos, además de diferentes situaciones, dominios y complejidades. Pero también es conocida como una fuente de elaboración de conocimientos matemáticos; para los educados desde pequeños tiene sentido cuando se trata de situaciones que resultan ser comprensibles para ellos, pero de las cuales desconocen su solución en ese momento; esto provoca un reto intelectual en el que movilizan sus capacidades de razonamiento y expresión, porque una vez que analizan y comprenden el problema se esfuerzan por resolverlo logrando por ellos mismos una o varias soluciones; generando en ellos dos sentimientos de suma importancia en la edad escolar la confianza y seguridad; y como consecuencia al obtener dichos sentimientos los alumnos se dan cuenta de sus capacidades para enfrentar y superar los retos.

Para llegar a una situación problematizadora, el individuo en primer lugar debe concebir el problema como tal para comprenderlo permitiendo así el despliegue  de estrategias, habilidades y conocimientos para intentar solucionarlo, en segundo lugar diseñar y ensayar diferentes procedimientos estableciendo con ello submetas o la aplicación de técnicas ya conocidas, en tercer lugar desarrollar el plan previamente diseñado con el fin de recurrir a nuevas fuentes de información, realizando preguntas o reformulando hipótesis para acercarse a la resolución y por último evaluar los procedimientos que se han puesto en marcha para poder explicar el proceso que lo llevó a la resolución de la problemática.

La escuela y el aula deben ser una fuente constante de situaciones retadoras para los alumnos, por lo que primeramente necesitamos encontrar la pertinencia entre las capacidades de los niños y el grado del problema planteado reconociendo con ello el grado de avance que tienen en las competencias mencionadas anteriormente con las matemáticas. Para reconocer lo anterior será indispensable que se diseñen juegos y situaciones donde los alumnos apliquen sus conocimientos. Estas actividades tan sencillas permitirán conocer lo que saben y pueden hacer los alumnos lo cual es un dato de suma importancia dentro del diagnostico inicial del grupo que se atiende. Los niños desde pequeños aprenden de lo que saben, por lo que es necesario que cuando hay un nuevo conocimiento por aprender, la situación les permita relacionarlo con sus vidas y experiencias previas. Es importante que los niños participen activamente en la construcción del conocimiento, esto nos ayuda a reconocer que los saberes previos que posee son insumos potencializadores de competencias matemáticas futuras.

Teniendo una idea del grado de avance de las competencias de los niños será más fácil para el docente encaminar su trabajo al proponer a los alumnos situaciones problematizadoras, las cuales no sean tan fáciles que solo se diviertan, ni tan difíciles que se frustren y terminen por abandonar el reto. Saber que hacen los niños para resolver problemas matemáticos implica que en la acción práctica se reconozca el reto pedagógico a partir de planear diversas situaciones que demandan la movilización de capacidades, con actividades comprensibles y adecuadas a las características de cada edad.

Cuando se trabaja con este tipo de actividades es muy importante que se les presenten a los alumnos solo los problemas y no las soluciones, además de que las actividades sean diversas, interesantes para ellos, que los hagan pensar y descubrir por sí mismos errores y aciertos. En la resolución de problemas dentro de las aulas es indispensable permitir que los alumnos piensen de manera autónoma, se equivoquen, pregunten y compartan con sus compañeros sus dudas y conocimientos, mismos que deberán ir encaminados a fortalecer la resolución de problemas además de ser claramente intencionadas y cotidianas, sin olvidar que los pequeños avanzan a un ritmo distinto, lo cual implica en la misma actividad apoyos diferenciales con cada uno de ellos.

Los problemas que se trabajen dentro la educación básica desde el preescolar pasando por la primaria y culminado en la secundaria deben permitir a los alumnos la manipulación de objetos como apoyo al razonamiento; por lo que el material debe estar disponible, pero serán ellos quienes decidan cómo lo utilizarán; asimismo, los problemas deben dar oportunidad a la aparición de distintas formas espontáneas y personales de representaciones que den muestra del razonamiento que elaboran los niños.

El papel de los docentes al trabajar la resolución de problemas dentro del salón de clases de proponer actividades   y juegos interesantes, compartiendo los descubrimientos de sus alumnos y participando en sus conversaciones, apoyando el aprendizaje convirtiéndolo en algo atractivo.

Los maestros guían, organizan y ponen al alcance de los niños los elementos necesarios para resolver las situaciones que se les presentan, permitiendo que sean ellos quienes decidan cómo hacerlo. Con ello los alumnos ponen en juego sus conocimientos y experiencias previas con el fin de apoyar sus estrategias para resolver las diferentes situaciones que se les presentan.

Enseñar a partir de la resolución de problemas debe ser un objetivo educativo de excelencia que ocupe un lugar primordial, implicando así enseñar estrategias y habilidades de pensamiento, enfrentado a los alumnos a situaciones de decisión y toma de conciencia, debido a que se ponen en marcha habilidades y conocimientos, puesto que no es posible pensar en el vacío. Los alumnos deben contar con la oportunidad de que al resolver problemas aparezcan distintas formas de representación personales y espontáneas de razonamiento, puesto que cada uno percibimos e interpretamos las cosas del exterior de diferentes maneras de acuerdo a nuestras experiencias y conocimientos previos adquiridos a  lo largo de nuestra vida.

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