Aproximación a cuestiones de fundamento en la enseñanza de la Historia
Enviado por Ernesto Basile • 12 de Marzo de 2019 • Ensayo • 3.814 Palabras (16 Páginas) • 74 Visitas
INSTITUTO SUPERIOR DE FORMACION DOCENTE N° 113
CARRERA: Profesorado de Historia con trayecto en Ciencias Sociales
ESPACIO CURRICULAR: Perspectiva Filosófico Pedagógico Didáctica
CURSO: 3er año
CICLO LECTIVO: 2014
PROFESORA: Romina Simon
ALUMNO: Ernesto Víctor Basile
TP 1:
Campo temático: Unidad I
Tipo de trabajo: Ensayo
Título: Aproximación a cuestiones de fundamento en la enseñanza de la Historia
“Nunca dijo su verdadero nombre, pues siempre la conocimos con el trabalenguas germánico que le inventaron los estudiantes latinos de Viena: Frau Frida. Apenas me la habían presentado cuando incurrí en la impertinencia feliz de preguntarle como había hecho para implantarse de tal modo en aquel mundo tan distante y distinto de sus riscos de vientos del Quinquío y ella me contesto con un golpe:- Me alquilo para soñar.”- Gabriel. G Márquez.
“Nuestros ensueños (cuando se desarrollan hasta el final) son enlaces simbólicos de escenas e imágenes, muy distintos a una narración literaria.
Modifican los acontecimientos, las circunstancias y las esperanzas de nuestra vida, con tal audacia y previsión poética que siempre nos asombran cuando los recordamos por la mañana. Derrochamos demasiado nuestro sentido artístico durante el sueño y por eso sentimos que nos falta cuando estamos despiertos.” Friedrich Nietzsche.
A toda época le corresponde un encuadre de referencia que actúa como la luz que orienta el pensamiento, que determina los conceptos e interpretaciones del mundo. Estos encuadres distintos nos dibujan un mapa y una manera de acercarnos a comprender cómo evoluciona la historia del pensamiento y, a través de éste, cómo pensamos la historia para enseñar y para aprender.
Estos mapas confeccionados en diferentes épocas suelen ser, a mi entender, la condición que permitió y permite establecer los recortes de época, que han hecho los historiadores e investigadores y hacemos hoy otros historiadores e investigadores. Con ellos (los recortes), tratamos de comenzar una comprensión de la historia y de las ideas de cada época.
Dice el resumen de Lamoneda Huerta “Este trabajo presenta una reflexión, sobre lo que ha sido la enseñanza de historia, a partir del positivismo y la necesidad de reformar el tipo de docencia que la avala, proponiendo ciertos cambios sustentados en algunas teorías didácticas Europeas contemporáneas.”
En principio, yo estoy de acuerdo con parte de este resumen, por ejemplo en lo referente a cómo ha sido la enseñanza de historia en el pasado a partir del positivismo y la necesidad de reformar el tipo de docencia que avala el mismo. Donde no estoy de acuerdo es en la propuesta de hacer ciertos cambios basados en teorías didácticas europeas contemporáneas.
Me parece a mí que volver por enésima vez a intentar cambios y volvernos a basar en teorías didácticas europeas es, por lo menos, un atraso en la construcción de un propio pensamiento latinoamericano.
Ya en época de la enseñanza expositiva y repetitiva hemos detectado problemas y esas didácticas también eran importadas de los centros educativos hegemónicos europeos, pasamos ochenta años sin ningún tipo de mejora en cuanto a hacer nuestros propios recortes con nuestra propia mirada latinoamericanista. De hecho, estoy convencido de que yo no puedo analizar profundamente hechos historiográficos que suceden o han sucedido en una región europea, ya que me va a costar pensar ese análisis desde un pensamiento autóctono de construcción de muchos años que desconozco, como así tampoco creo, que un historiador Europeo o foráneo a Latinoamérica pueda hacer lo mismo, pues le faltará esa idiosincrasia autóctona y sin ella, por lo menos a mi entender, le será dificultoso tener una apreciación íntima de los hechos que se quiera esclarecer o investigar. Sí podemos ver un punto de vista distinto con el aval de nuestros pensamientos arraigados en las costumbres, cultura y ritos de nuestras propias geografías, tanto Europea como Americana. Por esto principalmente reniego de tomar formulas europeas para cambiar la manera de enseñar historia en América.
Digo esto sustentándolo en lo escrito en los primeros párrafos, donde claramente explico cuáles son los encuadres de referencia que orientan el pensamiento- El pensamiento en su construcción esta muchas veces atravesado por situaciones de poder, de egocentrismo, de odios y de avasallamientos culturales, entonces claramente me parece que mi posición debe ser distante de aceptar técnicas o teorías didácticas europeas.
Sí estoy de acuerdo en que en la etapa adolescente hay una transición hacia formas más maduras de pensar y sí estoy de acuerdo con que hay dificultades en esta etapa de los estudiantes en comprender los conceptos de tiempo y espacio y la traba que ello crea.
Creo acertado por parte de la autora el diagnóstico de dificultad que tienen los estudiantes en aprehender conceptos, nociones sociales, ideologías etc., y también veo el desinterés por parte de los estudiantes en cuanto a los contenidos de los programas.Pero, a diferencia de Huerta, yo voy a dar un ejemplo de cómo contrarrestar esto con el compromiso del profesor, con la creatividad del profesor, con el muestreo continuo y diario de reconocer situaciones en la antigüedad y en la actualidad. Por ejemplo: en la época de la revolución industrial, un estado, en este caso Inglaterra, intervenía directamente facilitando créditos o rebajas de impuestos a los empresarios innovadores. Esto, traído al presente, es lo mismo que hace hoy el gobierno Argentino con los subsidios a la energía a las empresas que exportan. Ese ir y venir en el tiempo hace la comprensión de los estudiantes. Otro ejemplo: en pleno auge del colonialismo, España llevaba oro y plata de América a la península, pero en lugar de mejorar la calidad de vida de la sociedad española o de invertir en investigaciones de nuevas tecnologías, todas esas divisas las malgastaban las clases hegemónicas, la corte, comprando artículos caros y suntuosos en Flandes; por lo tanto, las divisas, como entraban, se iban, se perdían. A diferencia de España, Inglaterra invertía su capital venido de las colonias en investigar y buscar nuevos recursos, de allí que encontraron el carbón y el hierro y así siguieron acumulando capital, pues la balanza comercial siguió favoreciéndolos. A esto se lo llama hoy en día invertir en la ciencia, en la educación, sustitución de importaciones, palabras tan conocidas en nuestros días en Latinoamérica. Estos modos de “bajar” o mostrar la información y constatarla con las situaciones políticas, sociales y económicas diarias, son las que los estudiantes pueden comprender y a partir de ello pensar en una sociedad actual más justa.
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