CORRIENTES PEDAGOCICAS CONTEMPORANEAS - UPN
Enviado por betgeu • 16 de Noviembre de 2013 • 5.437 Palabras (22 Páginas) • 1.160 Visitas
INTRODUCCIÓN
Durante nuestro proceso cotidiano de enseñanza-aprendizaje en la educación primaria en México, nos hemos preocupado principalmente por enseñar contenidos y mejorar la conducta de los alumnos, sin embargo poco nos detenemos a analizar las corrientes pedagógicas disponibles para guiar nuestra práctica educativa.
Las corrientes pedagógicas son teorías de pensamiento o de investigación que describen, explican, conducen o permiten la comprensión de los aspectos pedagógicos de un contexto determinado. Para efectos de este estudio analizaremos las clasificaciones correspondientes a la pedagogía constructivista, pedagogía institucional y pedagogía crítica. Es común que como docentes las utilicemos indistintamente y sin caer siquiera en la cuenta de su aplicación, personalmente debido a mi falta de experiencia frente a grupo, además del desconocimiento sobre cada tipo de pedagogía como tal.
Las instituciones escolares y en general la sociedad actual, reclaman competencias y actuaciones muy diversa de los maestros en servicio y los que se encuentran en formación, para lo cual es necesario el apoyo teórico desde distintos campos del conocimiento humano. La práctica educativa que se basa únicamente en la experiencia, corre el riesgo de repetirse y no descubrir los errores que cotidianamente se cometen, la teoría nos ayuda a contrastar nuestra práctica con los aportes novedosos descubiertos por los investigadores y de alguna manera mejorar día con día. Como maestros debemos de interpretar y resignificar nuestro quehacer educativo constantemente, a fin de mantenernos actualizados a la par de la sociedad cambiante en la que desenvolvemos nuestra práctica.
La práctica docente es una acción educativa y política, por lo que las corriente pedagógicas contemporáneas orientan la práctica de los maestros en servicio en su relación con sus alumnos; si bien es cierto que las investigaciones se realizan en situaciones experimentales y no toman en cuenta en su totalidad los elementos que se presentan en el aula de manera cotidiana, pueden proporcionar a los maestros elementos muy valiosos para construir estrategas didácticas para su quehacer educativo.
La primera corriente pedagógica a la que nos referimos será a la teoría constructivista, que tiene a Jean Piaget como su principal precursor, entiende que la función prioritaria de la educación es la de “promover el desarrollo y el crecimiento personal de los alumnos”. Esto solo podrá darse permitiendo la socialización de los alumnos, para poder formarse un juicio individual de las cosas que le rodean, gracias a que el aprendizaje es un proceso de construcción y reconstrucción de las estructuras mentales y las aportaciones de los alumnos y de los que los rodean son de vital importancia. Desde el punto de vista de la teoría constructivista, el alumno es el principal responsable de su propio proceso de aprendizaje, no considerando este como un proceso individualista, sino como una construcción compartida con los que lo rodean; el papel del maestro en este proceso es de orientador o guía, para favorecer en sus alumnos el despliegue de actividades que le ayuden a construir aprendizajes significativos, que dependen de la maduración o de las competencias cognitivas y de las experiencias previas que ha tenido el alumnos en su proceso de aprendizaje. “cuanto mayor sea la riqueza de la estructura cognitiva del alumno – cuanto más ricos e interconectados sean sus esquemas de conocimiento- tanto mayor será la funcionalidad de las estrategias en los mismos y más capaz será el alumno de realizar aprendizajes significativos para sí, solo utilizándolas en una amplia gama de situaciones y de circunstancias”.
El aprendizaje, por tanto, está supeditado al desarrollo tanto biológico como intelectual de los alumnos.
La educación escolar es ante todo una práctica social muy compleja que debe cumplir con facilitar a los alumnos los saberes y valores culturales del grupo social al que pertenece para que por sí solos formen su juicio de valor. Dichos saberes no consisten en una simple transmisión por parte de personas adultas y una simple recepción por parte de los niños, sino que implica un proceso de construcción y reconstrucción interiorizada de cada aprendiz.
Otra de las alternativas pedagógicas es la corriente institucional, que se concibe como una serie de principios y métodos de organización e instituciones escolares que pone a los actores en situaciones nuevas y que requieren de compromisos personales, iniciativas y acciones propias. La pedagogía institucional, se basa en la psicosociología y la autogestión pedagógica, considera a los sujetos tanto alumnos como maestros, capaces de ser investigadores autónomos. El maestro posee un cúmulo de información que el alumno no posee , por tal motivo recibe un status de experto, pero no sólo por el simple hecho de poseer mayor cantidad de información debe sacar ventaja de ello, el maestro debe cambiar su rol de ser el protagonista principal, el que lo sabe todo, al de ser un adulto responsable, debe ser él mismo, cambiar su papel de ser quien más habla e impone actividades, a ser un ente que escucha y se integra al grupo sin perder su status. En esta teoría es el alumno el que decide que aprender y en qué momento hacerlo.
Según Georges Lapassade, existen tres concepciones de la auto gestión pedagógica; la primera denominada tendencia autoritaria, en la que el maestro “propone al grupo de los educandos determinados métodos institucionales de funcionamiento de autogestión”, de tal forma que el maestro toma parte activa en las decisiones del grupo; una segunda tendencia es la de autoformación, en la que el maestro propone algunas actividades en las que los niños desarrollan su propia creatividad como son los textos libres, el diario de clases y de grupo, la correspondencia, etc., esta teoría concibe al alumno como un auténtico investigador y es el que dirige su propio proceso de aprendizaje, aunque los conocimientos están constituidos oficialmente, podrán ser modificados de acuerdo a los interese del grupo, el maestro solo podrá participar si los integrantes del grupo le solicitan su participación, y esta será para de manera crítica y constructiva, permitiendo que los alumnos saquen sus propias conclusiones; la tercera tendencia es la de la orientación libertaria, en la que el maestro permite que los alumnos se autorganicen, y deja que el grupo tome la decisión sobre lo que quiere y cuando debe aprender.
La evolución paulatina del grupo tendrá que pasar por etapas graduales, no exentas de problemas técnicos y teóricos, en los que se podrán salir de las manos aspectos como la disciplina, ya que por falta de experiencia, el aula podrá convertirse en un lugar anárquico en el que cada uno hace los que mejor
...