CULTIVO DE ORQUIDEAS

CULTIVO DE ORQUÍDEAS.

INTRODUCCIÓN.

Para tener éxito en el cultivo de orquídeas es importante conocer a fondo las condiciones las afectan.

1. Ciclo anual.

2. Temperatura.

3. Humedad.

a. Relativa.

b. Riego.

4. Luz.

5. Sustrato y contenedores.

6. Ventilación.

a. Planta.

b. Raíces/sustrato.

7. Alimentación.

8. Plagas y enfermedades.

Las orquídeas como todo ser vivo estas diseñadas para sobrevivir y propagarse siempre y cuando estén en el hábitat adecuado, al conocer los conceptos enumerados podremos darle a nuestras orquídeas ese “hábitat”.

Todas las variables que se mencionan están ligadas entre si y la modificación de una afecta a las demás, las revisaremos una a una, dejando que el cultivador con su trabajo aprenda sobre esta relación y se sensibilicé sobre sus efectos.

Este manual está orientado a las orquídeas “Epifitas” aquellas que viven “encima de los arboles”.

1.- CICLO ANUAL.

Las orquídeas tienen un ciclo de vida anual, a lo largo del año, crecen, florecen y descansan, él como lo hacen varia de una especie a otra, pero todas lo hacen y el algo que no cambia. El reconocer que existe este ciclo y aprender sobre él, es fundamental para tener un cultivo exitoso.

Existe por la adaptación al hábitat, las estaciones del año, calor o frio, época de secas, de lluvias, días cortos, días largos.

Los cuidados que tengamos con ellas dependerán del momento de su ciclo en que estas se encuentren.

Descanso: Las plantas están quietas, no crecen, algunas tiran hojas. Hay que dejarlas descansar, se reduce el riesgo, no se fertilizan, no se trasplantan.

Crecimiento: Cuando inician su crecimiento la primer señal son raíces nuevas, hay que regar con más frecuencia y fertilizar. Este es el único momento para trasplantarla.

Floración: Hay que disfrutarlas.

2.- TEMPERATURA.

Las orquídeas epifitas son originarias de todo el mundo existiendo la mayoría entre los trópicos de cáncer y de capricornio. El rango de temperaturas que toleran depende de la altura sobre el nivel del mar de las zonas que son originarias.

Para empezar es necesario que todo el que quiera cultivar estas plantas cuente con un termómetro y conozca la temperatura que existe en su área de cultivo. El rango que toleran las orquídeas para crecer sanamente es limitado. Dentro de nuestra área de cultivó debemos conocer cuál es la máxima temperatura del día y cuál es la mínima de la noche a lo largo del año, de esta manera aprenderemos a referirnos a la temperatura de manera precisa en grados y no de manera relativa como “calo” o “frio”. De todas las especies e híbridos disponibles este rango es conocido y nos ayudara a responder lo siguiente:

¿Qué orquídea puede cultivar y cuáles no puedo (o no debo)?; Al igual que el resto de las plantas no son adaptables a temperaturas muy distintas a las que llevan en su genética y si están en un lugar con temperaturas fuera de su rango serán susceptibles a enfermedades, pueden morir con facilidad y en mejor de los casos crecerán lentamente con pocas probabilidades de florecer. Al llegar a nuestras manos una orquídea sabremos si esta dentro del rango de temperatura que tenemos y que podemos esperar de ella. Los híbridos a diferencia de las especies tienen un rango mayor de tolerancia.

3.- HUMEDAD.

Para las orquídeas hay dos tipos: humedad relativa y humedad de riego.

Humedad relativa: Es la que contiene el aire en forma de vapor de agua, en el caso de las orquídeas es muy importante ya que nuevamente por su genéticas no toleran atmosferas de baja humedad relativa. Para esto es necesario tener higrómetro lo que nos permitirá conocer la de nuestra área de cultivo a lo largo del día y del año. Como regla general las orquídeas necesitan 50% o más de humedad relativa para prosperar.

Humedad de riego: Las orquídeas pueden sobrevivir semanas sin ser regadas, la gran mayoría mueren en cultivo por exceso de riego.

La cantidad y frecuencia del riego depende de lo siguiente;

Tipo de raíz, Humus o expuesta.

Contenedor de siembra

Tipo de sustrato.

Genero.

Época del año.

Salud de las raíces.

a.- Para efectos prácticos dividiremos las raíces en dos tipos:

a.) De humus: Aquellas muy delgadas, con pelos absorbentes que buscan oscuridad (Lycaste Oncidium, Miltonias, cymbidium), plantas con este tipo de raíz necesitan un riego que permita que el sustrato este húmedo (no mojado).

b.) Expuestas: Que son su mayoriagruesas, que buscan la luz (Laelias, Encyclias, Phalaenopsis, Vandas). Para estas la receta es “secas entre riegos”, las raíces deben de secarse antes de volver a regar.

b.- Contenedor de siembra: La frecuencia de riego varía de acuerdo al contenedor en que están sembradas, macetas, troncos o huacales y es de acuerdo a la evaporación.

c.- Tipo de sustrato: el tipo y densidad del sustrato definirá el tiempo en que este se seque después de un riego y por ende la frecuencia del mismo.

d.- Género: cada género tiene necesidades especificas de riego según su origen, existen literatura amplia al respecto.

e.- Época del año: este punto está ligado con el anterior, como hemos visto la mayoría tiene un ciclo anual, las necesidades de riego responden a este ciclo variando según la etapa, descanso, crecimiento, floración.

f.- Salud de las raíces: Para el riego tanto como para el cultivo en general es muy importante el conocer la salud de las raíces. Es necesario verlas y determinar su estado, si se riega una planta con raíces podridas puede morir rápidamente.

Acumulación de sales. Salvo de las lluvias, todas las aguas que utilizamos tienen algún contenido de sales, estas se acumulan en el sustrato con la evaporación, por lo que es necesario que cada tres o cuatro semanas se rieguen las plantas en forma abundante dos veces seguidas, la primera para disolver las sales y la segunda para eliminarlas.

En el caso de la maceta, el riego debe ser deteniendo la manguera hasta que el agua salga por el fondo durante varios segundo. Esto además de disolver las sales le permite que el agua al bajar introduzca el aire necesario para las raíces y para matar hongos.

4.- LUZ.

Todas las plantas necesitan luz para llevar a cabo la fotosíntesis, las orquídeas

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